A 200 años de la Ley de Libertad de Vientres

Cofradía de San Baltasar (*)

Hoy se cumplen doscientos años de la inauguración de la Asamblea General Constituyente de 1813 o Asamblea del Año XIII.

Para nosotros, los descendientes de los bravos africanos que fueron secuestrados de sus patrias y traídos a lo que hoy es la Argentina, esclavizados, sin derechos y con muchas obligaciones, tratados como cosas, usados y mal usados como objetos, robados sus nombres pero no sus creencias religiosas y prácticas sociales, culturales y políticas. Su fuerza interior y resistencia hacen que hoy nos enorgullezcamos de pertenecer biológicamente a su linaje y nos re-conocemos en ellos.

Este 31 de enero es un día no laborable que dedicaremos a su recuerdo, pues especialmente para los africanos y sus descendientes fue el inicio del reconocimiento del derecho más preciado: la libertad, aunque no se concedió plenamente. Este punto es importante destacarlo porque no fue, como se dice vulgarmente e, incluso, mal enseñan algunos maestros y académicos, la abolición de la esclavitud en la Argentina. Fue sólo el primer paso. Su fin recién se dio en 1853 en las provincias y en 1861 en la ciudad de Buenos Aires.

Podemos decir que el objetivo de la Asamblea del Año XIII fue la representación de los pueblos recién emancipados para definir el sistema institucional que deseaban, con el propósito de proclamar la independencia y redactar la Constitución del nuevo Estado. Si bien tomaron varias resoluciones, queremos destacar la de la libertad de vientres y el fin del tráfico de esclavizados.

Es importante no solamente para nosotros, los afroargentinos del tronco colonial, sino para todos los afrodescendientes y africanos, que celebremos y elevemos las voces, porque a pesar de los avances logrados todavía hay mucho por hacer, porque la reivindicación no está hecha y debemos procurar la unión de todos para este objetivo en común: lograr los plenos derechos económicos, sociales y culturales, a los que debemos sumarle los educacionales, para que la igualdad dé fin a la discriminación, racismo, xenofobia y toda forma conexa de intolerancia. En resumen, para vivir con alegría y dignidad en una sociedad justa, equitativa y plural.

En eterno recuerdo a Macián y Vicencio, los primeros esclavizados africanos subastados en Santa María de los Buenos Ayres, en 1538, y a 200 años de la Ley de Libertad de Vientres, recordando con orgullo el valor de nuestros ancestros los afroargentinos del tronco colonial exclamamos: ¡Aquí nos trajeron! ¡Aquí nos quedamos! ¡Y ahora... aquí estamos luchando por nuestros derechos!

(*) Bº Camba Cua Corrientes