HISTORIAS ESCRITAS SOBRE EL RING

Baldomir-Cruz en Mazatlán: Crónica de un atraco

Esta es la crónica de lo que podríamos definir lisa y llanamente como un atraco “a la mexicana”, o una “mexicaneada” doble, si se quiere, ya que se trató de un claro despojo deportivo seguido de estafa. En definitiva, es la historia de aquella vez que a Carlos Baldomir lo perjudicaron con el fallo de una pelea eliminatoria que le tocó realizar en México y después lo engañaron con la plata que le correspondía cobrar en concepto de bolsa.

Sergio Ferrer

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Fue el viernes 22 de marzo de 2002 frente al pugilista local José Luis “Chelín” Cruz, por entonces número dos del ranking welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), organismo en el que el argentino era el tercero clasificado. El combate, con el que se pretendía dejar esclarecido el futuro retador obligatorio o mandatorio del monarca Vernon Forrest, tuvo lugar en el Coliseo Teodoro Mariscal de la ciudad de Mazatlán (un estadio de béisbol), en la costa mexicana del Pacífico.

Hace once años atrás, en la primera plana de su edición del sábado 23 de marzo, para aquellos que son lectores normales y empiezan a repasar el periódico sin saltearse sesiones o desde el principio, El Litoral tenía un breve anticipo sobre el enfrentamiento. “Boxeo: En polémica decisión, los jueces determinaron un empate en el combate eliminatorio que esta madrugada protagonizaron en Mazatlán el santafesino Carlos Baldomir y el mexicano José Luis Cruz”, decía la portada del vespertino. Paralelamente, en la página 6 podía observarse el siguiente título: “Empate de Baldomir, en un peleón”. Después, en la bajada de la nota, se aclaraba que el match había sido “vibrante y durísimo”, mientras que en el copete, o texto introductorio, ya dejábamos un par de sensaciones personales respecto al mismo: “Fue en fallo dividido; dieron ‘tablas’, pero el santafesino asegura haber ganado por paliza”. “El promotor local sugirió a José Lemos, director técnico del visitante, que haga una queja formal ante el CMB; por ser una eliminatoria, cabría la posibilidad de una revancha”, afirmábamos también.

El relato del “Tata”

¿México lindo y querido? A juzgar por la bronca evidenciada por Baldomir en su diálogo con este medio, habrá que dejar la sonora y musical expresión para otra oportunidad. Anoche, en su duelo con Cruz, en el que estaba en juego una futura chance mundialista contra Vernon Forrest y en el cual hubo varias situaciones de dramatismo, al “Tata” lo privaron -a través de las tarjetas- de lo que habría sido un legítimo triunfo”, narrábamos en aquella oportunidad. El pleito no fue televisado en directo para ninguna parte del mundo, así que para armar nuestro comentario debíamos esperar que el propio Baldomir o alguno de los integrantes de su equipo (el entrenador Lemos, el preparador físico Jorge Artucio o el doctor Nicolás Rondón, avezado médico del grupo) volvieran al hotel donde pernoctaban, para entonces poder recabar mayores detalles acerca de la contienda. No obstante ello, sabíamos que se trataba de un empate “medio agarrado de los pelos”, porque en uno de los tantos llamados al referido resort, el recepcionista Miguel Valdez nos había puesto al tanto del resultado: “Sé que han empatado, pero creo que ganó el de ustedes; al menos eso es lo que me dicen quienes pudieron ir a ver la pelea”.

Las alternativas de la disputa seguían siendo ajenas para nosotros, hasta que ya avanzada la madrugada dimos con Baldomir, quien nos confirmaría, un tanto entristecido, lo que había pasado. “El jurado vio cualquier cosa”, nos dijo de entrada, aunque luego nos enteramos que un juez lo vio ganar 116-112, mientras que otro dio 113-113 y el restante 113-111 a favor de Cruz. “Estoy amargadísimo, porque le gané con total claridad y si no lo puse nocáut es porque es muy duro. Me tiró en el cuarto con un piñazo terrible, sí, pero luego comprobé que no es un boxeador que pueda complicarme; fue un derechazo que me pescó frío y me puso mal, pero me levanté lúcido cuando el árbitro iba contando cinco; antes y después de eso le hice lo que quise, realmente, hasta hacerlo pasar de largo y pegarle de contra”, explicaba el “Tata” a continuación. “El primer round fue parejo, pero fue ese sólo, porque en el segundo ya lo tiré y le pegué bastante (lo tiré con una izquierda por afuera, una mano que le metí toda la noche); a partir del quinto asalto la pelea fue mía; el terminó cortado en el medio de la frente y con los ojos muy hinchados”, redondeaba Carlos su “telefónica” descripción.

Sobre llovido, mojado

Una vez conocido el fallo de la pelea, el promotor Rogelio Robles -manager de “Chelín” Cruz- le sugirió a Lemos que hiciera una queja formal ante el CMB en el Distrito Federal de México, aclarándole, además, que él mismo, si bien iba a tratar de hacer todo lo posible para salvaguardar la posición de su dirigido, les facilitaría el video del combate para que puedan llevar adelante el mencionado reclamo. Todo parecía quedar en un pacto de caballeros y encaminado hacia un encuentro desquite, pero “el bueno” de Robles en realidad era un verdadero tránsfuga insolvente, que en su accionar escondía una singular “mexicaneada”. Efectivamente, en Mazatlán sólo abonó 4.000 de los 24.000 dólares que debía pagar en concepto de bolsa de Baldomir (eran 25.000, pero 1.000 debieron ser desglosados para cubrir el arancel del CMB) y por los otros 20.000 prometió realizar una transferencia bancaria que jamás concretó en su vida.

Lemos, que había sido advertido de algunas “agachadas” famosas de Robles y tenía serias dudas respecto al cobro de la paga pactada para su pupilo, hasta último momento estuvo a punto de no subir a pelear, porque sospechaba abiertamente de su “colega” mexicano. Lo hizo porque desde las oficinas del CMB le habían garantizado que Baldomir cobraría la paga estipulada en forma íntegra, hecho que, lamentablemente, nunca ocurrió. Tal fue el escándalo, que el CMB (comprometido a tener que responder por semejante villano) hasta tuvo que hacer pedidos a nivel internacional para evitar que Robles -que durante varios meses estuvo virtualmente desaparecido- cruzara la frontera rumbo a Los Angeles, en Estados Unidos (donde hubo una época que tuvo un negocio de tacos). Obviamente, las gestiones del CMB no prosperaron y José Sulaimán Chagnón, presidente del mismo, debió salir del paso con una carta personal de disculpas y el posterior envío de dinero para Baldomir (10.000 dólares). Con esos gestos intentó poner a resguardo la posición institucional, ya que fueron ellos, desde el CMB, quienes aseguraron a Lemos y Baldomir que Robles pagaría. El pago de la plata faltante nunca se realizó y lo que en un principio Sulaimán supo mandar en calidad de préstamo, con el tiempo se convirtió en un regalo para el “Tata”, quien, como es sabido, en 2006 logró ser campeón mundial de la nombrada entidad boxística.

Baldomir-Cruz en Mazatlán: Crónica de un atraco

México no fue ni lindo ni querido para Carlos Baldomir. En 2002 sufrió un claro despojo arriba del ring contra “Chelín” Cruz y luego fue estafado por el promotor Rogelio Robles. Ilustración: Lucas Cejas.

Señor, la gente de Santa Fe todavía no volvió al hotel. Sé que la pelea fue empate, pero los muchachos que pudieron ir a verla me dicen que ganó Baldomir sin ninguna duda y que con el fallo que le dieron, realmente lo perjudicaron”.

Miguel Valdez

Recepcionista de Mazatlán, 23 de marzo de 2002.

La última

Carlos Manuel Baldomir cumplirá 42 años el próximo 30 de abril. Desde 2010 vive en Junín (Buenos Aires), donde actualmente tiene un gimnasio para la práctica del boxeo competitivo y recreativo. Su última pelea profesional la realizó en México, perdiendo por abandono en el cuarto asalto contra el local Marco Antonio Rubio. Fue en Celaya, Guanajuato, el 8 de septiembre de 2012, en disputa del título supermediano de la poco creíble Federación Mundial de Boxeo. Hasta ese combate, su récord marca 70 presentaciones rentadas, con 49 triunfos (15 KO), 15 derrotas y 6 empates.

/// EL DATO