malezas resistentes

15 años de malas prácticas

La falta de rotación y la utilización casi exclusiva de un sólo herbicida durante una década y media se está pagando: la presión de selección durante ese período generó plantas tolerantes a las dosis habituales y hasta resistentes en algunos casos.

Ing. Agr. Norberto Lavatiatta

Asesor privado

Matr. Prof. 1-0513

En 1996 la agricultura argentina pasó de un sistema de labranza al de siembra directa, que posee innumerables beneficios para el suelo tales como infiltración de agua, menor evaporación, mayor estabilidad o disminución de la erosión, además de grandes beneficios para el productor: menor consumo de gasoil y mayor trabajo por tiempo. Esto se logró gracias a la utilización de prácticamente un solo herbicida tanto para el cultivo como para los barbechos.

Con la adopción de este sistema hubo un cambio en la diversidad de las malezas, bajando la cantidad de especies presentes pero incrementando las malezas capaces de sobrevivir a dosis habituales de glifosato. Digamos que la presión de selección ejercida trajo como resultado primero cierta tolerancia que se mantiene en algunas malezas y posteriormente se detectó resistencia en algunos biotipos de ciertas especies.

La dosis y el mercado

Durante mucho tiempo fue fácil y barato controlar las malezas; en esos momentos se subdosificó (situación ideal para la selección), como también se utilizaron dosis muy superiores a las necesarias para lograr un control efectivo.

Un problema que trae aparejado esto también fue que durante los primeros 10 años se cayeron casi todos los programas de los grandes laboratorios en el control de malezas. Por el bajo costo relativo de tratarlas en ese momento no se investigó lo suficiente, ya que en tales circunstancias esos proyectos no eran rentables. Así fue que, salvo algunas excepciones, no aparecieron nuevos productos y ahora nos encontramos con el problema más grave que es no tener alternativas (o muy pocas y sin estar suficientemente probadas), obligando al productor a recurrir a productos de más de 20 años, algunos con gran impacto ambiental y problemas de aplicación debido a su inestabilidad y deriva. Otro de los problemas es el elevado costo que generan estos tratamientos, sin la certeza de lograr un control efectivo. Hasta se inventaron cocteles explosivos que en muchos casos son en vano.

Efectos recientes

Uno de los problemas presentado en las 2 últimas campañas fueron en las cosechas donde se notó la baja de rendimiento brusca en manchones donde o bajaba el rinde o no había nada, áreas que se fueron extendiendo y ahora en muchos casos están en todo el lote.

Además, como los tratamientos eran relativamente baratos muchos no tenían en cuenta las condiciones, equipos o calidad de agua. Y se manifestaron errores técnicos en los barbechos de invierno donde se echaba a “ojo” sin tener en cuenta las malezas que existían, problema que se paga en la primavera con los crecimientos explosivos que estas producen.

Con este panorama los costos aumentan y los rindes disminuyen en forma significativa. Ergo: la rentabilidad es cada vez mas baja, peligrando en muchos casos el sistema de producción.

Este tema ya se habla en algunas renovaciones de contratos de alquiler, empujando hacia la baja de los mismos por los altos costos de los tratamientos. Antes, esto ni se trataba.

Hoy nos encontramos con un problema grave. Para solucionarlo debiera aplicarse un programa más integral que incluya rotaciones de grupos distintos de herbicidas (lo ideal sería rotar cultivos. pero a veces es imposible por la matriz económica). Y, sobre todo, monitorear eficientemente los lotes con un seguimiento acorde -en los inviernos es cuando más errores se cometen por una mala o nula observación-, tarea que debe realizar un profesional idóneo.

“Pata de Ganso”, la última resistente

La Red de Conocimiento en Malezas Resistentes (REM) de Aapresid confirmó recientemente la resistencia a glifosato de Eleusine indica (Grama carraspera, Pata de ganso), que ya tiene registros en varios países. Afecta áreas del centro de Córdoba y también del NOA.

La recomendación es utilizar estrategias de control con otros herbicidas pre y postemergentes sugeridos para esta especie. El objetivo debe ser evitar o reducir al mínimo la producción de semillas de dichas plantas. Es importante evitar la cosecha de los manchones donde la maleza se encuentre semillada o al menos cosechar estos al último, y hacer una profunda limpieza de la cosechadora antes de salir del lote.