Una infanta en apuros
El “perdón” a Cristina no cayó bien en España
Imperturbable, la infanta Cristina, deja su trabajo en la sede barcelonesa de la Caixa. La mayoría de los españoles entiende que la Justicia fue parcial en la causa que involucra a la hija del rey Juan Carlos.
Foto: Agencia EFE
Agencia DPA
A una rotunda mayoría de los españoles, el 81 por ciento, le parece mal que la infanta Cristina de Borbón, la hija mediana del rey Juan Carlos, haya sido desimputada en la causa de corrupción en la que está implicado su marido, Iñaki Urdangarin.
Así lo recoge una encuesta publicada hoy por el diario El Mundo, en la que un 89 por ciento de los españoles considera que la Justicia no es igual para todos en ese caso.
Cristina, de 47 años y séptima en la línea de sucesión, fue imputada a principios de abril en el llamado “caso Nóos”.
Esta es la trama en la que Urdangarin es sospechoso de haberse apropiado junto a su ex socio Diego Torres de seis millones de euros de dinero público desde el Instituto Nóos, la organización vinculada al deporte que crearon juntos y que oficialmente carecía de ánimo de lucro. El juez que investiga el caso consideró que existían suficientes indicios que apuntaban a que la hija del rey había sido cómplice de los delitos cometidos por su marido.
Un mes después de la imputación, un tribunal superior anuló no obstante la imputación de la infanta como cooperadora necesaria, aunque dejó la puerta abierta a que pueda ser imputada más adelante por un delito fiscal y de blanqueo de dinero.
El “caso Nóos”, con la imputación de Urdangarin a finales de 2011, ha provocado la peor crisis de la monarquía española en los 37 años de reinado de Juan Carlos. Según la misma encuesta de El Mundo, el 79 por ciento de los españoles cree que la casa real no está gestionando bien el caso Urdangarin.
Un mal momento
La infanta Cristina continúa en el ojo de huracán a pesar de que la Audiencia Provincial de Palma haya decidido levantar su imputación en el caso Nóos, dice el portal español Vanitatis. Para reequilibrar su vida, la duquesa de Palma acude religiosamente a trabajar a la Fundación la Caixa, donde el jueves último, además de una multitud de fotógrafos y periodistas, se ha encontrado con las increpantes palabras de una vecina descontenta.
“Oye infanta, que no vengas a mi casa. ¡Deja en paz a mi familia! No vengas a mi casa, haz el favor”. Estas proclamas recibieron a la infanta Cristina a su llegada a la sede barcelonesa de la Caixa, donde trabaja como directora del Área Internacional de la Obra Social. Ante estas desconcertantes frases, la duquesa no miró atrás, animó el paso y accedió rápidamente al edificio escudada por dos de sus guardaespaldas.
Se desconoce con exactitud el mensaje que se esconde detrás de la manifestación de la indignada, pero se mostró ante las cámaras visiblemente enojada por la presencia de la infanta Cristina. En las redes sociales no han desperdiciado la ocasión para cargar contra la hija de don Juan Carlos y opinar sobre su reciente “desimputación”.
