Delfino lo paró y casi lo suspende

Golearon los violentos

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Al borde del abismo. El sector visitante, donde se ubican los hinchas de Quilmes, cara a cara con los plateístas de Unión que habitualmente ocupan las butacas del sector de la Redonda. Es ahí donde arrancó todo en el 15 de Abril, con piedrazos que tiraron los visitantes. El juego se interrumpió durante casi veinte minutos e incluso el árbitro Germán Delfino, a pesar del desalojo en la parte visitante, estuvo a punto de suspenderlo. Foto: Luis Cetraro

Un cruce entre las hinchadas de Unión y Quilmes desató lo peor en Santa Fe. Al final, la Policía desalojó el sector visitante y el juego continuó de milagro.

 

De la Redacción de El Litoral

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Lo que comenzó con un par de piedrazos de los hinchas de Quilmes a los plateístas de Unión en la Redonda terminó en una verdadera batalla de barras que dejó al partido al borde de la suspensión definitiva en el 15 de Abril. Después de 18 minutos de parate y muchas dudas, el juez Germán Delfino decidió continuar hasta completar, pero los hinchas de Quilmes no gritaron el tercer gol ni lograron festejar. ¿El motivo? La Policía, para descomprimir, los sacó de la cancha.

“Los que comenzaron fueron ellos, tirando piedras a una zona tranquila, donde están los plateístas de la Redonda. Además, provocaron con camisetas de Colón”, argumentaban los tatengues que tienen sus butacas detrás del arco.

Cuando ocurrió esto, la parte más brava de la barra de Unión corrió desde atrás del otro arco, pasó por todo Cándido Pujato e intentó derribar la reja del pulmón con los visitantes. Todo era confusión y los jugadores de Quilmes estaban nerviosos porque muchos tenían a sus familiares entre esos 2.400 que fueron desalojados. Para colmo, se escucharon balas de goma, porque algunos intentaron —ya en la calle— volver a entrar.

En el campo de juego, el arquero quilmeño con pasado tatengue, Emanuel Trípodi, y el “Pata” Avendaño —capitán de Unión— quedaron al límite de la agresión por la discusión misma.

Germán Delfino, a pesar de saber que sin el perro no había rabia, tampoco estaba muy convencido de seguir el partido en Santa Fe. ¿Por qué lo hizo? Porque la Policía, además de darle garantías, se lo pidió para no generar más violencia con lo que era otro resultado adverso para el dueño de casa.

La Televisión Pública trabajaba en vivo en el campo de juego y algunos jugadores, como “Tarrito” Pérez, explicaban que “hay que tranquilizarse, esto es fútbol, nada más”. Avendaño, más tranquilo, decía más o menos lo mismo: “Esto le hace mal al fútbol”.

En declaraciones que publica hoy el diario El Sol, de Quilmes, el presidente cervecero Aníbal Fernández, también se quejó: “Es un despropósito lo que se hizo con la gente de Quilmes. Voy a comentar en la AFA este maltrato de la policía santafesina, no hubo prevención bajo ningún punto de vista. La gente de Quilmes hizo 500 kilómetros y fue desalojada con un maltrato que no se puede entender...”.

Ángel García, dirigente quilmeño, agregó: “Fue un momento desagradable. Nosotros ya habíamos hecho los reclamos correspondientes a los encargados del operativo policial y está muy claro que no hubo prevención. No hubo heridos de gravedad, cuatro o cinco personas están lastimadas por los piedrazos que tiraron los hinchas de Unión. Lástima que la gente de Quilmes no pudo festejar este triunfo en la cancha”.

Ahora, habrá que esperar el informe de Germán Delfino que ingresará mañana en la AFA.

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Los primeros incidentes nacieron en el sector visitante, donde los hinchas de Quilmes arrojaron piedras a los plateístas de Unión ubicados en la platea Redonda. Por eso, la Policía actuó con firmeza. Foto: Manuel Fabatía


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Los hinchas más violentos de Unión no demoraron en reaccionar y cruzaron casi toda la cancha desde “La Bomba” hasta Cándido Pujato para intentar derribar la reja del pulmón e ir a buscar a los de Quilmes. Foto: Manuel Fabatía

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La imagen es terrible: la mujer abraza y cuida a su hija, en el sector donde estaban los familiares de los jugadores de Quilmes en una zona de butacas. “Ponemos en riesgo la vida por un partido de fútbol”, dijo De Felippe. Foto: Luis Cetraro

¡Qué sensación horrible ver a mi hijo salir corriendo con mi mujer de una cancha de fútbol, mientras llovían piedras...! Gracias a Dios, ellos, mi papá y amigos que vinieron están bien. También quería agradecer a un pibe que alzó a mi hijo y ayudó a que salieran. Mi hijo fue a todas las canchas y es feliz viniendo a verme, ahora voy a pensar mejor dónde y con quién va, es triste pero hoy es así”.

Gustavo Oberman

El jugador de Quilmes contó las sensaciones de los incidentes en su cuenta personal de Twitter.