Porciones de alimentos: poniendo límite a las calorías

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En la actualidad, las personas comen mucho más de lo que solían comer y mucho más de lo que necesitan, una actitud que conspira contra cualquier intento por mantener el peso.

TEXTO. LIC. MARCIA SONZOGNI Y DR. CRISTIAN MEYER.

A todos nos ha pasado, quizás al inicio de una dieta o porque en verdad queremos saber cuánto comemos, que controlemos las porciones de comida; un arte que no es difícil de aprender, pero requiere constancia y compromiso. Conocer en qué consiste una porción, y comerse solamente esa cantidad, es fundamental para las personas que desean tener control sobre su peso.

Afortunadamente, con un poco de práctica se puede desarrollar precisión. No es necesario medir toda la comida que se consume cada día; basta con tener un punto de referencia inicial. La clave está en la cantidad y variedad de los alimentos que se deben consumir, sin olvidar también que tienen gran importancia ciertas características como la edad, el tipo de actividad física diaria, condiciones de salud y la etapa de desarrollo en que se encuentre la persona (adolescencia, embarazo, lactancia, menopausia, tercera edad).

LAS PORCIONES EN EL TIEMPO

Sabemos que aquello que comemos incide de manera directa sobre la salud del cuerpo y aunque la calidad de los nutrientes que poseen los alimentos es de gran importancia, para llevar una dieta equilibrada también es relevante cuidar la cantidad.

En la actualidad, las personas comen mucho más de lo que solían comer y mucho más de lo que necesitan. Esto significa que se encuentran asimilando constantemente más calorías que las que sus cuerpos pueden quemar. Lamentablemente, muchos de nosotros no advertimos que estamos comiendo demasiado porque nos hemos acostumbrado mucho a ver y a comer porciones grandes.

En las últimas tres décadas las porciones de alimentos se han incrementado notablemente, ofreciéndonos así una misma comida de mayor tamaño que, por lo tanto, nos ofrece más calorías y no siempre más nutrientes. El precio de esta sobreabundancia es alto.

Hoy por hoy, vivimos la generación de las “super-porciones”, cada vez más grandes y sobre todo si se trata de comida rápida. Quizá por ello también, es necesario controlar un poco el tamaño de las raciones ingeridas, pues si bien es posible en el marco de una dieta saludable consumir de todo, si nos excedemos con alimentos que el cuerpo necesita en pocas cantidades, claramente propiciaremos un balance energético positivo y así, lejos de mantener el peso y más lejos aún de perder kilos, favoreceremos el sobrepeso.

Es fácil comprender por qué la industria gastronómica tiende a servir mucha más comida de la necesaria: a los clientes les encanta sentir que están recibiendo lo mejor a cambio de su dinero. Pero el valor de las comidas no constituye un buen negocio si triplica nuestras calorías y prepara el terreno para los problemas de salud.

Este es uno de los tantos factores dietéticos que contribuyeron al desarrollo de enfermedades como la obesidad, la diabetes, la hipertensión, colesterol alto e incluso en algunos casos depresión. Por eso, controlar las porciones y limitar la cantidad de alimento que consumimos es fundamental si queremos llevar una dieta equilibrada que repercuta positivamente en nuestra salud.

TODO ES CUESTIÓN DE PORCIONES

El tamaño de la porción es una cuestión objetiva, aunque como consumidores podemos decir que consumimos una porción grande y estamos realizando una valoración subjetiva y por lo tanto, variable, de la cantidad de alimento consumido.

En otras palabras, una buena práctica es permitirle al estómago, en lugar de a los ojos, que te anuncie cuando estás satisfecho con una comida. La clave para mantener un peso saludable es escuchar las señales que brinda tu cuerpo, que te indican cuándo tiene hambre y cuándo está satisfecho. A veces, estas señales pueden confundirse por comer o hacer dieta en exceso constantemente, por lo cual es útil controlar el tamaño de las porciones y hacer elecciones alimentarias inteligentes.