Pueden ser detectadas fácilmente

El 80 % de las escoliosis se produce en personas sanas

El Hospital de Niños hizo una campaña para diagnosticar los casos, ya que los chicos sanos no suelen ir al nosocomio y muchos desconocen que tienen tal patología. Hay tres grados de desviación de columna y el más grave requiere de una cirugía. En 10 años el Alassia ya hizo 300 intervenciones.

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Agustina Mai

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En el Día de la Escoliosis, el Hospital de Niños Orlando Alassia realizó una campaña de detección de esta desviación de la columna vertebral.

La escoliosis se puede presentar en personas sanas o en pacientes con otras patologías graves, como parálisis cerebral o síndrome genético. “En general, estos chicos ya están dentro del ámbito de salud: son atendidos por neonatólogos, neurólogos, fisiatras. Si aparece una escoliosis, están todos pendientes. En cambio, muchos de los chicos sanos no tienen contacto con el hospital y no saben que esta patología presenta algunos síntomas fácilmente detectables”, explicó el doctor Gabriel Esquivel, uno de los especialistas del hospital, que trabaja junto a Germán Yobe.

Los signos que permiten sospechar una desviación de columna son la asimetría de hombros o caderas y un bulto de un lado de la espalda. Así fue como Carmen Zahler se dio cuenta de que su hija Agustina tenía algo raro. “Cuando cumplió 13 años, pegó el estirón y yo le decía: ‘Ponete derecha’. A los 14, le noté una asimetría en la cadera y a los 15, que las costillas le sobresalían de un lado y del otro no”, relató la mamá.

Un traumatólogo le diagnosticó escoliosis y con un espinograma determinó el grado de desviación de la columna. “Agustina tenía dos curvaturas: una lumbar de más de 50º y otra dorsal de más de 40º. La única opción era operarla”, recordó Carmen.

La adolescente fue intervenida en el Hospital de Niños. A los seis días le dieron el alta y si bien el primer año no pudo hacer ejercicio físico, hoy ya retomó su vida normal. “La recuperación fue buena y se nota la diferencia. Está mucho más derecha. Ahora tiene que controlarse cada dos años”, concluyó la madre.

Estadísticamente, el 80 % de las escoliosis son en personas sanas y el 20 % en chicos con patologías graves. “Nosotros estamos trabajando mitad y mitad. Esto nos da la pauta de que hay una población que no sabe que tiene escoliosis o no sabe que se puede tratar en el Hospital de Niños”, explicó el profesional.

Eso motivó la campaña de detección, que consistió en revisar a los niños sin sacar turno previamente. “El examen físico es muy fidedigno y no da lugar a dudas: si hacés agachar a un chico hacia adelante y le mirás la espalda, no hay forma de que no se vea una escoliosis por más leve que sea. Si detectamos algo, le ordenamos una radiografía”, contó Esquivel.

Distintos grados

Entre el 3 y 4 % de la población tiene este problema y es ocho veces más frecuente en mujeres que en varones. “Esto es así porque los receptores de crecimiento de la columna están asociados a receptores de estrógeno. En el brote puberal, que en las mujeres es entre los 11 y 13 años, se produce mucho estrógeno. Lo que genera la escoliosis es que crecen más las vértebras de un lado de la columna y por eso hay asimetría”, detalló Esquivel.

Hay tres tipos de escoliosis: la leve es de hasta 20º de desviación y sólo requiere controles periódicos con radiografías hasta la finalización del crecimiento (en las mujeres dos años después de la primera menstruación y en los varones hasta los 18 años). Entre 20º y 40º es moderada y, en estos casos, se pone un corsé para impedir que la columna se siga torciendo. “Es un intento para que no se agrave y la tasa de éxito es del 60 %”, sostuvo Esquivel.

Entre el 15 y 20 por mil de las personas padecen escoliosis grave, que es cuando la curvatura supera los 40º y sólo puede corregirse con una cirugía, como en el caso de Agustina.

El Hospital de Niños trabaja hace diez años atendiendo a estos pacientes y ya realizó 300 operaciones. “Por vía posterior, se ponen implantes metálicos en cada una de las vértebras comprometidas por la curva. Esos implantes son unidos por medio de barras y se maneja la deformidad para corregirla. Se saca injerto óseo que puede ser del banco de hueso o del mismo paciente (de la cadera) y se pone para que la vértebra se fije en esa nueva posición y dejarla lo más derecha posible”, detalló el cirujano.

El posoperatorio exige unos días de internación y un año para volver a hacer deportes. ¿Qué pasa si una escoliosis grave no es operada? “Primero hay un impacto estético, con sus implicaciones psicológicas. Luego, alrededor de los 30 años, empiezan los dolores de cintura y de piernas por un desgaste prematuro de la columna (artrosis). Finalmente, aunque no es muy común, puede haber problemas respiratorios o cardiológicos, porque la columna cumple un rol importante en sostener la caja torácica”, concluyó Esquivel.

Entre el 15 y 20 por mil de las personas padecen escoliosis grave y sólo puede corregirse con una cirugía.

El 80 % de las escoliosis se produce en personas sanas

Evidente. “Si hacés agachar a un chico hacia adelante y le mirás la espalda, no hay forma de que no se vea una escoliosis, por más leve que sea”, aseguró el doctor Esquivel, del Alassia.

Foto: Guillermo Di Salvatore

Entre el 3 y 4 % de la población tiene este problema y es ocho veces más frecuente en mujeres que en varones.