La situación argentina

La SIP denunció presiones a los medios

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) describió las presiones que realizó el gobierno argentino a empresas privadas para que “retiren sus avisos en los medios independientes de comunicación” como “un nuevo y formidable ataque” a la libertad de prensa.

También le solicitó a aquellas compañías “que ceden ante el chantaje” que “muestren un comportamiento digno y acorde con los valores de la democracia y de la libertad de expresión”.

“‘La historia ha demostrado en estos casos que toda ganancia es momentánea y de corto plazo”, advirtió la SIP.

Las Conclusiones que dio a conocer la entidad al cierre de la Asamblea que se desarrolló en Puebla (México), comenzaron con una descripción de toda América en materia de libertad de prensa, que “sigue jaqueada por gobiernos autoritarios e intolerantes que multiplican y reinventan su acoso al periodismo, así como por una violencia que parece no encontrar límites”.

Sin embargo, el eje del cierre formal de la Asamblea fue la situación de la Argentina, tras conocerse la denuncia que realizaron los editores locales sobre la decisión de no publicitar más las ofertas de supermercados y cadenas de electrodomésticos en los diarios Clarín, La Nación y Perfil.

El sábado se había denunciado el boicot publicitario como “una variante de la censura y una vulneración del derecho de los consumidores a conocer el precio o las ofertas de los productos que pretenden adquirir”, al tiempo que se reveló que la pérdida anualizada de los medios afectados alcanzaría a los 70 millones de dólares.

“Hoy, en la Argentina, como ocurriera en el Perú de Alberto Fujimori, importantes avisadores retiraron por completo sus anuncios luego de que el gobierno así se los ordenara y ante el temor de sufrir represalias tributarias o de otro orden”, explicó la SIP al cierre de las deliberaciones.

“El periodismo crítico, discriminado por el gobierno pues no recibe publicidad oficial, se enfrenta a la encrucijada de ya no poder subsistir”, añadió.

Modus operandi

También los editores de diarios de todo el continente advirtieron además a los gobiernos que “practican” las normas de la democracia republicana sobre “los peligros que entraña un mismo modus operandi de prácticas antidemocráticas que no respeta fronteras ideológicas en el Hemisferio Occidental”. En la lista, la SIP incluyó a la Argentina, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Cuba, Honduras, Nicaragua y Panamá.

El organismo volvió a denunciar que en estos países existen “inmensos aparatos de propaganda estatales y privados creados con, entre otras cosas, el fin de difamar y atacar a periodistas, responsables de medios de comunicación, empresarios y políticos que no comulgan con el pensamiento oficial”.

En tanto, señaló que la publicidad oficial “crece sin disimulo y asciende a sumas millonarias” y agregó que “sigue siendo utilizada como método de discriminación en contra de los medios no adictos en esos países, a los que se suma también Guatemala”.

Como modus operandi se destacó que en esos países “los discursos oficiales se reproducen en forma idéntica: se acusa a los medios de prensa de desestabilizar y hacer oposición por el solo hecho de hacer su trabajo, que consiste en informar y opinar. Se dilatan o no se sancionan leyes que favorezcan el acceso a la información pública”.