Los objetivos centrales del equipo económico

Aumento de la obra pública y cumplir los compromisos salariales acordados

Sciara no duda en poder cumplirlos en lo que resta del 2013. Responde a los cuestionamientos del gasto que le hace un sector de la oposición justicialista.

Aumento de la obra pública y cumplir los compromisos salariales acordadosEl ministro de Economía afirma que en el 2012 se pusieron las bases para poder cumplir en el presente año los objetivos planteados por Bonfatti. Foto: Luis Cetraro
 

 

Mario Cáffaro

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Marzo significó para el Poder Ejecutivo cerrar los acuerdos paritarios con todos los sectores estatales y obtener la sanción legislativa al Presupuesto General de Gastos y Recursos para el presente ejercicio por lo que después de este extenso fin de semana se podría señalar como de inicio del año económico. El Litoral se sentó con el ministro de Economía, Ángel Sciara, para conocer su mirada sobre lo que viene teniendo muy en cuenta: el ritmo económico de la Argentina, donde hay todavía muchas sombras.

—Con el presupuesto aprobado y las paritarias cerradas, ¿se puede decir que están las señales para empezar el año?

—Tener el presupuesto aprobado es una tranquilidad, es una guía segura; tener paritarias y acordadas las recomposiciones salariales nos permite avizorar un futuro tranquilo desde el punto de vista de la conflictividad laboral. Esto para nosotros es un elemento fundamental a preservar: no hay manera de hacer funcionar un Estado si estás en permanente conflicto con sus trabajadores. Nuestra razón de ser es que el Estado funcione y preste los servicios que se ha comprometido y que por derecho todos los ciudadanos tienen que tener y que, por convicción y por programa hemos aumentado. Es un bastión a mantener y lo logramos con una paritaria muy responsable, muy consciente de la situación que estamos viviendo en el país, de las necesidades de los trabajadores y del devenir de la administración financiera de la provincia.

La administración financiera, con presupuesto o sin presupuesto, tiene una gran condicionalidad de la macro a nivel nacional y esto empieza a preocuparnos en la medida en que no se cumplan las expectativas planteadas en el presupuesto básicamente acerca de la recaudación. Los tres primeros meses son atípicos; el año “comienza” en abril ya que a partir de este mes se pueden hacer proyecciones más verosímiles que las de enero. Estamos siguiendo con mucho detenimiento las recaudaciones y las informaciones que vienen de Buenos Aires no son de las mejores. Esto nos comienza a preocupar. Los índices de industrialización y de actividad económica del primer bimestre tienden a la baja; las principales variables macroeconómicas vienen decreciendo hace varios meses (inversión, consumo público y privado, nivel de exportaciones). Esto es preocupante porque denota un proceso de estancamiento de la actividad económica.

—El año pasado lentificaron la obra pública, ¿este año puede ocurrir lo mismo?


 

Abril, mes de la licitación del puerto de Santa Fe

—El ruido sobre la economía argentina ¿puede influir en el proceso licitatorio del puerto de Santa Fe o es una inversión a largo plazo como para mirarla desde el hoy?

— Esa última propuesta me parece aceptable, razonable. En estos proyectos de larga maduración en términos de construcción y larga duración en términos de operación, no pensar estratégicamente es un sin sentido. El que venga tiene que tener un pensamiento estratégico acerca de lo que significa su instalación en el último puerto de aguas profundas en el interior del país. Tiene que estar pensando en el comportamiento de la economía argentina, pero sobre todo de la economía mundial porque este puerto no va a transportar para el país sino que tiene puerta de transferencia hacia el resto del mundo. Es mucho más importante pensar lo que puede acontecer en el resto del mundo en los próximos años que lo que puede estar pasando circunstancialmente en el país.

Obviamente muchos van a preguntar qué va a pasar con la remisión de utilidades al exterior; pero quizás también piensen que en el corto plazo van a tener que estar reinvirtiendo permanentemente dentro del mismo proyecto. Estratégicamente visto también pueden pensar que esta circunstancia tan restrictiva de la economía argentina puede distenderse y uno ya está posicionado y en pleno proceso de operación.

Veo bien el proceso, llegamos a un punto que muchos no creían que podíamos llegar. Muchos no creyeron que teníamos la total voluntad y decisión política de avanzar en este emprendimiento. Dimos señales claras que era nuestra intención y trabajamos en ese sentido. Estamos en las puertas de tener una definición del resto del mundo, cómo ven los otros el nuevo puerto de Santa Fe. Esto es clave. Si lo ven bien, tenemos operador y tenemos puerto. Hemos dispuesto el aporte del Fonplata, nos concedió el crédito. Nación está por firmar la addenda con la modificación del proyecto. Estamos en condiciones inmejorables para abrir sobres y empezar a analizar las ofertas. Tenemos buenas expectativas de lograr un operador.

Nuestra razón de ser es que el Estado funcione y preste los servicios que se ha comprometido”.

“Hemos trabajado con la necesidad de encontrar recursos para pagar los salarios aumentados y para reanudar y aumentar el ritmo de la obra pública que lentificamos en el 2012”.

Ángel Sciara

Ministro de Economía de la Provincia

Dicen “queremos una política de desendeudamiento”, ¿cómo me voy a desendeudar si no estoy endeudado? Es una utilización falaz de la categoría

—Quiero ser enfático: no está en nuestros escenarios lentificar la obra pública. No está porque hemos trabajado con la necesidad de encontrar recursos para pagar los salarios aumentados y para reanudar y aumentar el ritmo de la obra pública que lentificamos en el 2012. Ésta es una decisión clave, política, del gobernador. Dentro de estas obras públicas hay emblemáticas y prioritarias como todo lo que tiene que ver con seguridad y salud. El año pasado hicimos un enorme esfuerzo; es cierto, lentificamos la obra pública, pero también hicimos un reacomodo, una eficientización del gasto corriente como pocas veces se ha visto. Si no lo hubiéramos hecho nunca habríamos podido terminar con un cuarto de déficit con respecto al 2011. Lo hicimos porque necesitábamos tener desde el punto de vista de la administración financiera un piso sólido para el cual poder en el 2013 acometer estos dos elementos clave. El Estado tiene que seguir funcionando, sin conflictitividad. Además, a esta altura, es más caro mantener la obra pública parada; tenemos que retomarla porque es un compromiso social y estamos en condiciones de poder hacerlo.

Recortes

—¿Dónde estuvo el énfasis en el recorte de gasto?

—En todos los aspectos, tanto en los políticos como en el funcionamiento general donde acuñé la denominación “no creativo”. Significa que cada expediente de gasto o de contrato me lo tenían que justificar, explicar y darme alternativas.

—¿Entonces le da la razón a la oposición por las críticas que hizo al gasto excesivo de la gestión Binner?

—El gasto que se aduce como excesivo fue el famoso gasto político, eso es insostenible; también dejaron de enrostrarnos los 1.600 millones que nos dejaron porque también es una falacia. Desde el inicio de la gestión nos preocupamos en la eficientización del gasto. El déficit de Hermes -y esto es lo que no reconoce la oposición- es que nosotros después de muchos años -salvo el aumento de Obeid de fines de 2007- empezamos a recomponer salarios y cada recomposición salarial no baja de 3 mil millones de pesos que nunca están presupuestados. El gasto de Hermes se explica totalmente por las recomposiciones salariales. Seguramente, terminaremos con déficit en el 2013 porque tenemos que seguir insistiendo en buscar mecanismos para financiar la recomposición salarial y estos mecanismos no son muchos: o tenemos aumentos de recursos vías inflación o disminuir los gastos y hay un nivel de compresión de gasto que es irreducible. Si no podemos encontrar elementos de aumento de recursos o disminución genuina del gasto no tenemos otra manera de hacer frente a los 3.400 millones de pesos de esta recomposición salarial y a los 3.100 financieros que vamos a necesitar para hacer frente a los compromisos. Quiero ser categórico porque siguen insistiendo desde la oposición en el endeudamiento de la provincia. Es una falacia, tienen que leer los números, tienen que entender un presupuesto. El déficit de 1.600 millones no es deuda en su totalidad, porque comienza el año y se comienza a pagar lo que devengué, porque el déficit se mide devengado contra percibido. No todo déficit se transforma en deuda. La provincia tiene hoy una deuda flotante que está entre los 400 y los 500 millones de pesos con un presupuesto de 40 mil millones, no existe. Tiene una deuda consolidada que no debe llegar a los 2 mil millones, no existe. Dicen “queremos una política de desendeudamiento”, ¿cómo me voy a desendeudar si no estoy endeudado? Es una utilización falaz de la categoría. Habría que preguntarle a Córdoba que tiene 18 mil millones de deuda, claro la tiene el Banco; o a la Nación donde Vialidad Nacional paga certificados a los siete meses.

Ilustración: Lucas Cejas

Aumento de la obra pública y cumplir los compromisos salariales acordados

El año pasado hicimos un enorme esfuerzo; es cierto, lentificamos la obra pública, pero también hicimos un reacomodo, una eficientización del gasto corriente como pocas veces se ha visto