De La Sota, de campaña por Santa Fe

“El único sincero del gobierno es Lorenzino, que se quiere ir”

Gabriel Rossini

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“El país está atravesando una crisis peligrosísima porque tenemos un Congreso donde el diálogo no existe, un Poder Ejecutivo que no escucha, que está lejos de la gente y más lejos aún de las soluciones; y hay un claro intento de politización del Poder Judicial. Esto compone un cóctel peligroso para la convivencia y la democracia. Y no se observa por parte del gobierno nacional ninguna actitud sincera, salvo la del ministro de Economía que quiere irse”.

El gobernador de Córdoba, José Manuel De La Sota, -acompañado por Osvaldo Salomón- estuvo de campaña por Santa Fe, donde recibió a dirigentes políticos locales, concurrió a un acto en Luz y Fuerza y dijo que en octubre ganarán las elecciones al kirchnerismo.

—Salió mucha gente el 18 de abril. ¿Por qué cree que el gobierno adopta la postura de ignorar los reclamos?

—Cuando un gobierno se queda sin ideas se vuelve cada vez más autoritario. No escucha, niega la realidad, se evade. Decir que los que salieron a protestar es porque quieren irse a Miami es una falta de respeto al pueblo argentino. Me hacen acordar a los gorilas que se asustaban con los cabecitas negras y el aluvión zoológico.

—Hay dos ejes sobre los que se está vertebrado la oposición: uno sobre el radicalismo, los socialistas y el otro sobre el peronismo entre los que está usted, Moyano, Lavagna, De Narváez. ¿Por qué cree que la de ustedes es mejor?

—Porque los cambios en la Argentina vienen del peronismo. Nosotros tenemos que terminar con este simulacro de peronismo que es el gobierno. Me dolió que después de haber votado leyes, que politizan el Poder Judicial, hayan cantado la marcha peronista. Es un insulto para nosotros los peronistas, porque las leyes que votaron son propias de un reino. Poder nombrar a dedo a los integrantes de las Cámaras de Casación es terrible. Se le podría haber ocurrido a Onganía. Tenemos que reivindicarnos ante el pueblo argentino, pedirles disculpas por lo que está pasando. Y la mejor manera es hacer bien las cosas, no golpeándose el pecho. Nosotros podemos darle al país un horizonte de esperanza, porque el mundo está esperando a la Argentina. Están preocupadísimos los dirigentes políticos de Brasil, de Uruguay, de Chile. Nadie se lo puede explicar porque lo irracional no se puede explicar.

—Todos coinciden en que estas elecciones son clave. ¿Qué pasa si gana el kirchnerismo?

—Vamos a ganar estas elecciones. Tenemos que mostrarle al pueblo argentino una convocatoria amplia y generosa; que hay un peronismo de la unión nacional.

—Como el de Perón del retorno

—Eso somos nosotros. Yo no tengo nada que ver con el Perón del 5 por 1, que fue una circunstancia de la cual él mismo se autocrítico. Yo me siento heredero del Perón que vino a unir el país, el que vino a convocarnos en un abrazo con Balbín a terminar con las diferencias irreconciliables. Han pasado 40 años y la dirigencia política argentina sigue destinando todas sus energías a insultarse, pelearse y destruirse. Mientras tanto el ciudadano común se despierta todas las mañanas con los mismos problemas que no lo dejan vivir y no hay quién se los resuelva.

—¿Con qué medidas se resuelven los problemas de la gente?

—Con una alianza estratégica con Brasil para convertirnos en los primeros proveedores de alimentos y de biocombustibles del mundo; con una patria federal donde se termine el rebenque y el látigo contra las provincias y donde la educación sea lo más importante. La educación es hoy el nuevo nombre de la justicia social, es el inicio de la solución de los problemas que tiene el país. También con una patria donde la conservación del medio ambiente sea una política de Estado y con un pacto de gobernabilidad donde todas las fuerzas políticas aceptemos que quien gana gobierna y quien pierde acompaña, una vieja frase de Balbín que nunca se ha puesto en práctica porque aquí el que gana quiere destruir a los opositores y los opositores quieren que al que gana le vaya mal. Cambiar esa mentalidad en la dirigencia política es el cambio institucional más importante.

—No me contesto qué pasa si el gobierno gana.

—No gana. Si gana quiere decir que lo que los argentinos decidimos hipotecar nuestros próximos 20 años porque esta gente cree que ganando por un voto tienen derecho a hacer cualquier cosa. El problema es que el gobierno tiene fanáticos y los fanáticos son incompatibles con la democracia. El fanático no acepta otra opinión que la de él y quiere destruir al que piensa distinto. Esos forman núcleo de decisión de la señora presidenta. Una presidenta que ya no es parte de la solución, es un problema más que tenemos, porque gobierna de espaldas a lo que la sociedad está demandando.

-¿Qué análisis hace usted de todos estos últimos hechos: protestas de la gente, denuncias de corrupción, escándalo en el congreso, etc?

-Está horrible vivir en una Argentina así. Es un país convulsionado donde las noticias duran horas. Pasamos de una etapa casi navideña con la elección del Papa, del que hay gente que ya habla mal.

-Lo chiflaron el mismo día de su designación en un acto donde estaba la presidenta.

-Hay una actitud en algunos fanáticos que impide que Argentina recupere la alegría. Yo no quiero vivir en la Argentina de la bronca. Ni el fútbol alegra en Argentina.

-Usted fue candidato a presidente en el 2003 ¿Qué diferencia nota en el país diez años después? ¿Tanto bajó la pobreza, por ejemplo?

-La pobreza no bajó y eso es lo triste. Ojalá fuera cierto. Yo me pondría feliz. Pero cuando las estadísticas marcan que en el Gran Buenos Aires el 70 por ciento de los chicos entre 16 y 25 años no tienen empleo, como pedirles que no agarren por el mal camino. Cuando ve la tasa de deserción que hay en algunas provincias, el abandono, la repitencia, la caída en la calidad educativa en un momento en que la educación es el nuevo nombre de la justicia social, porque hoy hasta conseguir un empleo hay que saber computación y la mayoría de los jóvenes que están en la pobreza extrema no tienen esa oportunidad. Hay que armar un plan de salvataje de la juventud argentina.

El gobernador de Córdoba dijo que la administración de Cristina se quedó sin ideas y por eso se pone cada día más autoritario.

“El único sincero del gobierno es Lorenzino, que se quiere ir”

“Los cambios en Argentina vienen del peronismo”, dijo De la Sota en referencia a las próximas elecciones de octubre.

Foto: Prensa De la Sota

Ruta 19 y reclamos previsionales

Dos de los temas que ligan a la provincia de Santa Fe con la de Córdoba son la continuidad de la autovía de la Ruta 19 y la suerte que corren los reclamos por las deudas que el gobierno nacional tiene con la provincia mediterránea.

“En el caso de la Ruta 19, que es nacional, y que Santa Fe en la gestión de Jorge Obeid comenzó a hacerla con un crédito del Banco Mundial tiene una facilidad: del lado santafesino todas las localidades están alejadas de la ruta y en el tramo San Francisco-Córdoba pasan por el centro de cada ciudad. Y esquivarlas no es tan fácil porque todas tienen un gran nivel de crecimiento, como Arroyito. Es una ruta muy costosa. Pero el gobierno nacional nunca la hizo ni la va a hacer, ya que está enojado con los cordobeses porque nunca lo votaron. En el tramo en el marco de lo que se llama RAC (Régimen de Ingreso a Córdoba) -que no necesita autorización del gobierno nacional- estamos construyendo el tramo hasta Montecristo y antes que termine mi gestión voy a tratar de llegar a Río Primero.

—Eso quiere decir que tienen plata.

—En Córdoba tenemos superávit fiscal a pesar de los 3.200 millones de pesos que nos debe el gobierno nacional. Le pagamos a los jubilados el último día hábil de cada mes y a los empleados públicos dentro de los cinco días del mes siguiente, tal como establece la ley. Y no tenemos deuda flotante con contratistas y proveedores del Estado. Ahora nos quieren quitar la tasa vial, que es un peaje indirecto que se cobra sobre los litros de combustibles que cargan quienes usan las rutas. Donde hay peaje directo no puedo gastar plata de la tasa vial y donde hay reparaciones y mantenimiento con la tasa vial no puedo poner peaje directo. De esta manera estamos invirtiendo de manera directa y continua 350 millones de pesos anuales en reparación de rutas.