En el cálido domingo de Pascuas...

Unión llevó el huevo y olvidó la sorpresa

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Rafaela)

Si Unión hubiese tenido la misma decisión para ir a buscar el partido y el arco de enfrente como la mostró ante Boca y Tigre, no tengo ninguna duda de que lo ganaba. Tampoco tengo dudas de que el resultado es injusto y de que Unión, al menos, mereció quedarse con un punto. Y también está claro que este equipo es una versión tremendamente mejorada que se va prolongando en el tiempo. No fue una casualidad lo de la Bombonera, sino una causalidad. Unión dio un vuelco de 180 grados en actitud, en solidez, en confianza y en fútbol también. Esto permitió que Sava saliera a decir, por ejemplo, que “jugando así, si nos vamos al descenso volveremos a los dos minutos”. Y si el Colorado lo dice, es porque encuentra en sus jugadores una respuesta anímica, de actitud y de entrega que pone un manto de cierto alivio en medio de semejante situación por la que, matemáticamente, atraviesa la institución.

Eso sí. Unión desperdició un tiempo en Rafaela: el primero. Salió sin la misma decisión que ante Boca y Tigre; o por lo menos sin el mismo ímpetu para llevarse por delante al rival. Inclinó mucho el juego por el sector derecho y se olvidó de Franzoia. Lizio, suelto y libre para rotar posiciones, decidió tirarse más por el costado de Montero. Posiblemente haya sido una estrategia, para obligar al retroceso de Eluchans y lastimar por allí. Pero esto hizo que Franzoia entrara poco en juego, que se perdiera la buena sociedad que él y Lizio han sabido armar en otros partidos y también le sirvió a Rafaela para ocupar la franja derecha (la de Joel Sacks) con muchas libertades.

Este aspecto lo fue corrigiendo Sava a medida que pasaron los minutos en el segundo tiempo. Primero, porque adelantó a Cosaro para tapar a Sacks en el arranque de la jugada. Y después, el técnico tatengue sumó gente de mitad de cancha hacia arriba para terminar abriendo el abanico de ataque. Unión acabó el partido jugando con Franzoia, Chiapello, Alemán, Lizio, Magnín y Moreno, más los de atrás que empujaban. Mientras tanto, Burruchaga fue sacando gente de arriba y metiendo más defensores. Terminó jugando con un solo delantero neto y con el resto de mitad de cancha hacia atrás. Es cierto que Unión arriesgó porque otra no le quedaba, pero también es verdad que Sava fue al frente repitiendo el estilo con el que viene jugando desde Boca. A todo o nada. A matar o morir. Y esta vez murió.

Ese desperdicio del primer tiempo hizo que Unión no sólo resignara 45 minutos para atacar (a la inversa de lo que pasó en los partidos que ganó, donde sorprendió al rival en el inicio del partido), sino que sufriera el gol en su arco que determinó la victoria de Atlético. Cuando corrigió algunos aspectos tácticos (como el del sector derecho adversario), avanzó 20 metros en la cancha y pobló de gente el campo rival, se encontró con un par de muy buenas atajadas de Sara, cierta desprolijidad a la hora de atacar y la falta de oportunismo en algunas maniobras claras, como una que tuvo Chiapello adentro del área.

Entre las limitaciones que genera una cancha chica en la que hay que saber jugar, más cierto “miedo a perder” de Rafaela y la impotencia de Unión en el primer tiempo para buscar el único resultado que le sirve (la victoria), se generó un partido con pocas luces y claridad. Esto se notó en la imprecisión para manejar la pelota que tuvieron los dos. Pero Rafaela aprovechó una de las pocas a su favor, se puso en ventaja y luego cuidó con excesivo celo el 1 a 0. El pecado de Unión fue haber desaprovechado el primer tiempo. Después, el equipo fue al frente y terminó “cascoteándole el rancho” a Atlético, pero no pudo empatar. Fue injusto porque terminó premiando cierta mezquindad del ganador y castigó a un Unión que de aquellos partidos con Boca y Tigre sólo conservó el estilo, pero le faltaron la claridad y la contundencia.

Una vista de la parcialidad rojiblanca en Rafaela. En dos horas se agotaron las 2.500 populares y 150 plateas disponibles. Foto: M&C Fotografías

LIMIA (5).- Queda la duda en la jugada del gol. Dio la impresión de que amortigua el remate y no lo consigue desviar. No tuvo mucho trabajo. Tapó un mano a mano en el primer tiempo.

BRÍTEZ (5).- Aspero y directo en el forcejeo con los rivales. No se le achicó a Eluchans en una jugada del primer tiempo. Se va afirmando en el puesto.

BIANCHI (5).- No desentonó con lo que venía haciendo desde que Sava confió en él para reemplazar a Avendaño. Mucho trabajo con el complicado Vera, figura del rival.

CORREA (6).- El Coto siempre cumple. Suple sus deficiencias técnicas con una entrega y una notable capacidad para sobreponerse a las adversidades. Empujó al equipo.

COSARO (5).- Sava lo sacó porque quiso arriesgar. En el primer tiempo estuvo algo complicado. En el segundo subió unos metros para que Sacks no se viniera con tanta facilidad.

GALVÁN (5).- Trató de mantener la prolijidad táctica al lado de Bruna para que el equipo no se desequilibre. Le faltó rematar más al arco, ya que tiene buena pegada y la de Rafaela es una cancha propicia.

BRUNA (6).- Algunas imprecisiones al principio hasta que logró asentarse y acostumbrarse a la cancha y al rival. Terminó haciendo un correcto partido y hasta obligó a una espectacular atajada de Sara con un remate que se metía en el ángulo.

LIZIO (5).- Alternó buenas con malas. Se recostó mucho por derecha en el primer tiempo. No tuvo el desequilibrio de otros partidos.

MONTERO (5).- El árbitro le invalidó una jugada, a instancias del asistente, por una inexistente posición adelantada. Empezó bien y después se fue apagando.

MAGNÍN (5).- Mucha entrega y capacidad de lucha para actuar ante los defensores rivales, de mayor experiencia que él. No pudo capitalizar ninguna jugada para marcar.

FRANZOIA (5).- Entró poco en juego en el primer tiempo y terminó jugando con pocos espacios en el complemento, cuando Unión se decidió a instalarse en el terreno rival para atacarlo.

ALEMÁN (5).- Hubo una jugada dudosa, cuando cayó ante la salida de Sara y algunos reclamaron penal. Se paró del medio hacia la derecha para tratar de capitalizar el remate desde afuera.

CHIAPELLO.- Le faltó decisión para aprovechar una jugada muy clara, cuando la pelota quedó boyando y el delantero demoró el remate.

MORENO.- Pocos minutos en cancha. La idea fue que tirara centros sobre el área de Sara.