al mArgen de la crónica

La revancha del café

En un país como la India, donde el té se considera la bebida nacional, el café ha comenzado a escalar posiciones entre los gustos de la población local más adinerada, que ve en el consumo de ese producto una marca de éxito y modernidad.

“El café es una bebida elitista al no ser tan barata como el té y su consumo se ha visto incrementado tras las reformas económicas implantadas en el país”, afirma K.K. Mukhopadhyay, directivo de una oficina de Coffee Board of India en Nueva Delhi.

Según ese organismo oficial, el consumo de café en el gigante asiático ha pasado de las 50.796 toneladas en 1981, a las 115.000 en 2011, lo que supone un aumento del 126 % en 30 años.

Algunos países productores de café ven, en ese rápido crecimiento del sector, una importante oportunidad de negocio, aunque por ahora esas expectativas se ven truncadas, sobre todo, por los altos aranceles que impone el país a la exportación.

Colombia, uno de los principales productores de café del mundo, ha visto limitada su entrada en la India por “aranceles que van del 100 % al 120 %”, según explica el embajador colombiano en Nueva Delhi, Juan Alfredo Pinto.

“Por ello los gobiernos de Colombia y la India hemos venido discutiendo la posibilidad de revisar esa política arancelaria, que buscaría atender el gusto de los que desean un café de calidad como el colombiano”, añade Pinto.

La entrada del café colombiano a la India se produce principalmente a través de marcas privadas de café instantáneo, como la india Bru o la suiza Nescafé.

Entre las cadenas de cafeterías se destacan Cafe Coffee Day, Barista Lavazza, Costa Coffee y Starbucks, la última en desembarcar. De hecho, Starbucks abrió su primera cafetería en la India en octubre de 2012 -lo que creó un auténtico fenómeno social, con largas colas frente a los establecimientos para poder entrar- y en la actualidad cuenta con seis locales en Bombay y cinco en Nueva Delhi.