Homenaje a la mujer

“La rama inquebrantable”

Está pronto a editarse el libro “Carlos Kuraiem, obra literaria y poética”, de la Prof. Marta Goddio, que reúne investigaciones y experiencias didácticas realizadas en ámbitos educativos y culturales, y que toman como eje la obra literaria y musical de Carlos Kuraiem, poeta, escritor y músico argentino.

Transcribimos a continuación fragmentos del poema y del análisis de “La rama inquebrantable, elegía”:

“Dame la sombra de tu mano/ bajame una estrella,/ un estribo/ donde poder hacer pie/ y descansar por unos años/ mi cuerpo./ Dame la sombra de tu mano,/ guardate la tristeza/ ya llevo la mía, ¿no ves?/ en mis ojos/ donde tengo un dolor/ de hace mucho, lo sé./ Dame la sombra de tu mano,/ la flor que cuelga/ de tu rama inquebrantable/ por donde pasa la luz/ y gotea la lluvia/ y se vuelca el viento/ y se queda la primavera./ [...] / Dame la flor de tu mano,/ la sombra buena,/ que no me pregunten/ tu nombre.

“¿De dónde nace esta voz? ¿De qué rayo llega la fuerza inspiradora de los versos en rama que ofrenda el poeta, hasta quedar despojado de todo resguardo, en un canto elegíaco que agita hasta trocarlo en plegaria? Cada racimo se extiende en una súplica ansiosa trepando las soledades”, reflexiona Marta Goddio.

“No es azarosa la expresión de quien calificara a ‘La rama inquebrantable’ como un poema para toda una era, y que su nombre, que no se dice, está escrito en las líneas de la vida. Kuraiem percibe, descifra el misterio, nos enseña a escuchar y a interpretar sus enunciados guiando con delicadeza al espíritu en la búsqueda del mensaje que nos liga, tanto en las ilusiones como en las carencias, proclamando en su ruego la necesidad del consuelo ante el desamor o la injusticia, la irremediable ausencia, la impotencia ante lo inexorable”.

“El poema es una metáfora que alude a la historia universal de la mujer, desde la mirada masculina ubicando humildemente en su regazo las mismas debilidades, reivindicando sin alardes, sensiblerías o golpes bajos, la igualdad de género. No es raro que en una acción concertada este poema, escrito en 1984, se multiplicara en hojas volantes para ser compartido en plazas del país el 8 de marzo, con consignas alusivas al Día Internacional de la Mujer”.

“Es Ella, es ‘La Rama Inquebrantable’, ‘liviana, alada, sagrada’, quien sale abriéndose generosa para crear una atmósfera que envuelve a todos, como si el bálsamo de su esencia cubriera el auditorio, y un encantamiento o un hechizo bajara desde algún lugar para enraizarnos, cautivarnos hasta que escuchemos su elegía. Hasta que ese canto doloroso nos duela”.

“¿De dónde nace esta voz? ¿De dónde la fuerza para ofrecerse tan pródiga en flores que no agotan su néctar? Desconociendo toda avaricia, el poeta entrega frutos que perduran en el tiempo aunque sirvan sus versos en manteles negros. La rama inquebrantable tiene una fuerza misteriosa. Raíces hacia adentro nos guarda, gajos hacia arriba nos expande. La voz del poema tiene la fuerza del rayo: ilumina y quema”.

Carlos Kuraiem es poeta, escritor y músico, autor de: “Poesía: presagios de Guerra”, “El canto del gallo rojo” (1985), “De Laúdes y Mistoles (1996), “La canción del borracho” (1999), “La rama inquebrantable -elegía” (2004), “Obra Poética Ilustrada” (Antología, 2007), “El hilo de Ariadna, poemas de amor” (2011), “Poblado de ella” y “Un río nos separa” (2012); de la novela: “El hombre del traje a cuadros de diez colores que llegó en la carroza de los días patrios” (Segunda Edición 2013) y de los discos: “Folk Fusión Lírica” y “Canción para cruzar el puente y lo que sobra” (2012).

Fundó y dirigió el suplemento literario “El Ángel de Virrey del Pino” (1995 a 2003), en cuyas páginas se difundieron trabajos inéditos de autores de Argentina, Latinoamérica y Europa. Es coordinador literario de la revista La Matera (Santa Fe).