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La soja, en baja, por una cosecha que no se definió

Los valores retroceden ante la mayor oferta que ingresaría al mercado, aun cuando está en duda el número que señaló esta semana Agricultura, de 51 a 52 millones de toneladas.

Lorena D’Angelo

Los precios agrícolas en el mercado externo de referencia tuvieron un comportamiento mayormente alcista, que no pudo reflejarse en el mercado local por la presión que ejerce la cosecha gruesa. La recolección de maíz y soja avanza a un ritmo lento al compararlo con otros años a la misma época, y con resultados dispares.

El cereal comenzó con muy buenos resultados, producto de los cultivos sembrados temprano, que no fueron tan afectados por las condiciones de sequía durante los primeros meses del año.

Igualmente, el productor que está cosechando muestra muy poca demanda por parte del sector exportador, que sólo ofrece cerrar negocios a 170 dólares para entrega a partir de abril, cuando la capacidad teórica de pago a partir del precio FOB ronda los 205 dólares.

Con la comparación entre ambos valores se muestra un margen de 35 dólares que puede aprovechar aquel exportador que tiene aún ROE por solicitar y no compró anticipadamente la mercadería pagando precios más altos. Estos llegaron hasta los 215 dólares por maíz nuevo durante el mes de noviembre pasado.

Los productores que pudieron aprovechar los altos precios en aquella oportunidad hoy no muestran necesidad por realizar negocios nuevos, pero sí los quieren hacer efectivos a partir de la cosecha con la entrega del grano a los compradores.

Los exportadores, aun sin llegar la recolección en su período de mayor actividad, muestran en algunas terminales dificultades logísticas para recibir el grano.

Sumatoria de problemas

Al mencionado problema se le suma la nueva reglamentación sobre la liquidación de operaciones de productos agrícolas que entró en vigencia la semana pasada.

La resolución 3.419 de la Afip implementa la facturación electrónica de operaciones primarias de compra venta de granos, en reemplazo de la utilización de los formularios 1.116, para un mayor control de los negocios agrícolas.

Para la Afip, la ventaja del sistema radica en facilitar el control de las operaciones porque dispone de manera inmediata de mayor información de los granos producidos por las empresas agropecuarias y puede cruzarla con las declaraciones de existencia que está pidiendo a los productores, mientras que para los operadores comerciales el sistema reduce los costos de papeleo y tiempo.

En el poco tiempo de vigencia, los beneficios están lejos de materializarse en la operatoria, ya que el sistema cuenta con muchos problemas para al acceso y la correcta utilización y, como consecuencia, muchos compradores están aceptando los formularios viejos.

De esta forma, una vez más el Gobierno, en plena cosecha, realiza una modificación en el comercio agrícola que afecta la operatoria y principalmente la liquidación de las operaciones en momento en el que los productores necesitan cobrar sus negocios.

Estimaciones

El sector productor espera una recuperación esta campaña a partir de obtener mejores rendimientos, pero en un contexto de menores precios. Los precios a cosecha están por debajo de los valores actuales. Algunos negocios con soja para entrega cercana pudieron realizarse hasta 1.700 pesos esta semana, unos 50 debajo de la semana pasada y por arriba de los 1.600 que se negociaba la oleaginosa condición contractual. Así, los precios de la soja muestran que al acercarnos a la plena cosecha bajan por la mayor oferta que ingresaría al mercado, aun cuando está en duda el número que señaló esta semana el ministro de Agricultura de una producción de entre 51 y 52 millones de toneladas.