Cómoda mayoría K en el Senado

Media sanción para el pragmático “blanqueo”

La iniciativa pasó a la Cámara de Diputados. El oficialismo usa el eufemismo “exteriorización” para defender su decisión pragmática. La oposición duda de sus efectos macroeconómicos y reclama valores.

De la redacción de El Litoral

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El Senado aprobó el proyecto de blanqueo de moneda extranjera, con el apoyo de 39 legisladores del bloque del Frente para la Victoria y sus aliados permanentes, contra 28 votos negativos de las bancadas opositoras.

Hubo más de 30 oradores a lo largo de nueve horas de debate, en la que los oficialistas argumentaron a favor de sumar capitales para ampliar el nivel de empleo de la economía y los opositores calificaron de “inmoral” la propuesta, en tanto deslizaron todo tipo de comentarios sobre blanqueos de dinero provenientes de “amigos del poder”.

El ex jefe de gabinete Aníbal Fernández destacó que “con la exteriorización voluntaria de depósitos de moneda extranjera, en el exterior o en el país se busca dar una herramienta más que nos permita seguir en la senda del crecimiento y de la creación de empleo”.

Sostiene que se trata de sumar “dinero ocioso, clandestino, al margen del mercado y puede ser generador de nuevos negocios inmobiliarios y de infraestructura energética”.

Negó que se puedan filtrar capitales de origen ilícito, porque “se tomaron recaudos” contra los fondos “imputados por delito de lavado de dinero y financiamiento de terrorismo y el control se extiende a sus cónyuges y parientes hasta segundo grado de consanguinidad”.

En tanto, el titular del bloque del kirchnerismo, Miguel Pichetto, afirmó que el blanqueo actual “ya se ha utilizado de manera idéntica en 1986 por el gobierno de Raúl Alfonsín y en 1992 por el de Carlos Menem, a pedido del ministro Domingo Cavallo”.

“Paraíso fiscal”

El jujeño Gerardo Morales (UCR) expresó, en cambio, que la iniciativa apunta a generar “un paraíso fiscal para que se beneficien todos esos delincuentes que se han llevado cientos de miles de dólares del país”.

Su par de bancada, la mendocina Laura Montero calificó al gobierno de disponer de un “pragmatismo cínico” y sostuvo que “en los paraísos fiscales el dinero que sobra, es dinero de origen delictivo”.

El bonaerense Jaime Linares, del Frente Amplio Progresista, sostuvo que la propuesta oficialista “es un retroceso desde el punto de vista impositivo, es malo desde el punto de vista de la equidad”, y agregó que “en algunos casos le abrimos la puerta al delito complejo”.

Además, sostuvo que su sanción “desnuda una crisis, un problema en el desarrollo de este plan económico que está en marcha”. La justicialista disidente Liliana Negre (San Luis) afirmó que la iniciativa es “una inmoralidad fiscal” y advirtió que “abre el camino a una narcoeconomía”.

Desigualdad

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Casi la mitad de los senadores presentes participaron del debate. Por Santa Fe, Rubén Giustiniani (FAP) y Carlos Reutemann (Santa Fe Federal) criticaron el proyecto del gobierno. Foto: Archivo El Litoral

El socialista y santafesino Rubén Giustiniani indicó que la norma generará “una marcada e intolerable desigualdad” frente a quienes han cumplido con sus obligaciones tributarias, “le están poniendo un cartelito de tonto a todos los que cumplen con la ley”, advirtió.

En el mismo sentido se expidió el disidente Juan Carlos Romero, que calificó de “injusto y absurdo” el proyecto y consideró que la iniciativa “es un premio para los evasores”.

El radical chubutense Mario Cimadevilla dijo que “más que una ley de blanqueo, estamos debatiendo una ley de lavado”

El ex presidente Adolfo Rodríguez Saá (San Luis) manifestó que la ley “va al fracaso” y se preguntó: “¿Por qué son tan duros con los trabajadores y tan permisivos con los evasores?”

Roxana Latorre, a favor

El oficialismo consiguió aprobar el proyecto de blanqueo de capitales por 39 votos positivos contra 28 negativos. Hubo 5 senadores ausentes: Inés Blas, María Eugenia Estenssoro, Carlos Menem, Pablo Verani y Carlos Verna.

Los votos afirmativos correspondieron a los senadores del Frente para la Victoria más los aliados habituales, con la sola excepción de la catamarqueña Blas.

En contra hubo 28 votos, que correspondieron a Eugenio Artaza, Roberto Basualdo, Marta Borello, Samuel Cabanchik, José Cano, Oscar Castillo, Mario Cimadevilla, Graciela Di Perna, Sonia Escudero, Rubén Giustiniani, Luis Juez, Jaime Linares, Juan Carlos Marino, Oscar Martínez, Blanca Monllau, Laura Montero, Gerardo Morales, Norma Morandini, Liliana Negre, Roy Nikisch, Juan Pérez Alsina, Luis Petcoff Naidenoff, Emilio Rached, Carlos Reutemann, Adolfo Rodríguez Saá, Juan Carlos Romero, Ernesto Sanz y Arturo Vera.

La senadora justicialista por Santa Fe Roxana Latorre (electa en la misma boleta de Reutemann, en 2009) votó a favor de la propuesta del gobierno nacional.

Reutemann, muy duro

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El senador Carlos Reutemann advirtió que “el gobierno corre a quien compró cinco mil dólares en un año y por la misma ventallita otro trae bolsos de dinero inexplicablemente conseguido y le dan un diploma verde”. Dijo que se “beneficia generosamente a aquellos que operaron al margen de la ley y penaliza a quienes quedaron a merced de la voracidad fiscal, en momentos en que el país registra la mayor presión tributaria de su historia”.

Agregó que se debería compensar a quien cumplió “si el proyecto tuviera la desgracia de avanzar hasta su promulgación” y caracterizó el lavado como

“un perverso proceso a través del cual se pretende legitimar fondos generados mediante el ejercicio de actividades ilegales, tales como el tráfico de estupefacientes, fondos provenientes de la corrupción, armas, fraude fiscal, trata de personas, malversación de caudales públicos, piratería y terrorismo”.