El traje perfecto

Buenas telas, el talle justo y la combinación de texturas y diseños son las claves para lucir elegante. Luego, quedará adaptarse a la ocasión formal o informal, y sumar los accesorios apropiados.

TEXTO. REVISTA NOSOTROS.

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El ritual de arreglarse para un evento no es igual en hombres y mujeres. El stress que implica para ellas elegir un vestido elegante que combine con zapatos cómodos y refinados, los accesorios perfectos y el peinado impecable, se ve reducido en los hombres básicamente a la elección de una camisa y una buena corbata que acompañen su traje.

Sin embargo, a la hora de comprar, saber elegir el traje adecuado puede significar la diferencia entre el estilo y el desastre.

Nosotros te brindamos algunos consejos para no cometer errores.

- La calidad: Lo mejor es elegir fibras naturales pon encima de las artificiales, esto le dará una mejor caída a la tela, optimizará el corte y te hará sentir más cómodo. Lana, franela, lino, algodón y alpaca nunca pasan de moda y te harán lucir genial. Lo importante es comprender que aun cuando te parezca costoso, un buen traje es una inversión que -combinada con distintas camisas y corbatas- puede durarte muchos años. Escogiendo un buen traje de calidad y de corte clásico lo podrás usar por mucho tiempo y además tener numerosas opciones a la hora de vestir.

- El mejor perchero es uno: No te dejes llevar por lo que ves en el perchero. Para saber si te queda bien un traje siempre tenés que probártelo y asegurarte de que sea de tu talle. Los cuerpos de los hombres son todos diferentes y tu traje tiene que adaptarse a tu tipo de cuerpo y altura.

- Al que le calce el saco, que se lo ponga: Lo más importante que hay que saber con respecto a esta prenda es que el saco tiene que ser entallado (de la talla correcta) para lucir bien y crear un look elegante, sofisticado y estilizado. Si el saco cierra fácilmente posiblemente sea grande. Debes fijarte primero en el tamaño de tus hombros y ver dónde terminan las hombreras, las cuales deben inclinarse ligeramente hacia abajo pero no caer mucho. El largo suele ser hasta las caderas. siempre debe ajustar bien en tus hombros, no debe colgar ni parecer que está a punto de romperse. Las mangas deben llegar a las muñecas. La prueba de fuego la verás al doblar los codos, la manga de tu camisa dejará ver los gemelos (de muy buen gusto) con los que la ajustas. La longitud debe ser la suficiente para cubrir tus caderas, pero no debe rebasarlas.

- Tomar medidas: La camisa tiene que verse 0,65 cm por encima del cuello del saco; las magas de la camisa tienen que sobresalir 1,3 cm a de la manga del saco. Es importante escoger un saco clásico (normalmente es de dos botones) y a la hora de cerrarlos tenés que dejar siempre abierto el botón de abajo.

- Los pantalones bien puestos: Primero, el pantalón tiene que ser de tu talla. No te guíes por los números que ves en tus pantalones casuales. Meditá siempre que vayas a probarte un traje y asegurate de que el pantalón te quede bien a la altura de la cintura (2,5 cm por debajo del ombligo) y sin apretar. La caída de la pierna tiene que ser recta y no tiene que molestarte en la entrepierna. Los expertos recomiendan siempre escoger un pantalón sin pliegues en la parte frontal para que se vea mucho más elegante, actual y estilizado. Los pantalones de pliegues te harán lucir más grande. Buscá preferiblemente un pantalón de pierna estrecha a una ancha y no lleves dobladillo (es antiguo y te hará lucir más bajo). En cuanto a la caída del pantalón, tiene que descansar ligeramente sobre la parte frontal del zapato y en la parte trasera llegar al menos hasta donde empieza el tacón del zapato.

- La camisa: ¡Cuidado con las texturas! Si tu traje es rayado no uses una camisa a cuadros y viceversa. Cuando la tela de tu traje es lisa, es más factible poder jugar con camisas de texturas; pero si no es así, se puede caer en el error de la saturación y por más lindas que sean las prendas de manera independiente, juntas pueden ser un desastre.

- La corbata: Ante todo es importante que aprendas a hacer un buen nudo, que no debe ser muy suelto, pero tampoco tan ajustado; es necesario que ajuste bien a tu cuello sin parecer que vas a ahorcarte. El papel de la corbata es dar un acento de color a tu atuendo, así que busca colores contrastantes pero armónicos. El uso de la corbata depende de la ocasión, si la reunión es un poco más informal, no será necesaria; sin embargo, ésta nunca puede faltar en un evento donde te piden vestir formal.

- El detalle final: Un detalle adicional es buscar un buen par de zapatos. Para ello es necesario tener en cuenta el color de tus trajes y seleccionar los que combinan. En este sentido, hay que recordar que la comodidad es fundamental, pues de nada servirá lucir regio, si los zapatos desentonan con el conjunto.

NO ES MAL SASTRE EL QUE CONOCE EL PAÑO

Si no te animás a elegir solo un traje en algún local, una buena opción es recurrir a un sastre. Una forma fácil de acertar en la elección de nuestro sastre es preguntando a nuestros conocidos que sabemos que visten a medida y que además nos gusta el estilo de sus trajes.

De nada sirve vestirnos donde lo hagan los caballeros más adinerados si no nos gusta la realización final de ese sastre. Por ello, es entendible que para cada uno el mejor sastre sea normalmente el suyo al ser quien mejor sabe transmitir a sus trajes su concepto de elegancia y estilo.

Si no estás familiarizado con las marcas más afamadas de telas dejate aconsejar por tu sastre. Es igualmente importante que no te obsesiones con las denominaciones Super 100ºs, Super 180ºs, etc. ya que de hacerlo podés terminar llevándote a casa un traje no adecuado para el uso al que pensabas destinarlo.

Como norma general indicar que las telas hasta 110ºs suelen ser idóneas para los trajes del día a día del trabajo. Las telas Super 120ºs y Super 130ºs son indicadas para aquellos otros que vistamos en ocasiones especiales y no con mucha frecuencia (una o dos veces al mes como máximo, ya que si no nuestro traje no duraría más de cuatro o cinco años en nuestro armario). A partir de 160ºs los trajes serán tan delicados que sólo se deberían vestir en contadas ocasiones y además debemos tener presente que requerirán de un extraordinario cuidado.

Por lo tanto, es importante que pienses primero el uso al cual lo destinarás y elegir en consecuencia. Si tu intención es vestir ese traje para el trabajo o con cierta frecuencia optá por telas, y más ahora de cara al invierno, de un peso de alrededor 350 gramos.

La principal diferencia entre un traje de confección y otro a medida no es otra cosa que la realización personalizada de este último. Y la hechura más adecuada para caballero sólo se consigue con una toma de medidas acertada. Por ello, no tengas apuro alguno en comunicarle a tu sastre tus deseos en cuanto, por ejemplo, el talle preferido o lo armada o no que te gusta la chaqueta.

Si hay alguna parte de tu cuerpo de la que no te sientas particularmente orgulloso es importante comunicarlo para que tu sastre intente disimularla. Una vez que te hayan tomado medidas es el momento de discutir los detalles finales del traje. Dos o tres botones, hilera cruzada o sencilla, aperturas laterales, número de pinzas en el pantalón, dobladillo en el pantalón, anchura de las solapas, tipo de forro, corte para tirantes o cinturón, número y disposición de los bolsillos etc.

En este sentido, nadie mejor que tu sastre sabrá recomendarte sobre la conveniencia de cada una de las opciones. Así que éste es el momento de trabajar en conjunto y unir lo que se desea con lo que mejor queda.

Finalmente, es fundamental tomarse la molestia de probarse el traje en al menos dos ocasiones para que el resultado final esté conforme a tus deseos. No dudes en manifestar su opinión en este momento, ya que teniendo en cuenta el costo de tu traje y lo importante que resultara en tu vida, todo vale a la hora de volver a tu hogar con un traje absolutamente perfecto.

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