Barrio Los Hornos

Tres detenidos por el asalto a una farmacia

La policía allanó un inmueble de calle J.M. Zuviría al 3600 y secuestró tres armas de fuego y municiones. El robo investigado ocurrió el jueves, en Iturraspe al 3100.

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En la casa se encontró un revólver modelo “tala”, una escopeta recortada sin culata y una “tumbera”. Foto: Relaciones Policiales de la U.R.I

 

De la Redacción de El Litoral

La policía detuvo ayer a tres sujetos y secuestró armas de fuego y municiones, durante un allanamiento practicado en una vivienda de calle J.M. Zuviría al 3600, en barrio Los Hornos de nuestra ciudad.

Los uniformados llegaron al lugar siguiendo pistas, en el marco de la investigación de un robo a mano armado perpetrado el pasado jueves al mediodía en una farmacia cercana.

El procedimiento estuvo a cargo de efectivos de la Sección Seguridad Personal de la Agrupación de Unidades Especiales, dependiente de la Unidad Regional I, y se desarrolló en base a lo dispuesto por el Juzgado de Instrucción de la 4a Nominación.

En el inmueble, los investigadores secuestraron un revólver modelo “tala” (sin marca visible), una escopeta recortada sin culata (con numeración suprimida) y una “tumbera” (escopeta de fabricación casera). Además, incautaron diez cartuchos de calibre 22 largo, un cartucho calibre 16 y 3 rifles de aire comprimido marca Legend.

En el operativo fueron arrestados un hombre de 39 años y dos jóvenes de 20 y 18, quienes fueron trasladados a sede policial.

Golpe a la farmacia

El hecho investigado ocurrió el jueves pasado, cerca de las 11, en la Farmacia Perotti ubicada en calle Iturraspe al 3100, también en barrio Los Hornos.

En ese local, dos delincuentes armados asaltaron a la propietaria, cuando estaba en compañía de sus dos hijas (de 12 y 16 años) y cinco clientes.

Los ladrones, ambos con pistolas en sus manos, huyeron del lugar con más de diez mil pesos en efectivo del servicio de Cobro Ágil que funcionaba allí. La farmacéutica, poco después del golpe y todavía conmocionada por lo ocurrido, afirmó que no iba a seguir prestando ese servicio para el pago de impuestos.

“Lo lamento profundamente -manifestó la mujer- porque venía mucha gente grande del barrio, vecinos, para pagar aquí sus cuentas y no tener que hacer colas en los bancos. Pero no puedo seguir poniendo mi vida en peligro, la de mi familia o la de mis clientes”.