Caso García Belsunce

Le dieron la domiciliaria pero continúa detenido

El viudo Carlos Carrascosa, condenado por el crimen de su esposa, no podrá gozar del beneficio de la prisión domiciliaria hasta tanto no se actualicen los informes médicos.

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Velatorio. La defensa de Carrascosa denunció que el reo no pudo asistir al funeral de su hermana, fallecida a comienzos de marzo, por falta de móvil del Servicio Penitenciario. Foto: Archivo Télam

 

Télam

La Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro concedió la prisión domiciliaria al viudo Carlos Carrascosa, preso por el homicidio de su esposa María Marta García Belsunce, pero como consideró que los informes médicos de la causa estaban desactualizados, continuará detenido.

El condenado tampoco pudo concurrir al velatorio de su hermana, fallecida en Corrientes en las últimas semanas tras un accidente cerebrovascular, ya que si bien un tribunal oral lo permitió, el Servicio Penitenciario no suministró un móvil para el traslado.

Ante esta situación, el abogado del viudo, Fernando Díaz Cantón, reiteró al Tribunal Oral Criminal 6 de San Isidro el pedido para le den el arresto “en forma urgente”, también solicitado en el Tribunal de Casación Penal en marzo y aún no resuelto.

En su fallo, los jueces Duilio Cámpora y Oscar Quintana, de la sala I de la Cámara, revocaron la denegatoria del arresto domiciliario, pero entendieron que a Carrascosa hay que practicarle otra vez los informes médicos porque “perdieron actualidad” y agregar una pericia psiquiátrica.

Díaz Cantón explicó a Télam que “esto implica un circulo vicioso porque cada vez que el expediente llegue a la Cámara con nuevas apelaciones los informes que se hagan van a quedar indefectiblemente desactualizados por el tiempo que demanda la apelación”.

Los jueces también entendieron que no se ha resuelto cómo se resolverán las urgencias que pudieran presentarse en el domicilio. En disidencia, votó Ernesto García Maañón, que consideró que podría morigerarse la prisión bajo caución real y retención del pasaporte.

El defensor también relató que a comienzos de marzo, la hermana de Carrascosa -única familiar de sangre que le quedaba con vida- sufrió dos ACV, la misma enfermedad que se teme que pueda padecer Carrascosa en prisión, y luego falleció.

El abogado pidió que trasladaran al viudo para que la pudiera visitar, derecho que no se le niega a ningún detenido sin sentencia firme, pero comenzó una serie de idas y venidas burocráticas en el Servicio Penitenciario.

Pasado un mes y ante la omisión de cumplir lo ordenado por el Tribunal, la defensa promovió un hábeas corpus correctivo y, a la semana, la hermana de Carrascosa falleció, pero las autoridades dijeron que no tenían un móvil para el traslado al velatorio.

Este se le ofreció cuando el sepelio ya había culminado, pero el detenido se negó a ir porque ya no quería ver a su hermana en el cementerio.

María Marta García Belsunce (50) fue hallada muerta el 27 de octubre de 2002 en su casa del country Carmel, de Pilar, con medio cuerpo semisumergido en la bañera, y su marido siempre sostuvo que creyó que se trató de un accidente porque era “muy torpe”. Sin embargo, una autopsia practicada un mes después comprobó que la mujer había sido asesinada de seis balazos en la cabeza y el viudo se convirtió en el principal sospechoso.

En 2007, el TOC 6 de San Isidro lo condenó a cinco años y seis meses de cárcel por el encubrimiento del crimen, pero lo absolvió del homicidio, en tanto dos años después, el Tribunal de Casación Penal lo sentenció a prisión perpetua como coautor del crimen.