De Entre Ríos a la Capital
Procesan por entregar a su hermana para que ejerciera como prostituta
En 2004, una adolescente se presentó en el hospital Durand con un cuadro de angustia: había sido entregada a los 15 años por su hermana y su madre para ejercer la prostitución.
DyN
La Cámara del Crimen confirmó el procesamiento contra una mujer acusada de “entregar” a su propia hermana, de 15 años, y con el consentimiento de la madre de ambas, a dueños de un prostíbulo para ejercer allí la prostitución.
SLa madre de la adolescente suscribió en agosto de 2003 “ante las autoridades de la Comisaría del Menor de la Departamental Concordia de la provincia de Entre Ríos, un acta de exposición por la que dejaba constancia que su hija se trasladaría a Buenos Aires, con su hermana”.
El documento indicaba que la víctima iba a “dedicarse al cuidado de una persona discapacitada, a sabiendas de que ello no era cierto, por cuanto aquélla sería determinada al ejercicio de la prostitución”.
Ya en Capital Federal, la adolescente fue “colocada a disposición” de tres administradores de un “departamento privado” para que “en el interior del inmueble mantuviera encuentros sexuales con los clientes que se presentaran, a cambio del pago de una suma de dinero”.
Según el fallo, firmado por los jueces Jorge Rimondi y Luis Bunge Campos, la víctima soportaba “una situación de sujeción tal que, aunada a su condición social humilde, la llevaron a acceder a permanecer en el lugar en extensas jornadas”.
La hermana de la adolescente y otro acusado tuvieron una “conducta motivada en el ánimo de lucro, por cuanto las sumas dinerarias recaudadas eran entregadas a quienes explotaban personalmente el lugar”.
Ambos fueron considerados “coautores del delito de facilitación de la prostitución de un menor de 18 años y reducción a la servidumbre”, por “haber prestado colaboración para facilitar la prostitución y su reducción a la servidumbre de la niña”.
La situación quedó al descubierto y disparó la causa judicial el 16 de febrero de 2004, cuando fue convocado al “departamento privado” un médico de guardia del Same quien al examinar a la niña “comprobó que sufría un cuadro compatible con hipertensión y crisis de angustia”.
La menor fue internada en el Hospital Durand y en el departamento, allanado por orden judicial, “se constató la existencia de una cama de dos plazas ubicada en una de las habitaciones interiores, iluminadas con luces rojas, y distintos elementos compatibles con la actividad sindicada”.
La jovencita fue obligada a trabajar en una de las “cuevas particulares” que funcionan en la ciudad de Buenos Aires.
Foto: Archivo El Litoral
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