La capital sueca es escenario desde hace varios días de graves episodios de violencia, como nunca se habían visto en la ciudad que tiene el mejor nivel de vida en toda Europa. Pero la crisis llegó, exacerbó las diferencias entre los inmigrantes y la policía, y la situación estalló.
Varios coches arden en un barrio de Estocolmo, donde grupos de jóvenes inmigrantes ganaron la calle para expresar su bronca por la suspensión de algunos subsidios que aportaba el Estado.