Quedó demostrado anoche tras la eliminación de la Copa Argentina

el juego de Unión es Lizio, Franzoia y nueve más

Después de empatar 1 a 1, el equipo tatengue se quedó afuera de la competencia al caer 8-7 en la definición por penales ante Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, en Chaco.

Alberto Sánchez

(Enviado especial a Resistencia, Chaco)

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Tras la eliminación de la Copa Argentina mediante la ejecución de tiros desde el punto penal después de empatar 1 a 1 contra Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, quedó demostrado anoche en el Estadio Centenario del club Sarmiento de la ciudad de Resistencia (Chaco) que Unión es un equipo con Damián Lizio y Andrés Franzoia, y otro totalmente distinto sin ellos dos. Para encarar los 24avos de final del más federal de los certámenes de fútbol de nuestro país, Facundo Sava armó un once titular formado por una mezcla entre jugadores que habitualmente son titulares en el Torneo Inicial de la Primera División, y otros que necesitan sumar minutos de fútbol.

Claro está que en el banco de relevos se quedaron, por las dudas el resultado era negativo, los dos hombres mencionados, a los cuales tuvo que recurrir el director técnico rojiblanco en el segundo tiempo, para tratar de dar vuelta el 1-0 con el que había finalizado la etapa inicial. A los dos minutos de la misma, Sarmiento sufrió una descompensación y el “Colorado” llamó inmediatamente a Lizio, quien recién había empezado a realizar los movimientos precompetitivos junto a sus compañeros. Rápidamente, la única incorporación tatengue para el campeonato se convirtió en la manija del equipo.

Para generar alguna situación de peligro para la valla del experimentado arquero Catriel Orcellet, la pelota debía pasar por los pies del jugador que vino del fútbol boliviano, quien casi siempre arrancó desde la izquierda hacia el medio, haciendo lo que más sabe, desequilibrar con algún pase entre líneas a modo de asistencia, o mediante sus imprevistos como positivos enganches en espacios reducidos, siempre encarando el área rival.

Hasta promediar el complemento, se las arregló para llevar al elenco santafesino a jugar al campo adversario, sólo le faltaba el socio ideal para que llegue la igualdad. Y a los 22 minutos, Sava decidió la entrada de Franzoia por el “Huevo” Moreno. Cinco minutos pasaron solamente para que Unión concrete en la red lo que estaba buscando y mereciendo. Una vez más se juntaron los socios por izquierda, encarando hacia el cuadro mayor entrerriano. Parecía que la jugada se “ensuciaba” por un rebote en una pierna de un defensor, pero Lizio la limpió con una excelente asistencia a Franzoia, quien enganchó hacia el medio y enfrentó a Orcellet, abrió el pie derecho y la puso en el caño más lejano. Un golazo.

Mientras el elenco de la Avenida seguía presionando, el “Lobo” entrerriano no pasaba la mitad de la cancha. Mientras Limia era otro espectador más, su colega de Gimnasia se revolcaba en el piso, descolgaba centros, y no le daba la voz para dar indicaciones a sus compañeros. De todas maneras, con mucho esfuerzo, los de Concepción del Uruguay llegaron al final del partido con el objetivo cumplido. Unión se quedó con las ganas de seguir en la competencia en los 90 minutos reglamentarios, sin tener que ir a la instancia de los penales, la que finalmente favoreció al mensana 8 a 7, tras patear nueve tiros cada uno.

Otro equipo de Primera División que quedó eliminado por uno de una categoría inferior en esta Copa Argentina. De todas maneras, Unión jugó un partido interesante, debió ganar por merecimientos propios y por haber concretado un gol lícito a través de Magnín faltando tres minutos para el final, si no hubiese sido por el línea Jorge Díaz, quien observó una inexistente posición adelantada del “Morocho”. Pero anoche quedó claramente marcado que si no juegan Lizio y Franzoia, el conjunto del “Colorado” Sava tiene serias complicaciones para lastimar hasta el más mediocre de los rivales.

Tatengue en Chaco

Jorge Rodríguez (no confundir, no “Corcho”, el ex de Susana Giménez) es un santafesino que desde muy joven, y por razones laborales de su padre, debió radicarse en Resistencia, la capital de Chaco. El hombre a quien se hace referencia trabaja en el Hotel Marconi, que está ubicado junto al Amerian (un cinco estrellas con casino incluido), en el que se hospedó el plantel de Unión para esperar el enfrentamiento ante Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay.

La casualidad hizo que, al hospedarme en el hotel en el que trabaja Jorge, pueda entablar una larga charla con él. Durante la misma (en la mañana el partido), me contó que es fanático de Unión, que siendo pequeño concurría al 15 de Abril, a la “tribuna de los pinos” (hoy la de Cándido Pujato), lo que indefectiblemente delata su edad, y que por nada del mundo iba a perderse de ir a ver a su equipo.

Entre otras cosas, comentó que siendo adolescente, y por vivir en barrio Candioti, era asiduo espectador de los tradicionales matinés del cine Esperancino, del cual lo separaban sólo dos cuadras de su domicilio. Aprovechó la oportunidad para saludar a sus amigos de la infancia y adolescencia, guardando grandes e inolvidables momentos de una época (entre los 60 y 70) “imposible de olvidar, a pesar del paso del tiempo”.

Demasiada distancia Entre las figuras y el resto

Sin dudas que tanto Damián Lizio como Andrés Franzoia están un par de escalones, como mínimo, arriba del resto de los jugadores de ataque, como es el caso del uruguayo Alemán. Si bien el “charrúa” dejó todo, está lejos de ese jugador desequilibrante que Unión fue a comprar a Uruguay en una cifra muy importante.

Foto: Gentileza Diario Norte de Chaco

Poco público en Chaco

Las tribunas estuvieron casi despobladas, debido a la distancia que separa a la ciudad sede de la de origen de los dos clubes, en algo que es constante en la Copa Argentina, salvo cuando juega un equipo grande de Buenos Aires o se disputan instancias decisivas. En la imagen, “Tarrito” Pérez, que alternó buenas y malas, le gana la posición a un rival.

Foto: Gentileza Diario Norte de Chaco