Sin sorpresas en la sesión preparatoria

Mario Cáffaro

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“Soy un convencido de que siempre es mejor debatir que imponer, que siempre será mejor para todos privilegiar el diálogo por difícil y complicado que sea. No hay mejor vacuna contra malestares públicos que la discusión seria y responsable de las reformas que se requieren, acatando luego lo que la mayoría decide, como corresponde a cualquier Legislatura dentro de un régimen democrático”. Con estas palabras el kirchnerista Luis Rubeo agradeció haber sido reelecto presidente de la Cámara de Diputados para el período ordinario que el miércoles venidero inaugurará el gobernador Antonio Bonfatti.

Lejos de las disputas de diciembre de 2011 con la ya renunciante María Eugenia Bielsa y más allá de tibios intentos de pocos diputados en las semanas anteriores, Rubeo llegó a la sesión de esta mañana con apoyos internos suficientes al cual se sumaron el Frente Progresista y los presentes de la Unión Pro Federal. En el recinto, el único sector que no lo votó fue Encuentro que presidía Bielsa y que propuso a Pablo Di Bert para presidir el cuerpo. En cambio, Roberto Mirabella, Rosario Cristiani y Erika Gonnet no asistieron al igual que Demetrio Álvarez y Germán Mastrocola, ambos aliados del macrismo.

El resto de los sectores justicialistas más el obeidismo respaldaron a Rubeo. Anoche, en un restaurante de Santo Tomé, el sector festejó anticipadamente la reelección. La sesión de la mañana se demoró por discusiones internas en el Frente Progresista entre radicales y socialistas por la vicepresidencia primera donde se ratificó a Inés Bertero aunque con el compromiso de que un radical será quien ocupe el cargo en los dos próximos años.

Tessio presidente

La radical Griselda Tessio presidió el inicio de la reunión y fue el kirchnerista Darío Mascioli quien postuló y fundamentó la reelección de Rubeo destacando que su tarea “dio gobernabilidad a la provincia”. También hubo ponderaciones de Silvia de Césaris (Producción y Trabajo), Oscar Urruty (PPS), Gerardo Rico (Movimiento Evita) y José María Tessa (Encuentro). El radical Santiago Mascheroni dijo que la minoría “respeta el acuerdo alcanzado por la mayoría” no sin dejar de advertir de que se está ante un año electoral con todo el significado que tiene para un cuerpo político. En términos similares, se pronunció el macrista Raúl Fernández.

Sobre el final, Mario Lacava (Santa Fe en Movimiento) explicó el apoyo a Rubeo en la tarea que ha iniciado su sector buscando la unidad del justicialismo. El obeidismo no había acompañado al presidente de la Cámara en las dos elecciones anteriores.

Después, el socialista Joaquín Blanco postuló a Bertero y la peronista federal Alejandra Vucasovich al macrista Federico Angelini que fueron votados a mano alzada con la sola abstención de ellos y de los dos representantes del Movimiento Evita.

Rubeo en otro tramo de su discurso dijo ser “consciente de que nos toca ser oposición, pero como tenemos vocación de alguna vez volver a gobernar esta provincia nos asumimos como una oposición responsable, no compartimos en absoluto la idea de hacer oposición por la oposición misma, no creemos que así se pueda construir nada, todos sabemos que en política ganar elecciones es importante pero no puede ser un fin en sí mismo, esa visión que floreció en la Argentina de los ‘90 en nuestra provincia parece haber echado raíces, nosotros reafirmamos que ya sea desde esta Presidencia como desde el más humilde puesto de militancia vamos a seguir reivindicando la tarea política vinculada con los principios y convicciones que en nuestro caso nos legaran Perón y Evita y que pretendemos poner junto con nuestra experiencia al servicio de todos los santafesinos”.

El dato

Votos

• Para la presidencia de la Cámara, Rubeo logró 38 votos contra 3 de Pablo Di Bert y la abstención de este último. En cambio, el reelecto presidente se votó diciendo que “acompañaba la propuesta del presidente de mi bloque”. En cambio, Tessio no votó por ocupar en ese momento la conducción de la reunión preparatoria.

Hubo siete ausentes, dos de los cuales se encontraban en el exterior y los cinco restantes por razones políticas.