Caminando hacia un futuro

Caminando hacia un futuro

Blake Mycoskie, originario de Texas, Estados Unidos, ideó un sistema corporativo que sustenta acciones solidarias en distintas regiones del mundo. Comenzó con la donación de calzado en regiones necesitadas, haciendo que ayudar a los demás se “ponga de moda”.

TEXTOS. CECILIA SCÁNDOLO.

 

En 2006, a la edad de 30 años, Blake Mycoskie viajó a la Argentina. En su recorrido visitó el norte del país y se encontró cara a cara con la extrema pobreza, donde los niños tenían que caminar kilómetros hasta la escuela más cercana sin zapatos.

De espíritu aventurero y emprendedor, movilizado por los pies descalzos y lastimados de los niños del lugar, se puso en contacto con trabajadores sociales locales que repartían zapatillas entre la población.

Desde ese momento, y aun después de volver a su país, surgió el sentimiento de querer hacer algo por estos chicos, considerando que el calzado puede hacer una diferencia decisiva en la vida de ellos.

Pero la idea iba más allá de -simplemente- donar cientos de zapatos; se trataba de crear un mecanismo que sustentara estas donaciones a largo plazo. Es así que nace TOMS Shoes y el modelo corporativo del One for One: por cada par de zapatos que venda, él dona uno igual a niños de regiones necesitadas.

Tomando el diseño de las clásicas alpargatas argentinas, comenzó su negocio de la misma manera en la que hizo todo en su vida: con ambición sin precedentes, con la convicción de que se puede hacer el bien siendo exitoso.

El objetivo de vida de Mycoskie se resumía en ganar tanto dinero como le fuera posible durante la primera mitad de su vida para, en la segunda mitad, donarlo. Ahora siente que está haciendo ambas cosas a la vez.

ACCIONES CONCRETAS

Luego de fundar su empresa, en el mismo año hizo su primer viaje a la Argentina con el fruto de su emprendimiento: donó 10.000 pares de alpargatas en diferentes regiones que él mismo, junto a familiares y amigos, repartió.

Mycoskie pudo comprobar en carne propia lo que su acción significaba para estos chicos, a los que les hace falta tanto, y cómo un pequeño gesto y acercamiento reflejan en sus ojos infinita gratitud.

Desde entonces, TOMS ha repartido millones de calzados en más de 50 países de todo el mundo.

Para ello está asociado con diferentes organizaciones humanitarias que detectan las necesidades en diferentes lugares y distribuyen el calzado.

TOMS asume el compromiso de seguimiento, brindándoles zapatos durante toda su infancia a los niños asistidos.

RESPONDIENDO A LAS CRÍTICAS

No pasó mucho tiempo para que aparezcan críticas de todo tipo con respecto al sistema propuesto. Algunas se focalizaban en si realmente se trataba de un emprendimiento social o sólo una oportunidad de negocio. Otras en que hasta qué punto darles calzado solucionaba las decenas de necesidad básicas insatisfechas de estos chicos, y que, además, las alpargatas no se adaptaban a las diferentes necesidades y condiciones climáticas.

Ante el cuestionamiento de por qué crear una empresa con fines de lucro, Mycoskie sostiene que la idea de crear una empresa y no una ONG fue darle sustentabilidad al proyecto, donde cada comprador se convierte en un donante de su causa. No gastan dinero en publicidad ni marketing y es por eso que pueden costear un par extra de calzado para cada chico y a la vez tener una ganancia.

Abiertos a las críticas de su sistema empresarial, han ido generando un feedback que les permitió ir más allá de donar alpargatas de lona. Hoy, a través de la vinculación con más de 75 diferentes organizaciones a modo de “Giving Partners”, se amplían los alcances del emprendimiento, que no terminará sólo en darle un par de zapatos a un grupo de niños, sino que esta acción se suma a programas de educación, salud y desarrollo de cada organización.

También fueron adaptando el modelo a diferentes necesidades climáticas. Donan tanto alpargatas de lona, como botas de invierno especialmente diseñadas para su durabilidad y la protección contra el frío y la humedad.

UN NUEVO MODELO EMPRESARIAL

Cada día es más común que diferentes empresas, como acciones de responsabilidad social o simplemente estrategia de marketing, se involucren con causas sociales.

Algunas donan parte de sus ganancias, otras operan como sponsors de actividades para recaudar fondos o a través de esta idea más reciente del “Uno por Uno”.

“Start something that matters” (“Empieza algo que importe”) es el libro que escribió Blake Mycoskie contando su experiencia e intentando inspirar a otros emprendedores. A partir de esta historia, como muchas más que deben circular por el mundo, se reafirma la idea de que es posible contribuir con nuestro granito de arena desde el lugar donde estemos.

Y más allá de que alguien obtenga una ganancia monetaria con esto, no se puede desacreditar la intención de querer “hacer algo” por los demás.

Luego de ver algunos videos que documentan las diferentes donaciones de TOMS -sobre todo aquellas en las que participa su fundador- no caben dudas de que este interés es genuino.

Hay que destacar que el éxito de la empresa, y el hecho de que lleve más de dos millones de pares donados, reside en que los consumidores se ven seducidos por la propuesta, por contribuir a una causa. Si bien TOMS reinventa la clásica alpargata adaptándola al mercado internacional -utilizando géneros, colores y estampas novedosas- quien compra un par, lo hace por algo más que obtener un calzado cómodo o seguir tendencia.

Hoy es posible ver a muchos íconos de la moda o artistas calzando estas simples alpargatas. Inclusive muchas figuras se han sumado de forma más directa participando en actividades de difusión.

Ahora no todos los dictámenes de la moda parecen ser tan superfluos. Las TOMS se pusieron de moda por su causa.

EN LA WEB

• www.toms.com

• www.startsomethingthatmatters.com

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ann hathaway

AMPLIANDO HORIZONTES

Luego del éxito alcanzado con el programa “Uno por Uno” en el rubro calzados, a partir del 2011 TOMS aplica la misma dinámica con el lanzamiento de anteojos de sol.

Con cada par que venda, estará brindando lentes de receta, tratamiento médico y cirugías oftalmológicas en Nepal, Camboya y Tibet.

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LA MARCA

El nombre de la firma, TOMS, viene a ser una especie de sigla: “tom” proviene de la palabra en inglés tomorrow (mañana) y la “s” de shoes (zapatos). Surge así el eslogan “Shoes for tomorrow” (zapatos para el mañana) que acompaña la idea fundante de la empresa, de brindar calzado a los niños de zonas vulnerables.

Su logo incluye también a la bandera de Argentina, lugar que dio origen a su emprendimiento.

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