Una voz en carrera

TEXTOS. FLORENCIA ARRI. FOTO. LUIS CETRARO.

COMIENZOS. “Descubrí la radio cuando tenía once años, en la Escuela Fátima donde hice la primaria. Teníamos un taller de Comunicación Social que disfrutaba como hobby. Mientras otros hacían deporte, a mí me gustaba hablar, comunicar, decir lo que me parece; algo que mantengo. Hice la secundaria en La Salle, y al terminar la escuela empecé a estudiar Derecho. Un poco culpa de mis viejos y otro poco por culpa de Daniel De Greef, el psicopedagogo del colegio. Mientras jugábamos al ajedrez conversábamos qué carrera seguir... sabía que venía por el lado humanístico porque me gustaba la política, lo social y la instrucción cívica, pero también la comunicación. Concluimos que la Abogacía te abre el campo cultural y te da muchas más salidas laborales. Cuando empecé a estudiar Derecho, a través del gran cariño que siento por la música, comencé a hacer programas de radio con amigos: a los 19 hice ‘Punto Extremo’ en FM 93.5, un programa de rock donde conocí a muchas de las bandas de Santa Fe que hoy tienen una década de trayectoria. De algún modo, presentar temas y hablar de música era mi forma de expresarme musicalmente, y de descargar la necesidad de decir las cosas. Con el paso del tiempo hice otros programa con amigos... empezamos a pagar espacios en distintas radios -porque así es como se manejan los medios cuando uno empieza en Santa Fe-. Así estuve en FM Sensación y en FM del Sol comencé con Juani Citroni el programa ‘La Caja de Pandora’, que hoy ya es otra historia”.

HOMBRE DE DERECHO. “Estudiar Abogacía me sirvió para entender el deber ser para vivir en sociedad. Me dio herramientas para comprender las noticias desde un ángulo diferente y poder defender algunos derechos que todos deberíamos saber y pocos conocen. De ahí que uno de mis objetivos es, en los medios, contar cuáles son los derechos que tenemos como ciudadanos. Mientras estudiaba Derecho empecé a estudiar Locución en el Instituto Superior Nº 12. Un día fui a preguntar por un curso y me terminé anotando en la carrera. Hice las dos carreras juntas y al terminarlas tuve que decidir qué hacer: mientras estaba en Tribunales pensaba en radio, estaba todo el día creando, grabando ideas en el celular... Al fin, decidí crear un proyecto propio avocándome a los medios de comunicación. Así empezamos con el proyecto de Radio Pandora como una radio online”.

RADIO PANDORA. “Pandora empezó como un proyecto con Juani Citroni y Gustavo Fernández. Lo habíamos pensado mucho más grande todavía, pero aprendimos que todo lleva su tiempo y que ese tiempo es necesario. Éramos chicos y queríamos que el medio explote de golpe; y con el paso del tiempo nos fuimos acomodando a la realidad. Soy de una generación que sabe que en diez años, cuando lleguemos a los 40, la apuesta va a ser online en todos los aspectos, algo que ya estamos viviendo. Con Pandora comenzamos hace tres años y fuimos el primer proyecto de radio online en el país, con estudios y programación propia. El desafío fue copiar formatos extranjeros. Después nos dimos cuenta que también necesitábamos una FM para poder comercializar ese colectivo creativo que expresábamos a través de Pandora. Así arrancamos con una FM, presentamos todos los papeles y pedimos la licencia, todo lo que hay que hacer. Meses después vimos que Mario Pergolini hizo en poco tiempo lo que nosotros queríamos hacer desde acá: crear contenidos federales sin hablar de Santa Fe, lograr algo nacional y para el mundo. Así nos fusionamos con Vórterix para unir fuerzas y aprender de alguien que está en los medios desde hace muchísimos años y a quien, además, admiramos”.

EL MEDIO. “Desde 2009 conduzco en ‘La X’ el programa de la UNL ‘Estación 107’, en el que entrevisto entre cinco y seis personas por día. Eso me permite dialogar con científicos, abogados y artistas, entre otros, hablar con gente que la tiene muy clara en lo suyo en distintos ámbitos; busco bajar a la sociedad y a la comunidad universitaria el contenido elevado de esa gente que sabe. Es un desafío que, acompañado por música se puede hacer muy bien. Entrar en LT10 me permitió estar hoy en ‘Manifiesto de Radio’ con Federico Gianre y Delfina Baumann, la hija de Eduardo, una de las personas a quien más admiro. Eduardo fue íntimo amigo de mi viejo, aprendí muchísimo de él, hay cosas que él tenía y que seguramente también las tendrá mi papá en las que me veo reflejado. Poder trabajar con su hija es algo muy lindo. El programa intenta mostrar el medio desde adentro. Este año en el que los medios tuvieron un rol tan fundamental en la esfera política entrevistamos a referentes a nivel nacional como Jorge Lanata, Víctor Hugo Morales, Nelson Castro, Fernando Bravo y Cacho Fontana, entre otros. Disfruto preguntarles cómo fue que crecieron, mostrar sus inicios, sus sueños y cómo los fueron cumpliendo. Cada uno es la prueba de que se puede hacer todo lo que uno quiere siempre y cuando tenga un deseo, disciplina, y determinación, las tres D para el éxito. Es importante también confiar en lo que nos gusta hacer. Uno vino al mundo para algo, y para descubrirlo hay que mirar qué le gusta hacer y qué es lo que mejor le sale. Si esas dos cosas se combinan, merece una apuesta; es un poco lo que yo hice”.

EN EL ÉTER. “Hoy Pandora, tal como en su génesis, tiene mucho de experimentación. Es un formato parecido al de Radio Metro, al de Rock&Pop en sus comienzos, al de Aquí Radio Bangkok de Lalo Mir, otro gran referente; un formato que no estaba en Santa Fe. Tiene mucho de experimentación, de prueba y error al aire, de poder mostrar con honestidad en el medio lo que uno realmente siente. Estoy convencido de que la empatía y la honestidad son el gran secreto; generar un contacto con el oyente mostrándote igual, como sos en realidad. Vivimos en una sociedad que valora en exceso, al nivel de idolatría, a esos ídolos falsos que aparecen y duran lo que un reality show. En realidad, hay que humanizar al medio y meter a la gente para que realmente refleje lo que la sociedad es, al igual que en la política. El micrófono es como el bisturí: un arma que puede salvar una vida o matarla. A nivel social, es mucho más poderoso y peligroso, pero también puede generar, hacer bien. El gran problema que tenemos es que idolatramos o demonizamos en exceso, cuando lo que hay que hacer es formar parte”.