El experto que vino a disertar en la Semana de la Numismática

Efron: “Nunca vi tantos billetes falsos como ahora”

El fenómeno no es sólo de la Argentina. El dólar es la moneda más falsificada en el mundo e incluso por organismos oficiales de algunos países.

Mario Cáffaro

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Emisores vs. falsarios fue el título de la charla que Arnoldo Efron ofreció en el marco de la apertura de la Semana de la Numismática que se viene realizando en nuestra ciudad con motivo de haberse conmemorado el pasado sábado, el bicentenario de la primera decisión de emitir moneda en la actual Argentina. “El título tiene que ver con las falsificaciones de billetes y no desde el punto de vista numismático sino cuando los falsificadores lo usan para engañar al público, la falsificación de época. Por ejemplo, si usted tiene una moneda de hace 500 años que alguien la falsificó la semana pasada es para vendérsela a un coleccionista, pero si esa moneda falsa se fabricó hace 500 años, fue para pasarla como dinero legal” señaló.

Porteño aunque residente en Houston, Estados Unidos, afirma que la familia lo trae seguido a Buenos Aires y a Montevideo. Se define como numismático, oficio o profesión que realiza desde muy joven y que hoy lo lleva a editar una completísima guía sobre los billetes en circulación en cada uno de los países del mundo, su fecha de caducidad, sus posibles falsificaciones, etc. Es una guía que se edita tres o cuatro veces al año y que regalan a cada banco central del mundo (The MRI Bankers’ Guide to Foreign Currency). La edición es muy cuidadosa, su repaso conduce a reconocer los billetes de cada uno de los países y la última dedicada a lo emitido por Sudáfrica con su ex presidente Nelson Mandela como ícono central.

Volviendo al tema de la charla, emisores son los bancos centrales, falsarios son los fabricantes de billetes truchos “que los hubo en todas las épocas” aclara y advierte que “algunos están muy bien hechos, otros muy pobres; algunos hechos por pibes en máquinas fotocopiadoras color y que se destiñen cuando se humedecen y otros hechos por profesionales que no engañan a los profesionales pero en noche oscura y con ruido de coches, nadie se da cuenta”.

Falsificar dinero es un delito que para Efron “no es fácil hacerlo bien” aunque aclara que hay muchos nieveles, entre ellos de Estado a Estado. “Hoy, en Pakistán el servicio secreto está falsificando billetes de 500 y de 1.000 rupias indias que son prácticamente indistinguibles. Tienen máquinas que cuestan millones de dólares que son las mismas que ellos utilizan para imprimir su dinero; tienen fábrica de papel que les produce el papel exacto que necesitan y tienen los grabadores que les hacen el trabajo de las planchas, o sea, tienen una empresa multimillonaria. Es parte de la guerra política económica con la India y como fuente de ingresos”. Otro nivel de falsarios son imprenteros que consiguen buen papel. “El falsificador profesional, no de Estado, tiene equipos que pueden costar cien mil dólares, buenas máquinas fotográficas para hacer una plancha bien hecha, pero al profesional no lo engaña”.

El dólar coreano

Otro país que se ocupa de falsificar, según Efron, es Corea del Norte. “Tiene la llamada Sección 39 que hace jueguitos de computadora, viagra y billetes falsos (dólares) y el viagra es mejor que el original. Lo hacen con fines económicos”. Una de las claves para falsificar pasa por tener la tinta que es exclusiva de una firma suiza que la provee a bancos centrales y en el caso de Corea la propia fábrica descubrió el uso de su tinta en los dólares falsos porque a cada partida de tinta le colocan un elemento químico extraño para su posterior reconocimiento.

A la hora de falsificaciones, relata un hecho que en 1999 tuvo por hacedor a Ciccone Calcográfica, tan en primer plano en los últimos años en la Argentina. Un congolés le pidió que imprimiera billetes de 20 dinares de Bahrein y los hicieron sin consultar al gobierno de ese país asiático con una pequeña diferencia que se ocupa de mostrar en la guía que edita. Cuando Bahrein se dio cuenta debió retirarlos del mercado ya con varios meses de circulación.

Con un billete de cien pesos argentinos en la mano, marca las diferencias más notables entre uno auténtico y otro falsificado y que pasan por el cambio de color, líneas, marcas de agua e incluso el tacto. “Nunca vi tantos billetes falsos como ahora, es común encontrar billetes falsos en circulación sobre todo de 100, 50 y de 10, aunque ya éstos no los hacen más porque valen poco. Son falsificadores privados”, afirma. No obstante, dice que el dólar es la moneda más falsificada y detalla que hay países como Colombia donde es ilegal fabricar dinero propio pero no de otros países.

No obstante, tranquiliza señalando que todos los bancos centrales tienen especialistas que reconocen las marcas secretas de cada edición para tener un mayor control sobre el circulante.

Efron no es partidario de que la emisión esté en manos de los Estados e incluso relata la nómina de las principales empresas mundiales emisoras de billetes a las que recurren países de todo el globo para asegurarse el circulante y recuerda que “Ciccone imprimía para varios países”. En todos los casos el requisito pasa por comprar el papel a fábricas especializadas, a igual que la tinta y el control que hace cada instituto emisor en la propia imprenta.

Numismático

• Efron dice que empezó hace muchos años con la numismática. “De chico, era coleccionista de monedas y encontré que las casas de cambio tenían monedas. Hacia 1955, ya estaba suficientemente interesado como para dedicarme profesionalmente a esto. Iba a las casas de cambio donde muchas veces no querían comprar ciertos billetes porque no los conocían, ya que eran de países exóticos, y yo empecé a comprar todo. Un día me cansé de que los cambistas me preguntaran y empecé a hacer esta guía que publico tres o cuatro veces por año en Estados Unidos donde están todos los billetes de todos los países, los que circulan, los que ya no circulan diciendo hasta cuánto se pueden cambiar”.

"“Ahora llevo a Estados Unidos billetes con la figura de Evita porque tienen cierta demanda. Me los pagan más de lo que vale. Si usted es un coleccionista que vive en Iowa tiene que pagarle a alguien por el trabajo”.

Arnoldo Efron

numismático

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