Una muestra local de la arquitectura colonial

La restauración de la Casa de los Aldao está casi terminada

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Renovada. Así se ve la casona, ubicada en barrio Sur, en la actualidad. Las paredes, en las que había grietas y humedad, se repararon mediante la técnica de tapia, a base de barro.

Foto: Mauricio Garín

 

De la Redacción de El Litoral

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El aspecto general de la Casa de los Aldao ya luce diferente. A principio de abril, finalmente, comenzó la tan esperada segunda etapa de restauración de la antigua casona declarada monumento histórico nacional, ubicada en el corazón de barrio Sur (en Monseñor Zazpe, entre 1º de Mayo y 4 de Enero).

“La obra está muy avanzada y es una tranquilidad”, dijo Alejandro Damianovich, de la Junta Provincial de Estudios Históricos, que tiene su sede en la misma casa y es una de las instituciones que venía reclamando para que las mejoras se concreten dado el grado de deterioro que presentaba la casona.

Hasta esta semana estaba lista una de las habitaciones principales, el frente, la parte trasera que da al jardín y se estaba completando la segunda habitación. Los trabajos de restauración consistieron en el reemplazo del revoque que en otro momento se colocó para sostener el estado de las paredes pero que no era el indicado ya que la construcción fue hecha mediante la técnica de la tapia, a base de barro.

Para la actual recuperación de las paredes se retomó justamente ese método de construcción. El material se aplica cuidadosamente sobre las paredes como cualquier otra cobertura sólo que demora más en solidificarse. “Es un poco complicado trabajar con esta humedad pero de todas maneras se maneja bien. Demora más tiempo en secar porque incluso las paredes están mojadas”, le comentó a El Litoral unos de los trabajadores, mientras aplicaba la masa de tierra y agua.

Posteriormente, se le da una mano de cal para blanquear el muro y darle una terminación al trabajo. “Es el único material que se puede aplicar ya que permite que la pared respire y elimine la humedad”, explicó el albañil.

Los trabajos a ejecutar, que fueron determinados por la Dirección Provincial de Arquitectura e Ingeniería (Dipai), consisten en la reparación externa e interna de paramentos, mamposterías y revoques que fueron afectados por la humedad ascendente, así como por filtraciones de cubiertas.

Trabajo pendiente

Por su parte, Damianovich se encargó de resaltar la importancia de que se haya logrado avanzar en los trabajos que estaban pendientes. “Estamos muy conformes —remarcó— porque durante mucho tiempo reclamamos la urgente concreción de las obras de mejora. Ahora se están haciendo de manera sostenida”.

Una vez terminadas las habitaciones van a destinarse para la realización de muestras museológicas y otras actividades.

El año pasado, en la primera etapa de la refacción que se terminó en marzo de 2012, se afirmó el piso de parte de la casona mediante la submuración de la estructura con 52 pilotines de hierro y hormigón. Las tareas fueron necesarias ya que los especialistas que intervinieron descubrieron un sótano en el área de una de las habitaciones por lo que el piso había empezado a ceder y por lo tanto, se producían rajaduras cada vez más importantes en las paredes.

Como parte de próximos arreglos queda pendiente el cambio de parte de la cañería de los desagües pluviales que atraviesan el patio del frente, la impermeabilización del techo del sector donde está ubicada la biblioteca y las oficinas de la Junta de Estudios.


  • La empresa Orión Ingeniería está finalizando la segunda etapa de mejoras en la antigua casona de barrio Sur. Se restauraron las paredes de tapia y los techos. Desde la Junta de Estudios celebraron el avance.

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Hallazgo. Cuando los trabajadores picaron el revoque de las habitaciones a mejorar descubrieron una arcada sobre las ventanas, que corresponde a la construcción original de la casa en el 1700. Según las consultas que se realizaron a especialistas en la materia se estima que la misma no fue confeccionada para que quedara expuesta por lo que se volverá a cubrir. Aparentemente, es un recurso que nunca se había encontrado hasta el momento en las edificaciones de tapia: es un arco de medio punto que supuestamente atraviesa todo el ancho de la pared, que permite la distribución de los pesos y alivia la tensión en el dintel de quebracho.

Foto: Mauricio Garín

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Fisuras y humedad. La casona de más de 300 años presentaba serios problemas en la estructura por lo que la Junta Provincial de Estudios Históricos reclamó en varias oportunidades que se concrete el proyecto de restauración. El mismo se postergó debido a la falta de fondos para ejecutarlo. Como muestra la fotografía, las paredes tenían fisuras que se generaron ante el hundimiento del piso y la falta de mantenimiento. También por las filtraciones del agua de lluvia. La restauración comenzó por el mejorado de los techos y los muros con barro que se obtuvo en una ladrillería de la ciudad. Foto: Amancio Alem

El dato

Características

  • La propiedad de calle Monseñor Zazpe corresponde al período hispánico (primeros años del siglo XVIII) y fue declarada Monumento Histórico Nacional en la década del ‘40, ya que su modo de construcción guarda características únicas en el país.

La casa denominada “de los Aldao” fue hecha construir por el capitán Antonio Márquez Montiel, destacado vecino de la ciudad. A él se deben los tres cuartos iniciales y las posteriores mejoras en la cubierta, como también el complemento del entrepiso, que se terminó de edificar en 1711, según reza la inscripción del dintel en el frente. Esa parte de la casa cumplió 300 años y es la que se conserva hasta la actualidad.