Unión se apaga mientras su gente canta

Algún día alguien les pedirá perdón

Sólo el destino tiene marcado el punto final para un equipo que muestra tantas ganas como limitaciones. Lo de la gente, otra vez, sin palabras.

Algún día alguien les pedirá perdón

El “Tate” se lleva en la sangre

Este registro gráfico es del entretiempo, cuando los hinchas de Unión utilizaron el descanso para gritar más fuerte que nunca por el equipo de sus amores. En las tribunas del 15 de Abril, el padre grita con la niña en brazos. “Porque el Tate lo quiero, lo vengo a alentar... En las buenas... Y en las malas mucho más” fue el canto de guerra en medio del dolor por esta campaña. Emocionante.

Foto: Mauricio Garín

 

 

Darío Pignata

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El amigo “Google” afirma que la frase “La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana” es de Napoleón Bonaparte. Dicen que varios años después la repitió John Fitzgerald Kennedy, el asesinado presidente de los Estados Unidos. En el fútbol, por ejemplo, fue propiedad del portugués José Mourinho, cuando el año pasado reinventó la frase diciendo: “Las responsabilidades son mías. Ya sabéis que las victorias tienen muchos padres, pero las derrotas sólo uno y ese soy yo”, al quedar eliminado su Real Madrid a manos del Barcelona en los cuartos de final de la Copa del Rey.

Cuando pasaron 31 partidos de la temporada con sólo dos victorias, se alcanzó la marca de la vergüenza estadística con 26 partidos sin ganar —tercer peor racha del profesionalismo en el fútbol de la Argentina detrás de Argentino de Quilmes y Sarmiento de Junín— y en el próximo juego de local el almanaque dará la vuelta con un año completo son alegrías en el 15 de Abril, me pregunto quién tendrá la grandeza de pedirle perdón a la gente de Unión.

Hasta ahora, con un destino que es inmodificable y se estira más de la cuenta por la pobreza franciscana de los “vecinos” de Unión en el promedio, nadie tuvo los cojones bien puestos para hablarle con sinceridad a ese socio que se está desangrando en las tribunas de López y Planes.

Ese hombre grande, esa señora, ese pibe, esa chica. Esos uno más uno que hacen miles de gargantas que cada día gritan más sabiendo que cada vez falta menos. Lo del entretiempo de ayer, sin palabras.

El fútbol, como juego/negocio/profesión, es algo cada vez más complejo en la Argentina. Y las responsabilidades, en las victorias con padres o en las derrotas huérfanas, siempre son colectivas. No se trata de pedir una caza de brujas porque sí. Es que, se sabe, el culpable de lo que se viene no será nunca uno solo.

Lo que uno pide desde esta columna, ante el conmovedor e inédito gesto que está teniendo el pueblo tatengue con este inminente descenso, es que alguien le pida perdón a la gente. Que alguien asuma que se falló, sin hacer lo que es forma de vida en este país en medio de cada crisis: “abrirse de gambas”, mirar para otro lado, buscar siempre las culpas en lo que hizo el otro.

Siguen varios dirigentes, otros ya no están, pasaron tres

Actitud y juego en el complemento

La entrada de Gálligo, la mejoría de Lizio y el partido parejo que hizo Juan Ignacio Cavallaro le dieron a Unión otra tónica en el complemento donde no sólo empató el partido sino que lo hizo figura a Olave con dos tapadas más. Nada que ver con lo del primer tiempo. Fue otro equipo.

NO

La levedad de los primeros 45 minutos

Fue la primera vez que, jugando en Santa Fe, Unión pareció en la cancha un equipo descendido. Le costaba mucho progresar en los pases y necesitó del oficio de Limia (foto) para quedar “en partido”, porque el “1” fue figura con tres tapadas.

Algún día alguien les pedirá perdón

¡Lo que te devoraste nene!

El juvenil Diego Gálligo, que apareció de última en Casasol por las amarillas de Altamirano, le cambió la cara a Unión con sus ganas por derecha. En dos ocasiones, quedó mano a mano con Olave. Ésta, la de la foto, es la más clara de todas: le pegó Cavallaro, da rebote Olave y el pibito entra con todo pero la pelota se le va por arriba. Foto: Mauricio Garín

(viene de pág 8)

entrenadores y una carretillada de jugadores en esta temporada 2012/2013. ¿Por qué a nadie se le abrió el corazón y se sensibilizó para pedirle perdón a la gente? Y no me vengan con esto de que “todavía no es el momento”, porque el socio paga la cuota ahora y se queda sin garganta cada siete días.

Vuelvo a escribir lo que ya dije: el menos responsable es Facundo Sava. Y me gustó mucho algo que escuché del “Colo” después de San Martín: “En San Juan lo perdimos nosotros por culpa nuestra y no por culpa del árbitro”. Un baño de sinceridad, a modo de disculpas sin venta de humo, sería una caricia para el alma lastimada en cuotas del hincha tatengue en estas horas dolorosas que se vienen.

La gente releva las pruebas cuando confiesan las partes: todos sabían en el Mundo Unión que las pintadas amenazantes después de San Juan no eran de unionistas de ley. Esos que sellaron con un pacto de sangre el amor por estos dos colores: el rojo y el blanco. Y por si hacía falta alguna señal quedó claro ayer donde el equipo completó —al no ganar— otro casillero matemático para descender a la “B” Nacional.

El hincha está dando todo y no recibe nada. O casi nada. Si usted esperaba leer en qué minuto llegó Belgrano y en cuál respondió Unión, acá no lo va a encontrar.

En 23 años nunca escribí de fútbol pensando qué podía decir tal dirigente ante una crítica, este entrenador de turno por un planteo o aquél jugador ante un puntaje. Tampoco soy de los piensan que tal o cual periodista o tal o cual medio periodístico es “el ombligo del mundo”. Pero hoy, señores dirigentes —unos adentro, otros afuera—, entrenadores y jugadores de Unión, quisiera que me lean. Al menos hoy. Están a tiempo. No serán ni más ni menos hombres. Las cosas serias de la vida pasan por otro lado. A nadie se le va a caer ninguna coronita. No sólo tienen la obligación de pedirle perdón a la gente de Unión por este descenso que se viene. En realidad, tienen la hermosa posibilidad de devolverle algo a los hinchas tatengues que se están desangrando con este equipo.

Algún día alguien les pedirá perdón

síntesis

UNIÓN 1

BELGRANO 1

Unión: Alejandro Limia; Emanuel Brítez, Diego Barisone, Nicolás Correa, Guillermo Cosaro; Fausto Montero, Nicolás Bruna, Diego Galván; Brahian Alemán, Damián Lizio y Juan Ignacio Cavallaro.

Director técnico: Facundo Sava.

Belgrano: Juan Carlos Olave; Renzo Saravia, Luciano Lollo, Lucas Aveldaño, Juan Quiroga; Martín Zapata, Guillermo Farré, Lucas Pittinari, Jorge Velázquez; Lucas Melano y Fernando Márquez.

Director técnico: Ricardo Zielinski.

Gol en el primer tiempo: 18 min Aveldaño (B).

Gol en el segundo tiempo: 17 min Cavallaro (U).

Cambios en el segundo tiempo: en el inicio Federico Chiapello por Alemán (U), 10 min Víctor Aquino por Márquez (B), 16 min Diego Gálligo por Montero (U), 24 min César Carranza por Melano (B), 28 min Pablo Míguez por Galván (U) y 29 min César Mansanelli por Zapata (B).

Incidencia en el segundo tiempo: 33 min expulsado Aquino (B).

Árbitro: Diego Abal.

Cancha: Unión.

Algún día alguien les pedirá perdón

18

Los partidos sin ganar en Santa Fe

Por ahora, Facundo Sava (foto) no puede cortar la sequía de local como sí lo hizo de visitante al ganarle primero a Boca y después a Tigre. Ya son 13 empates y 5 derrotas, desde la última alegría el 19 de mayo de 2012 con el 1-0 a San Lorenzo con gol de Barisone.

bajo la lupa

LIMIA (7): tapó tres mano a mano en el primer tiempo: Melano, Zapata y Márquez. En el complemento, estando 1-0 Belgrano, lo dejó a Unión en partido con una volada espectacular en la línea ante el cabezazo de Aveldaño.

BRÍTEZ (6): juega muy bien con los pies, no tanto con la cabeza —por las reacciones— y muchísimo con el corazón. Nunca se achica. Lo mejor de las inferiores.

BARISONE (5): se complicó, increíblemente, en lo que mejor debiera hacer por talla: el juego de cabeza. Mejoró en el complemento.

CORREA (7): es el alma del equipo. Quiere hacer todo desde atrás: quitar, salir jugando, empujar y llegar al gol. Por eso. el “uruguayo...uruguayo” de las tribunas.

COSARO (5): no tomó buenas decisiones con la pelota y tampoco cubrió bien a su espalda el primer cabezazo en el gol. Suple todo metiendo un montón.

ALEMÁN (4): sigue muy bajo y se nota, más que nada en Santa Fe. Para colmo, le costó mucho el retroceso y llegó tarde a cubrir a Quiroga en el centro del gol.

BRUNA (7): un partido perfecto, metido de semilíbero al lado de los centrales. Tiempista y llegando a todas, sin perder casi nunca. Pone todo.

GALVÁN (6): otro que deja todo a pesar de las limitaciones físicas y las lesiones. Lo hizo revolcar a Olave en el primer tiempo.

MONTERO (4): justo cuando levantó un poquito —se lo tapó Olave— ya estaba decidido el cambio. Duda mucho.

LIZIO (6): levantó muchísimo en el complemento después de un primer tiempo desconocido. Se hizo importante y Unión mejoró.

CAVALLARO (7): ya venía jugando bien el primer tiempo, con dos o tres cositas interesantes. Marcó un golazo porque hizo algo que todos le piden: encarar y patear.

CHIAPELLO (5): es todo ganas el “Flaco” y le llega poco por arriba, ya que los bajitos prefieren tocar. Le quedó una de cabeza.

GÁLLIGO (6): entró de casualidad a firmar planilla, casi de última. Estuvo dos veces muy cerca de gritar gol este volante nacido en Entre Ríos.

MÍGUEZ (-): entró por Galván y, como siempre, aportó muy poco.