al mArgen de la crónica

Vulnerables

El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas destacó la importancia de la alimentación que se ofrece en las escuelas a los niños, como forma de afrontar las crisis, algo que en el último lustro han sabido entender 38 países que han puesto en marcha distintas iniciativas de este tipo.

“Durante las crisis de los alimentos y del petróleo en 2008, muchos gobiernos luchaban por proteger del hambre a los más vulnerables y recurrían a las comidas escolares para lograrlo”, afirma en un comunicado Carmen Burbano, autora principal del informe. “En la recesión actual, incluso los países desarrollados están examinando cómo las comidas escolares pueden evitar que estas familias sigan cayendo en la pobreza y el hambre”, añade.

Unos 368 millones de niños (es decir, uno de cada cinco) de 169 países desarrollados y en vías de desarrollo reciben comida en sus escuelas todos los días, pero, a pesar de la naturaleza universal de la alimentación escolar, la cobertura de estos programas es “mínima”, según el PMA, donde más se la necesita.

Así, en países de bajos ingresos, donde los niños tienen más posibilidades de sufrir la pobreza y el hambre, sólo el 18 % recibe una comida diaria en la escuela, frente al aproximadamente 49 % de los niños que viven en lugares de ingreso medio. “La alimentación escolar garantiza que donde hay educación de calidad, los niños podrán aprovechar la oportunidad de aprender”, afirma en la nota la directora ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin.

“Es una inversión que rendirá dividendos en el futuro con una generación de adultos mejor educados, más fuertes y más sanos, y que también previene que los más vulnerables sufran en tiempos de crisis”, añade.

El Programa Mundial de Alimentos colabora de modo activo con estos programas de alimentación escolar, fundamentales en tiempos de crisis no sólo económicas o financieras, sino también causadas por el alza de los precios de los alimentos o los desastres naturales.