Dispositivos de prevención

Lanzan los botones antipánico para las mujeres víctimas de la violencia

La Justicia determinará quiénes serán las primeras diez beneficiarias. Se trata de un localizador en tiempo real, conectado al centro de monitoreo y al 911. El sistema permite sumar hasta 500 botones.

 

De la Redacción de El Litoral

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Ante una amenaza o ataque sorpresivo, las víctimas no tienen tiempo de pedir ayuda. Por eso, apretar un botón es una alternativa simple y efectiva. “Creemos que el botón de alerta es para aquellas mujeres que tienen una medida de restricción o de distancia, y sin embargo los hechos de violencia se repiten porque el agresor la amenaza o lesiona nuevamente”, explicó la secretaria de gobierno, Adriana Molina, en la presentación de este novedoso sistema de alarma y prevención de la violencia de género.

Como muchos ataques se producen en la calle o en los lugares a los que concurre habitualmente la víctima, estos dispositivos son portátiles y permiten localizar a la persona en cualquier punto del país. “Los agresores suelen seguir a las mujeres e ir a los lugares donde saben que las van a encontrar: a la salida de la escuela de los chicos o del trabajo. Por eso la idea es que puedan tener los botones con ellas todo el tiempo. A veces se asustan o no tienen tiempo para hacer una llamada, por eso esto es muy simple: apretar un botón”, detalló Molina.

Para implementar estos botones antipánico, la Municipalidad debe firmar un convenio con el Poder Judicial, que determinará qué mujeres recibirán los dispositivos. “La seguridad es una de las preocupaciones de toda la ciudadanía, por eso la Municipalidad tiene que colaborar con sus herramientas. En este caso, con botones para que las mujeres que tengan alguna restricción por un posible agresor o que la Justicia decida que corre algún peligro, cuenten con estos dispositivos”, sostuvo el intendente José Corral.

El sistema

Con una inversión de 120 mil pesos, la Municipalidad adquirió un software específico y diez geolocalizadores portátiles, conectados al centro de monitoreo del Palacio Municipal, que funciona los 365 días durante las 24 horas y cuenta con personal especializado y policías.

Esta mañana, el intendente y parte de su gabinete mostraron cómo funcionan los dispositivos. Al apretar el botón, automáticamente se emite una señal sonora en el centro de monitoreo y en una computadora aparecen los datos de la víctima: dónde se encuentra en ese momento, información personal, una foto, con quién vive, si padece alguna enfermedad, qué Juzgado lleva la causa y contactos telefónicos. “Toda esta información es muy importante para que la policía sepa con qué se va a encontrar cuando llegue al lugar”, indicó Molina.

Apenas suena la alarma, un operador se contacta telefónicamente con la víctima, mientras la policía informa al 911 para que intervenga. “El sistema ya está conectado e hicimos las pruebas, tiene muy buena señal. Apenas firmemos el convenio con la Justicia, ya lo podemos implementar”, concluyó Molina.

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El dispositivo

• Se trata de un geolocalizador portátil que permite localizar a las víctimas en cualquier punto del país. La Municipalidad adquirió diez botones (cada uno cuesta $ 3.000), pero el sistema permite tener hasta 500 aparatos. Los dispositivos están conectados a la Central de Monitoreo de la Municipalidad y en contacto directo con el 911.

Además de saber en tiempo real la ubicación de la víctima, el sistema cuenta con un historial de localizaciones, que permite conocer los últimos movimientos de la persona.

Todo queda registrado en el software.

También se puede crear un “cerco de seguridad”, es decir una zona definida por la víctima por donde suele transitar. En caso de que el dispositivo trascienda esos límites, se activa la alarma en la central de control.

Hay dos modelos de botones: uno de ellos permite captar el sonido ambiente. Los aparatos son pequeños y discretos, y tienen un cargador igual que un celular.

Como un GPS. Los botones permiten saber dónde se encuentra la víctima en tiempo real y también conocer sus últimos desplazamientos. Foto: Alina Pozzolo