El ajedrez, en su máxima expresión

Historias de adversarios célebres

Anatoli Karpov concedió una entrevista exclusiva, en la que habló de su rivalidad con Gary Kasparov; del gran Robert Fisher y de la actualidad del juego ciencia en el mundo.

Redacción de El Litoral

EFE

El ajedrecista ruso Anatoli Karpov aseguró hoy a la agencia EFE que su legendaria rivalidad con Gary Kasparov ayudó a su compatriota, que mañana cumple 50 años, a convertirse en un gran campeón y que sus difíciles relaciones personales han mejorado con el paso del tiempo.

* “Yo ayudé a Kasparov a progresar y entender mejor el ajedrez. Al principio, pensó que me ganaría con facilidad y la derrota (en 1984) fue para él un shock”, señaló Karpov durante una entrevista en su despacho de la Duma (Cámara de Diputados de Rusia).

Karpov, de 61 años, destacó que el conocido como “Ogro de Bakú era una persona que aprendía muy rápido y, además, era doce años más joven que yo”, que en su segundo duelo por el centro mundial, en 1985, ya era un jugador totalmente diferente.

El diputado por el partido del Kremlin, destacó: “Le deseo lo mejor. Somos personas absolutamente distintas y en política también tenemos posturas diferentes. Para Kasparov el mundo es o blanco o negro, y yo sé que hay grises y muchos otros colores. Él es un maximalista”, puntualizó.

Luego agregó: “Él aporta nerviosismo y yo eso no lo soporto. Y se lo he dicho, aunque a él no le gusta que le hagan objeciones. Las conversaciones deben tener una lógica, un espíritu positivo”.

Momentos críticos

En un tramo medular de la entrevista, Karpov recordó que su difícil relación estuvo a punto de costarle a la ex Unión Soviética la derrota en las Olimpíadas de Ajedrez 1986, concretadas en Dubai.

* “Ambos entendíamos que era una vergüenza. Estábamos perdiendo porque dejamos que nuestras diferencias afectaran al equipo. Entonces, le dije a Gary que debíamos reunirnos y solucionar el problema”.

* “Le dije que recordase que debíamos dejar de lado nuestras discrepancias, liderar al equipo y llevarlo a la victoria; jugar sin descanso todas las partidas hasta el final del torneo, independientemente de nuestro estado. Si aceptas estas condiciones, ganaremos, le comenté. Entonces, apartamos a los técnicos y directivos de la federación, y decidimos dirigir por nosotros mismos el equipo”.

La alianza, impensable, entre ambos genios dio sus frutos, ya que la URSS se consagró merced al triunfo en la última partida, con medio punto de ventaja sobre el Reino Unido, que cayó en el último momento ante España contra todos los pronósticos.

Agenda imborrable

En noviembre de 2007, Karpov demostró que “lo cortés no quita lo valiente”, cuando acudió a visitar a su antiguo rival cuando éste fue detenido en Moscú y condenado a cinco días de arresto administrativo.

* “Me enteré de su detención cuando daba una entrevista a la televisión en Madrid. Regresé al día siguiente y, aunque no comparto sus ideas políticas, decidí visitarlo ya que se encontraba en un momento difícil”, señaló.

Karpov dominó el ajedrez mundial durante una década (1975-85), pero nunca pudo enfrentarse al norteamericano Bobby Fisher, quien se negó a jugar con él.

* “Todos querían que nos enfrentáramos. Hubiera sido la partida del siglo, pero lamentablemente nunca se celebró. Yo puedo decir que hice todo lo posible para jugar contra Fisher. Hubiera sido un gran episodio del siglo de oro del ajedrez”, asevera con énfasis especial.

* “El tuvo algunos problemas personales. No creo, como dicen muchos, que (Fisher) me tuviera miedo. Creo que tuvo miedo de sí mismo. Vio que había aparecido un importante rival y, quizás, pensó que no aguantaría la presión”, agregó.

Historias de adversarios célebres

Karpov, en su despacho de la Duma de Rusia, donde rememoró hechos imborrables del ajedrez internacional.

Foto: EFE

Para tener en cuenta

En la extensa entrevista, Karpov lamentó que el ajedrez haya perdido muchas posiciones frente a deportes como el tenis o el golf.

* “La última partida disputada frente a Kasparov en el Mundial de Sevilla de 1987, abrió los noticiarios de la CNN, algo que hace mucho tiempo no ocurre”, recordó nostálgico.

El ex gran campeón aún juega, pero no al máximo nivel, ya que hace una década que no participa en certámenes mundiales, aunque los únicos cinco torneos que disputó el pasado año, los ganó.

* “Ya no juego cada día, pero sigo disfrutando del ajedrez. Fue mi profesión y ahora es mi hobby. Ya tengo 61 años, una edad avanzada para esta disciplina. El sistema nervioso ya no es tan fuerte. Las reacciones ya no son las mismas, uno no ve las variantes con tanta rapidez, pero el conocimiento no desaparece”, precisó.

Casi todas sus energías las dedica ahora a su red mundial de escuelas infantiles de ajedrez, que abarcan todos los continentes, menos Australia. Karpov se propone convertir el ajedrez en asignatura obligatoria en las escuelas, iniciativa que ya se aplica vía Internet en algunos centros de Rusia y Estados Unidos y que recibió recientemente el apoyo del Parlamento Europeo y de la Unesco.

* “El ajedrez enseña a pensar correctamente, a analizar, a tomar decisiones, a defender tus posturas, a tener principios claros, a ser disciplinado y a coordinar el trabajo”, concluyó.