El corazón del poder en las garras del enemigo

El corazón del poder en  las garras del enemigoAaron Eckhart y Ashley Judd, en una escena de “Ataque a la Casa Blanca”, dirigida por Antoine Fuqua. Foto: Agencia EFE
 

 

Laura Osti

El presidente de los Estados Unidos, Benjamin Asher (Aaron Eckhart), y su esposa, Margaret (espléndida Ashley Judd), se preparan para asistir a un importante acto de gobierno, pero algo inesperado sucede en el camino que cambia los planes de todos.

Ese episodio es nada más que el prólogo de una historia que tendrá como principal protagonista a Mike Banning (Gerard Butler), un agente del servicio secreto que estaba a cargo de la seguridad personal del presidente y su familia y que a raíz de aquel suceso, pierde su trabajo.

Resulta que algún tiempo después, ocurre algo mucho peor. La Casa Blanca y sus alrededores son atacados por un avión fantasma de origen desconocido, mientras el presidente recibía a una delegación de Corea del Sur. El ataque toma a todos por sorpresa y pone en jaque a las fuerzas de seguridad estadounidenses hasta que logran derribar al intruso. Pero cuando parecía que ahí terminaba todo, en realidad, recién estaba comenzando...

De un momento para otro, empiezan a aparecer por tierra unos guerrilleros de rasgos orientales, fuertemente armados con explosivos y ametralladoras.

¿El objetivo?, invadir la Casa Blanca y tomar al presidente de rehén, junto con sus más estrechos colaboradores. En Washington, reina la confusión durante unos interminables minutos, hasta que consiguen movilizar a las fuerzas de defensa. La muerte y la destrucción se adueñan de la misma cabecera del poder, que pierde contacto con el Pentágono, donde se nombra de manera urgente a un presidente interino: el veterano Allan Trumbull (Morgan Freeman).

Los guerrilleros, que dan muestras de una crueldad extrema y una determinación implacable, reclaman los códigos secretos para acceder al sistema de misiles nucleares diseminados por todo el territorio estadounidense, con la idea de hacerlos estallar en sus silos y provocar una devastación completa del país.

Mientras, Banning, que andaba cerca cuando se produce el ataque, consigue entrar a la Casa Blanca, y gracias a sus conocimientos exhaustivos del lugar, se convierte pronto en el único contacto que el Pentágono tiene en el escenario del conflicto.

Tensión al por mayor

Las cosas se ponen muy feas, los muertos se acumulan por todos lados y el edificio se convierte pronto en casi una ruina arrasada por las explosiones y los disparos. Para colmo, ha desaparecido el hijo del presidente y hay que evitar que los invasores lo encuentren. Para eso está Banning y también para tratar de rescatar al mismo Asher, que está sufriendo todo tipo de maltrato y de humillaciones por parte de los guerrilleros, que se identifican como norcoreanos.

Un caos total, nervios tensionados al extremo, alerta máxima y las fuerzas estadounidenses, sorprendidas en su propia casa, muestran una confusión y una lentitud para reaccionar que casi las dejan en el ridículo. Pero gracias al coraje y la eficiencia del exonerado Banning, aunque no sin pagar un alto costo, el Ejército de los Estados Unidos logrará retomar el control.

Tensión al por mayor, un infernal tiroteo que parece interminable, explosiones, torturas, traiciones y mucho heroísmo, en una película que no se destaca por su brillo pero que entretiene.

buena

Ataque a la Casa Blanca

  • Olympus has fallen, Estados Unidos, 2013. Dirección: Antoine Fuqua. Guión: Creighton Rothenberger. Elenco: Ashley Judd, Gerard Butler, Aaron Eckhart, Morgan Freeman. Duración: 118 minutos. Calificación: apta para mayores de 16 años. Se exhibe en Cinemark.