La racha sin victorias ya llegó a 25 partidos...

Ni el peor enemigo lo habrá pensado mejor

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El lado débil. Maidana se proyectó mucho y Castillón aprovechó ese hueco para ganar el lateral, obligando a Correa a salir a cerrar. Unión cometió errores defensivos clave.

Foto: Télam

Unión tuvo, otra vez, todo para ganar; pero perdió. Estaba arriba en el resultado y con uno más, desperdició chances inmejorables y un Godoy Cruz apenas mediocre se lo dio vuelta. Inexplicable.

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Mendoza)

Es inexplicable lo de Unión. A veces los técnicos se empecinan en señalar que los partidos se definen sólo por detalles. Y en un fútbol argentino competitivo, donde se marca más de lo que se juega y se corre más de lo que se piensa, no deja de ser un concepto bastante cercano a la realidad. Ahora, todo esto se echa por tierra cuando de Unión se trata. Porque esos “detalles”, en el caso de Unión, se multiplican a favor sin que pueda capitalizarlos y se sufren en contra cuando se producen. Un “detalle” en la última jugada de dos partidos hizo que Unión empatara cuando tenía casi ganados los dos últimos partidos en Santa Fe. Y lo de ayer en Mendoza colmó la capacidad de análisis cuando el equipo tuvo todo, absolutamente todo para ganar y lo terminó perdiendo.

Ir ganando, tener un hombre de más, generar una jugada clarísima de gol al minuto de ser expulsado uno del equipo rival (cuando lo echaron a Insúa por la descomunal patada en perjuicio de Alemán) y sufrir el gol en el propio arco en la jugada siguiente, es lo peor que le puede pasar a un equipo si lo que se busca es ser oportuno y contundente. Pero no se termina allí. Porque algo parecido le ocurrió en el segundo tiempo, cuando de tener una situación increíble (la de Chiapello) se pasó en un abrir y cerrar de ojos a igualar la cantidad de jugadores adentro de la cancha por la expulsión (justificada) de Sarmiento. Y el cierre fue a todas luces inexplicable, porque Franzoia tuvo dos mano a mano ante Ibáñez que no terminaron en gol y Godoy Cruz aprovechó la situación para ser preciso en la que le quedó en el final y convertir el gol de una victoria tan trabajosa como inesperada.

Ese “miedo” a ganar...

Es difícil explicarlo, pero este Unión parece un equipo con “miedo” a ganar. Se sabe que es limitado, que le falta de todo un poco, pero a la hora de medir volúmenes de juego no es superado por sus rivales. O por lo menos, hay pasajes (a veces cortos y otras veces más prolongados) en los que juega mejor que el adversario. Sin embargo, hace 25 partidos que no gana a pesar de que en varios de ellos tuvo casi todo para quedarse con la victoria. ¿Por qué no gana Unión?, porque no sabe hacerlo, porque no tiene la frialdad suficiente para convertirse en un equipo contundente, porque ni siquiera sabe cómo tiene que jugar cuando se queda con uno más en la cancha.

Ni siquiera las circunstancias que se dieron en estos dos partidos del 2013 le dieron esa cuota de serenidad suficiente. En ambos encuentros arrancó ganando. “Primereó” a sus rivales y les marcó el primer gol apenas comenzado ambos encuentros. Esto, que en cualquier otra circunstancia debiera ser tranquilizador, para Unión se termina convirtiendo en un “karma”. Le pesa, lo carga como una mochila. Va ganando los partidos y no puede mantener el resultado. El rival se queda con un jugador menos y no sabe de qué manera tiene que jugar para hacer valer ese jugador de más que, en el caso de ayer, era más importante todavía teniendo en cuenta la extrema temperatura con la cual se jugó.

Pero como lo contamos anteriormente, Unión tenía todo para darle el golpe de nocaut a Godoy Cruz y lo dejó sentido y sentado sobre las cuerdas, pero no lo volteó. Dejó que el rival se recupere, marró una increíble situación en los pies de Míguez (era 2-0 y Godoy Cruz con 10), pero enseguida llegó el empate de Castro en una jugada muy cantada. Y después, cuando había que ser inteligente, dejar correr la pelota y generar superioridad numérica en sectores clave de la cancha, Unión apenas si mostró algo interesante cuando atacó por izquierda aprovechando la subida de Maidana y los desbordes de Franzoia.

¿Una lenta agonía?

Si alguna esperanza podía quedarle al hincha de Unión, se basaba en la necesidad de un buen arranque de torneo. Sin embargo, de 6 puntos cosechó uno y la imagen que quedó después de la derrota de ayer no es la mejor, si del aspecto sicológico -ni siquiera se habla de lo deportivo- se trata.

Así, de nada servirá la idea de juego ofensiva que “compró” Sava para este último y definitivo esfuerzo por darle vida al equipo. De nada servirá que Unión juegue con tres delanteros, que suelte a los volantes, que haya mejorado el rendimiento de Alemán, que también tenga libertades Maidana o Tarrito Pérez para subir por los costados. No servirá ni siquiera que se encuentre algo de funcionamiento en medio de las innegables limitaciones individuales que tiene este plantel. No servirá de nada porque siempre pasará algo que el rival aprovechará para dejarlo a Unión con las manos vacías. Será un error del arquero, un descuido defensivo, la cantidad tremenda de situaciones desperdiciadas (ayer, Unión tuvo al menos cinco muy claras para convertir) o esa falta de inteligencia para poder manejar situaciones, como la de jugar con un hombre más durante tanto tiempo y sin poder aprovecharlo.

Antes del partido, Sava dijo que había jugadores de buen nivel que se quedaban afuera del equipo porque el que entraba estaba mejor y que resultaba una “complicación” la de armar los 11 titulares porque debía resignar jugadores al banco de suplentes. Lo dice el técnico de un equipo que hace 25 partidos que no gana, ¿cómo se entiende?, ¿cómo se justifica? Está bien que Sava haya elegido una forma de juego acorde con lo que vive Unión en la tabla de promedios. Es decir, que salga a jugar pensando en el arco rival porque a Unión no le sirve empatar sino que debe ganar. Y para ganar, lo más lógico es arriesgar para hacer goles. Pero si le pasan las cosas que le pasan, no es sólo porque tiene mala suerte, sino porque a este plantel le faltan atributos básicos. Con Avendaño se recuperó una voz de mando y un soporte defensivo, pero igual le siguen marcando goles como siempre. Pone tres volantes en el medio y agrega dos externos con más vocación de ataque que de retroceso (Alemán y Franzoia), pero no hay nadie que ponga el freno, la pelota contra el piso y aporte la suficiente claridad adentro de la cancha para marcar ritmos y pausas, cuándo se acelera y cuándo se frena si el rival juega con uno menos. Y ni hablar del desperdicio de situaciones de gol, de la falta de contundencia exhibida ayer, por ejemplo, que le impidieron liquidar el partido.

En fin, Unión es esto que muestra y que no le alcanza para nada. Sava dijo que, si había que irse al descenso, que sea con dignidad.

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Sin arco. Míguez lucha la posesión del balón con Castellani. El mediocampista de Unión otra vez -como ya había sucedido en el torneo pasado- contó con una ocasión clara de gol pero falló en la definición. Foto: Télam



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Buenas y malas. Franzoia se destacó por su velocidad y definió muy bien en el gol, pero no aprovechó después dos oportunidades muy claras que hubieran puesto el partido a favor de Unión.

Foto: Télam

/// SÍNTESIS

Godoy Cruz 2

Unión 1

Cancha: Estadio Malvinas Argentinas.

Árbitro: Sergio Pezzotta.

Godoy Cruz: Ibáñez; San Román, Sigali, Nicolás Sánchez e Insúa; Castro, Lértora, Ledesma y Castellani; Castillón y Óbolo. A.S.: Torrico. Estuvieron en el banco: Curbelo, Ríos y S. Sánchez. D.T.: Martín Palermo.

Unión: Perafán; Pérez, Avendaño, Correa y Maidana; Míguez, Sarmiento y Donnet; Alemán, Chiapello y Franzoia. A.S.: Limia. Estuvieron en el banco: Barisone, Cavallaro y Magnín. D.T.: Facundo Sava.

Goles: en el primer tiempo, al minuto Franzoia (U) y a los 28 min Castro (GC). En el complemento, a los 44 min Salinas (GC).

Cambios: en el segundo tiempo, al iniciarse, Montero (U) por Donnet y Fernández (GC) por Ledesma; a los 14 min Lizio (U) por Alemán; a los 20 min Cooper (GC) por Castillón; a los 32 min Salinas (GC) por Obolo y a los 36 min Bruna (U) por Míguez.

Incidencias: en el primer tiempo, a los 26 min fue expulsado Insúa (GC). En el segundo tiempo, a los 25 min fue expulsado Sarmiento (U).

Amonestados: en Unión, Correa, Maidana y Míguez.

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Flojo por arriba. En la imagen, el que le gana con total claridad a Alejandro Pérez es Mauro Óbolo. Sobre el final del partido, una jugada muy similar iba a aprovechar Salinas para sacarle ventaja a “Tarrito” y meter de cabeza el segundo y definitivo gol.

Foto: Gentileza Diario Los Andes de Mendoza

/// EL DATO

Bien expulsados.

El arbitraje de Pezzotta fue bueno en líneas generales, más allá de que deja dudas una jugada en el primer tiempo cuando Maidana remató a la salida de un córner, se adelantó la defensa de Godoy Cruz y el balón le quedó a Chiapello, solo ante Ibáñez. El línea levantó la bandera, pero la jugada fue, cuanto menos, dudosa y dio la impresión de que el delantero tatengue estaba habilitado. En las expulsiones no hubo cuestionamientos. Insúa le tiró una patada descalificadora a Alemán a la altura del estómago (el uruguayo punteó la pelota antes que el defensor y se iba solo), mientras que Sarmiento cometió una falta de último recurso luego de que Chiapello marrara una increíble oportunidad.

5

Amarillas

Acumuló Nicolás Correa con su amonestación de ayer en Mendoza y no podrá jugar el encuentro del sábado próximo ante Quilmes en el 15 de Abril. Seguramente, Jara -se recupera de un desgarro- no estará en condiciones de retornar.

BAJO LA LUPA

PERAFÁN (4).- Si bien tuvo un par de intervenciones trascendentes -una de ellas en un mano a mano en el segundo tiempo- no transmitió seguridad, se equivocó con la pelota en la salida y perdió otras.

PÉREZ (5).- Arrancó bien pero luego se fue quedando sin resto físico. Algo complicado, como el resto, cuando entraron Cooper y Salinas.

AVENDAÑO (5).- No es el mismo de antes, aunque su presencia es gravitante por más que no tenga el mismo nivel de garantía para el resto de sus compañeros. Jugó con una herida en el arco superciliar.

CORREA (5).- Algo apurado y complicado cuando tuvo que salir jugando desde atrás. Tuvo que cerrar muchas veces a espaldas de Maidana cuando éste se proyectaba.

MAIDANA (5).- Fue más importante atacando que marcando, algo poco habitual en el análisis de sus desempeños. Castillón y Cooper aprovecharon sus espaldas.

MÍGUEZ (4).- Es indudable que tiene muchos problemas cuando tiene que definir. Varias veces -no sólo ayer- estuvo cerca del gol y se lo perdió por la falta de precisión en el remate final.

SARMIENTO (4).- Jugó retrasado, por momentos metido entre los centrales y cometió una clara falta que le motivó la expulsión. Poca marca.

DONNET (4).- Otro que hizo poco, tanto en gestión ofensiva como defensiva. Fue de mayor a menor y terminó el primer tiempo con poco resto físico.

ALEMÁN (6).- Hizo un buen primer tiempo, le metió una gran pelota de gol a Franzoia y no se entiende por qué Sava lo sacó en el segundo tiempo. Está muy mejorado.

CHIAPELLO (5).- Es complicada su evaluación. Trabajó bien como pivote y marcó un gol que el árbitro anuló a instancias del línea por supuesto offside (discutible). En el segundo tiempo marró una ocasión inmejorablemente clara con todo el arco desguarnecido.

FRANZOIA (5).- Otro que resulta complicado para evaluarlo. Buena definición en el gol pero impreciso en dos muy claras que tuvo en el segundo tiempo. Por momentos descollaba por su velocidad.

MONTERO (5).- Sin jugar un gran partido ni mucho menos, hizo más que Donnet y pisó varias veces el área rival. En una se apresuró para tirar al arco cuando podía darse vuelta y encarar mano a mano a Ibáñez.

LIZIO (5).- Crédito abierto. Jugó por derecha, mostró buen manejo y se nota que es encarador.

BRUNA.- Entró y a los pocos minutos ya sintió el esfuerzo por la alta temperatura. Impreciso en el juego.