Sigue el narcoescándalo

Tognoli, otra vez detenido en Rosario

El ex jefe de Policía fue trasladado a la sede de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Se le imputa ser parte de una “empresa criminal conjunta” en la comercialización de droga. A la causa se le incorporó el expediente de Ascaíni. El mismo magistrado le dictó la falta de mérito en noviembre pasado.

Germán de los Santos

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Corresponsalía Rosario

El ex jefe de la Policía de Santa Fe, Hugo Tognoli, quedó detenido, luego de prestar declaración indagatoria en los Tribunales Federales de Rosario, una medida que pidieron al magistrado Carlos Vera Barros los fiscales subrogantes Juan Murray y Federico Reynares Solari, quienes incluyeron una nueva imputación contra el ex jefe de Drogas Peligrosas, como es “empresa criminal conjunta” en la comercialización de estupefacientes.

Poco después de las 12, Tognoli salió de los tribunales en un patrullero rumbo a su lugar de detención: la delegación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), en el predio del aeropuerto Islas Malvinas, donde deberá estar alojado hasta que el magistrado decida en un lapso de diez días si procesa o no al ex jefe de la Policía.

La clave que dio un vuelco en la causa según explicó una alta fuente judicial a El Litoral fue la nueva figura que incorporaron los fiscales, como es “empresa criminal conjunta”, y el expediente de la causa de Carlos Andrés Ascaíni un supuesto narco del sur provincial detenido y liberado el año pasado que se anexó al caso que tiene como principal protagonista al ex jefe de la Policía de Santa Fe.

La Fiscalía Nº 2 entendió que Tognoli no podía estar ajeno a las averiguaciones que sus subordinados hacían mediante el uso de una clave especial asignada a las fuerzas de seguridad para acceder al Registro Nacional de Propiedad Automotor. Según consta en el expediente, a través del uso de una clave de seguridad asignada en 2009 a Tognoli como jefe de la ex Brigada de Drogas Peligrosas de Santa Fe, se estableció que el vehículo que seguía a Carlos Andrés Ascaíni un hombre de Villa Cañas acusado por narcotráfico pertenecía a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y se le dio aviso al presunto delincuente que así evitó su detención.

Murray sostuvo en el pedido que hizo al juez que “en el plan criminal se infiere del accionar criminal conjunto de este grupo de personas: Carlos Andrés Ascaíni trafica con estupefacientes, Tognoli suministra el “segu” y clave a sus subordinados y convalida las consultas ilegales realizadas por éstos para que el sistema clandestino siga funcionando y no se detecten aquéllas”. Y agregó que “el comisario Néstor Fernández y el cabo Carlos Quintana utilizaron la clave para establecer que quienes se encuentran realizando seguimientos al imputado Ascaíni eran agentes federales de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, y le suministraron la información al imputado, lo que le permitió a éste intentar evadir la investigación y la acción de la justicia”. “El suministro de las claves y la convalidación de su uso ilegal realizada por Tognoli consistió en la asistencia o contribución a la ejecución del plan o propósito común”, sostuvo el funcionario.

Testimonial

Desde el juzgado de Vera Barros informaron a este diario que un dato importante en este nuevo capítulo de la causa fue la declaración testimonial brindada por Jorge Likerman, responsable del Departamento de Servicios Informáticos de la Dirección Nacional del Registro de la Propiedad Automotor y Créditos Prendarios. Rosario/12 publicó esta semana que “Likerman dijo que Tognoli era el responsable que interactuaba administrativamente con el organismo, que era el sujeto que realizaba los requerimientos de habilitación de usuarios, y al que se le remitía la documentación que establece la disposición 193 del año 2005, y que previo reconocimiento de las consultas realizadas, las mandaba al organismo cotejaba esa información habilitaba administrativamente a los usuarios que tenían activos. Que si eso no ocurría se producía un bloqueo de los usuarios”. Lo que deducen en los tribunales es que Tognoli tenía que dar conformidad a las consultas realizadas y disponía para ello de un detalle de cada una de ellas.

La medida judicial que dictó el juez Vera Barros se produjo unos días después de que la defensa de Tognoli, a cargo de Eduardo Jauchen, presentara un escrito ante Vera Barros para que dictara su sobreseimiento en la causa por “falta de pruebas” y “vencimiento de plazos” procesales para que siga ligado al expediente.

Tognoli, otra vez detenido en Rosario

Como en octubre del año pasado, Tognoli se presentó a declarar y quedó preso. Foto: Archivo El Litoral

Mientras tanto, Ascaíni libre

Carlos Andrés Ascaíni, de 37 años, con domicilio en Villa Cañás, quedó libre a principios de noviembre unos días después que Tognoli, luego de depositar una fianza de 20 mil pesos en el Banco Nación, último requisito que le pidió el juez federal Marcelo Bailaque para abandonar la cárcel de Piñero como su lugar de residencia. En los tribunales federales consideran que es inminente un nuevo pedido de detención contra este supuesto narco.

Ascaíni quedó en libertad porque el operativo en el que se lo detuvo con 1,2 kilos de “cocaína” y un arma de fuego con numeración adulterada se puso en duda en la Justicia Federal. El “Vasco” fue apresado el 8 de mayo pasado por la Brigada Operativa de Drogas, que estaba al mando de Alejandro Druetta, quien detuvo al presunto narco en la intersección de las rutas 90 y 94, en Chapuy, cuando el Audi 4 en el que se trasladaba estaba estacionado. En el expediente 46.921 se resalta lo que declaró un testigo del operativo, algo que incrementa las dudas sobre el procedimiento. Este testigo dijo que los policías que habían detenido a Ascaíni le dijeron en qué lugar del auto debía mirar para advertir una bolsa transparente, que era donde estaba la cocaína. Otro punto llamativo es que la supuesta droga incautada resultó ser, según una pericia oficial del laboratorio químico de la ex Drogas Peligrosas, una solución de azúcar y anestésicos en un 96 por ciento con una concentración de cocaína de apenas el 4 por ciento. Ascaíni es un protagonista central no sólo de esta trama sino también de otras causas, como la que tiene implicado a Tognoli, preso desde hoy en Rosario.

Segunda vez

Hugo Tognoli ya conoce el calabozo ubicado en el predio del aeropuerto Islas Malvinas. Allí estuvo hasta el 5 de noviembre, cuando el juez Vera Barros dictó la “falta de mérito” y definió la excarcelación del ex jefe de la Policía. En los tribunales federales se produjeron cambios que repercutieron en el caso. La fiscal federal Liliana Bettiolo, que subrogaba el cargo, fue desplazaba por la Procuración General de la Nación. Y en su lugar asumió Juan Patricio Murray, fiscal de San Nicolás, quien tuvo un rol activo en causas de derechos humanos. El decreto Nº 682/12 de la Procuración estableció el desplazamiento, con la firma de la presidenta del organismo, Alejandra Gils Carbó. Desde que asumió Murray tuvo un alto perfil en la Fiscalía y lanzó una intensa presión contra los magistrados al reclamar que las causas de narcotráfico se entrecruzaran para ahondar en las investigaciones.