Pancho Varona y Antonio García de Diego, músicos históricos y artesanos de las canciones de Joaquín Sabina, llegan nuevamente a Santa Fe.

Natalia Pandolfo

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Cuando la Orquesta del Titanic parece haber apagado sus últimos sonidos por este lado del mundo, dos de sus músicos regresan para seguir extrayendo magia de sus guitarras.

Se trata de Pancho Varona y Antonio García de Diego, quienes el viernes 29 a las 21.30 traerán a Santa Fe sus “Noches sabineras”. Será la segunda vez que visiten la ciudad con este espectáculo: en 2011, lo presentaron en ATE Casa España, donde el público desbordó el espacio disponible y cantó a viva voz durante dos horas y media. Esta vez, el Centro Cultural Provincial (Junín 2457) se convertirá en el gran living por donde desfilarán las letras y músicas que dan forma a la identidad sabinera.

Más que un concierto, el encuentro se plantea como una “reunión de amigos” donde impera la buena letra y las estrofas emblemáticas del maestro Joaquín Sabina.

Los músicos españoles proponen un recorrido por las canciones de siempre, en distintas versiones, y como una cebolla van quitándole las capas hasta dejarlas en el estado en que alguna vez fueron concebidas. Luego, en una segunda parte, invitan a los valientes que quieran subir al escenario y cantar con ellos algunos de los himnos sabineros, en plan karaoke de lujo.

Entre caballeros

A modo de homenaje al creador de Úbeda, pasan composiciones que los músicos comparten con Sabina, con canciones del estilo de “Así estoy yo sin ti”, “Peor para el sol”, “Con la frente marchita”, “El hombre del traje gris”, “Ruido”, “Contigo”, “Y nos dieron las diez”, “Y sin embargo”, “Todos menos tú”, “Princesa” y “Pongamos que hablo de Madrid”, entre muchas otras.

Pancho y Antonio son arregladores, productores y coautores de muchas de las canciones de Sabina. Varona es guitarrista y ha participado en diferentes producciones de la música española y también en bandas sonoras, como la de la película “Cómo ser mujer y no morir en el intento”, y tiene un disco editado en solitario. En tanto su compañero y amigo García de Diego, es guitarrista, pianista y compositor, ha acompañado a Miguel Ríos, Víctor Manuel y Ana Belén, entre otros.

Juntos ofrecen las mejores versiones de los clásicos de Sabina, en un show impecable y emotivo; y prometen un final con el auditorio cantando emocionado los clásicos que guarda la memoria colectiva.

Amor se llama el juego

“Tenemos un amor particular por Argentina”, definió en una entrevista Varona. “Buenos Aires es el cuartel general, el punto clave. Todo comenzó cuando veníamos aquí en los años ‘88 y ‘89. Era nuestra referencia en América Latina. Con Buenos Aires siempre ha habido una cosa especial, la referencia cultural, musical, literaria, teatral.. para dos españoles como Joaquín y yo, que íbamos buscando emociones”.

De hecho, hay muchas canciones que tienen su versión para Argentina. “Joaquín siempre ha querido cuidar mucho y tener guiños y detalles con el público argentino, porque tiene devoción por vosotros”, reafirma el músico, que define al público sabinero como “el más inteligente que hay”. “Lo digo de verdad, porque para entender a Joaquín hay que ser culto y hay que ser inteligente. Es un hombre que escribe de una forma asombrosamente bella y dulce, pero tienes que tener cierta cultura y cierto conocimiento del idioma para comprenderlo”.

El espíritu de Joaquín sobrevuela durante un show íntimo, entre amigos. Protagonizada por los guitarristas y cerebros de la banda, la gira viene recorriendo distintas ciudades de Argentina.

Foto: ARCHIVO EL LITORAL