EL SÁBADO

entre susurros

Dos años después de la última vez, Soledad Villamil volverá a pararse bajo el haz de luz para ofrecer “canciones de todos en versiones propias”, junto a las que nacieron de su puño y hoy dan forma a su último cd.

 

Dos años después de la última vez, Soledad Villamil volverá a pararse bajo el haz de luz para ofrecer “canciones de todos en versiones propias”, junto a las que nacieron de su puño y hoy dan forma a su último cd.

“De diferentes modos, se trata de ponerle el cuerpo a estas historias y transmitirlas a quien quiera compartirlas”, expresó con voz de actriz cantante. Foto: PABLO AGUIRRE

 

Florencia Arri

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“Apenas mi voz levanto para cantar despacito porque el que se larga a los gritos no escucha su propio canto”.

La sabia “Milonga del Solitario” de Atahualpa Yupanqui suena fresca en la voz de Soledad Villamil, quien la rescata para explicar la magia que genera en escena, tanto al ofrecerse en voz como en pantalla grande. Dos años después de la última vez, en que presentó “Morir de amor” en el Paraninfo, la intérprete vuelve el sábado a nuestra ciudad para presentar su último disco, “Canción de viaje”.

Sobre las tablas del Centro Cultural Provincial (Junín 2457), desde las 21.30 ofrecerá los temas que rescata del olvido junto a las cuatro que nacieron de su pluma. Con voz de quien se sumerge en la misma entrega más allá del formato, al otro lado de la línea telefónica se confesó “inquieta”. Retomó a Yupanqui para explicar que, a la hora de hacer propias palabras ajenas o vestir la piel de otro, “la búsqueda siempre va hacia la esencia de las cosas, al acercamiento sutil necesario para no perderse en las cosas más grandilocuentes”.

Historias

Villamil cuenta en su haber un Premio Goya por su actuación en “El secreto de sus ojos”, y dos Cóndor de Plata por ese film y por “El mismo amor, la misma lluvia” que se suman a otros tantos premios nacionales. “Trabajé mucho tiempo como actriz, y todo lo que desarrollé está presente en mi música, porque tiene que ver con lo mismo: tomar palabras, ideas, personajes o historias que pueden estar incluidas en una canción tanto como en una escena, un guión o una obra de teatro -cuenta, como si fuera un trance simple de atravesar-. De diferentes modos, se trata de ponerle el cuerpo a estas historias y transmitirlas a quien quiera compartirlas”.

Triunfante en el reto de saltar de formato, a estos bronces sumó dos premios Gardel a la música por “Canta” (2007) y “Morir de amor” (2009). Simple, se dice sorprendida por la repercusión de su carrera como cantante: “Todo lo que ocurrió con la música, incluyendo los premios, superó mis propias expectativas. Cuando comencé a cantar lo hice sin pretensiones, sin ningún tipo de proyección. Necesitaba hacerlo, generarme un proyecto con esto que me sale del alma. Así nació y se desarrolló esta nueva faceta. Hoy vivo el reconocimiento del público, los premios y la posibilidad de seguir creciendo como una especie de milagro, porque me permite lo que hoy más tengo ganas de hacer: cantar. Después de haber trabajado tantos años como actriz, ésta es una faceta diferente que me abre una posibilidad de crecimiento distinta; tengo que aprender a alternarlas”.

En la ruta

En habitaciones de hotel, entre filmaciones y conciertos, en la ruta y habituándose a esta nueva faceta de su vida, Soledad aprovechó cada resquicio para plasmar en tinta sus emociones y enfrentar así su nuevo desafío. Así nació “Canción de viaje”, disco que delata las circunstancias en que nació y los nuevos rumbos que propone en sonidos.

En ésta, su tercera placa de estudios, esta mujer de ojos grandes dejó de lado el repertorio tanguero que nutrieron los dos anteriores para abrazar “distintos géneros, sonidos que vinieron de otros lugares y también son un viaje: canciones de Chile, Brasil, Uruguay, Cuba y México; canciones de procedencia variada que traen otras voces”.

En sus labios, esta vez el recorrido propone diferentes paisajes y emociones, “canciones de todos en versiones propias, que van y vienen a través del tiempo, escritas en aviones, carreteras y hoteles, de viaje por el mundo”.


“Canción de viaje”

El disco se compone de los temas: “Desde el alma” de Rosita Melo y Homero Manzi; “Maldigo del alto cielo” de Violeta Parra; “De qué callada manera” de Nicolás Guillén y Pablo Milanés; “Biromes y servilletas” de Leo Maslíah; “Volver, volver” de Fernando Maldonado y “O samba e o tango” de Amado Regis.

La dupla Villamil - Teixidó aporta cuatro temas. “Ya traté de olvidarte”, el primer corte, es una irresistible rumba con arreglo de vientos y percusiones; estilo que también alcanza a “Mi condena”, otra canción de las que quedan en la memoria. “Así nomás” es próxima al bolero y “La vida seguirá” un vals que comparte con las otras la temática amorosa.