Llegan Cartas
En recuerdo a María D. de Assenza
Abriste tu corazón y tu casa. El taller literario surgido de tu utópica sensibilidad fue la llave para que muchos chicos se asomaran al mundo maravilloso del arte. Incansable sembradora, despertaste la creatividad de quienes con alegría llenaban tu mundo de poesía. Los dibujos y poemas de nuestros hijos aparecían en tus habitaciones por todas partes, como mariposas traviesas.
Con tu voz queda les acercaste la obra de los grandes: Pedroni, Machado y ese amor por Gabriela Mistral que tanto atesorabas... Pudieron admirar a Dalí, Miró, Picasso, Rousseau, mientras la música que sabiamente habías elegido les acariciaba el alma. Creaban felices. Tus palabras de aliento a sus pequeñas voces: “bello”, “hay un mañana luminoso en lo que dices”, eran el estímulo para continuar escribiendo.
Fuimos amigas y sabíamos de nuestro cariño.
Hoy también sé que El Ángel Doriel te llevó de la mano y que Soldi pintará otro para vos.
Se cerró la Casa de los Duendes. Pero ellos, los duendes de la fantasía, siguen esperándote entre las hojas verdinuevas y “ese sol de la infancia”.
Susana Beatriz Ureta
DNI 5.116.609
Que no prescriba
Sres. Directores: Así como hace algunos años, gracias a una muy triste experiencia que nos tocó vivir a los argentinos aprendimos la diferencia entre crimen y “crimen de lesa humanidad” (el que se ejerce desde el Estado), hoy también creo que deberíamos exigir a nuestros legisladores que se pongan a trabajar y logren las leyes necesarias para diferenciar al robo del: “robo de lesa humanidad”, pues también el segundo es causa de miles de niños muertos por desnutrición.
También genera desesperación y tristeza de nuestros ancianos necesitados de tantas cosas después de haber trabajado toda una vida; preocupación en padres desocupados que no pueden alimentar honradamente a sus familias; miles de muertos sobre nuestras rutas argentinas por lo obsoletas y faltas de mantenimientos; tantos jóvenes perdidos por la droga, la que dejaron entrar porque los beneficiaba, etc...
Entonces, unámonos y exijamos que el robo de lesa humanidad no prescriba. Que aunque pasen los gobiernos, se siga investigando, y que de una buena vez alguien pague, y que no sea siempre el pueblo.
Susana Rodríguez
DNI: 5.381.760
