Crisis en Europa

El “euroestado”, un poder en la sombra

Andreas Becker

Deutsche Welle

En Europa crece la oposición al ‘euroestado‘, ese poder en la sombra que representa un gobierno económico común, no elegido democráticamente. Ése podría llegar a ser el talón de Aquiles de la eurozona.

¿Quiénes han sido los crueles señores que han impuesto a los griegos un paquete de austeridad tras otro? ¿Qué poder oscuro ha logrado romper en pocos días la oposición de los chipriotas? Han sido los señores del ‘euroestado’, ese poder en la sombra, por el que nadie ha votado.

Suena como en un cuento de ciencia ficción, como de Star Wars o del Señor de los Anillos. Sin embargo, el término no viene de un teórico de la conspiración universal, sino de un conocido economista del Deutsche Bank, Thomas Mayer.

“Ese ‘euroestado’ en la sombra tiene un gobierno también en la sombra: el Consejo de la Unión Europea (UE). Igualmente cuenta con un poder ejecutivo: el eurogrupo. Y dispone también de una batallón de asalto, un task force, cuyo objetivo es imponer disciplina: la troika”, afirma Mayer. Y añade que sin estas estructuras gubernamentales, el euro no habría sobrevivido.

En su opinión, sin este gobierno fantasma habría sólo dos posibilidades de organizar una unión monetaria. La primera: el Banco Central es verdaderamente independiente y su obligación única es velar por la estabilidad del euro. Los Estados miembros son soberanos, sin embargo se atienen a las reglas establecidas. Ésta era, en realidad, la idea de la unión monetaria y de los criterios de estabilidad acordados en Maastricht. No obstante, nadie se atuvo a esas reglas.

Fin de la independencia

Por lo anterior, sólo queda la posibilidad número 2. En ella, el Banco Central Europeo no es el protector independiente de la moneda única, sino un actor político. Ello quedó claro cuando le negó a Chipre otro crédito de emergencia, obligando así al gobierno de Nicosia a dar su brazo a torcer. También se puso de manifiesto cuando Mario Draghi, el jefe del BCE, anunció que, de ser necesario, compraría cantidades ilimitadas de bonos de los países en crisis.

“Si los países en crisis no se recuperan y no recobran su competitividad, la prima de riesgo va a subir a pesar de las promesas de Draghi. Es decir, éste tendrá que actuar más tarde o más temprano. Y el asunto se pondrá interesante”, comenta a DW el economista Friedrich Sell, catedrático de la Universidad la Bundeswehr, el Ejército Alemán, en Múnich. Interesante. porque el BCE va a tener que bombear tanto dinero en el mercado, que la inflación crecerá.

Debido a que el BCE, entretanto, se ha convertido en un banco central político que financia la deuda de sus miembros- y debido a que el euro es la moneda de esa deuda soberana, el BCE requiere de estructuras estatales. “Si no tiene un gobierno y lamentablemente eso es lo que está sucediendo en Eurolandia-, tiene que crearse uno en la sombra, un euroestado en la sombra”, afirma Mayer.

Mayor resistencia

Esto fue lo que ocurrió el año pasado. La base de ese ‘euroestado’ oculto la conforman acuerdos de los cuales el ciudadano europeo no tiene ni la menor idea. ¿Quién conoce el paquete de medidas two-pack y six-pack? ¿Y quién sabe exactamente qué se acordó en el pacto fiscal? “Esta red de acuerdos limita las soberanías nacionales y obliga a los Estados a una disciplina determinada para poder seguir operando en el sistema de la moneda única de la deuda”, acota Mayer.

Con todo, la resistencia contra el euroestado y sus reglas va en aumento. El Gobierno de Chipre se opuso cuanto pudo al paquete de salvataje y durante las negociaciones llegó a amenazar con declararse en quiebra. En Italia, los ciudadanos votaron en contra de un gobierno que ellos no habían elegido. “El elector italiano votó contra Mario Monti, el representante de la plana mayor del Estado en la sombra”, asegura Mayer.

Entretanto, en el Parlamento italiano no hay mayoría, el país es ingobernable. El desempleo en la zona euro aumenta, la economía decrece, las protestas contra los paquetes de austeridad en Grecia, España y otros países en crisis están a la orden del día.

¿Eurozona, como la zona del rublo?

“Ahora tenemos un problema: tenemos un sistema con una moneda única para la deuda y un Banco Central. Pero ese ‘euroestado‘ no funciona. En la historia hay un ejemplo parecido: la zona del rublo”, apunta Mayer.

La zona del rublo fue la unión monetaria de las ex repúblicas soviéticas, después de la disolución de la Unión Soviética. Los Estados no se tenían la menor confianza política, pero financiaban sus deudas a través del Banco Central. En 1992, los países bálticos se hartaron de la inflación y abandonar la zona del rublo. Cuando lo hizo Rusia, un año después, la unión monetaria postsoviética llegó a su fin.

“Si no logramos mantener la autoridad del euroestado, un destino semejante al de la zona del rublo nos espera”, vaticina Mayer. También por eso, Bruselas tenía que imponerse al pequeño Chipre. Sin embargo, la amenazante confrontación en Italia, la tercera economía más grande de la eurozona, podría suponer el fin de la unión y del estado fantasma creado en torno al euro.

El “euroestado”, un poder en la sombra