reclamo a los fieles

El Papa pidió rezar por desempleados ancianos, presos, pobres y emigrantes

De la Redacción de El Litoral

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EFE

El papa Francisco pidió hoy a sus fieles que recen por “todos aquellos que se encuentran en un estado de precariedad económica, sobre todo los desempleados, los ancianos, los sin techo, los presos y aquellos que deben experimentan la emigración”.

Estas son las intenciones que el pontífice desea que se tengan presentes durante la Adoración Eucarística que tendrá lugar en la Basílica de San Pedro el próximo 2 de junio con motivo del Año de la Fe, según informó hoy el Vaticano en un comunicado.

Durante la Adoración Eucarística todas las catedrales del mundo estarán sincronizadas con la hora de Roma y en comunión con el papa Francisco durante un momento, que el propio Vaticano, describió de “histórico”.

Francisco desea que en las plegarias se tenga presente también a aquellos que sufren “la nueva esclavitud y son víctimas de la guerra, de la trata de personas, del narcotráfico y del trabajo esclavo”, así como por los “niños y mujeres que sufren distintas formas de violencia”.

Y aseguró que las plegarias de la Iglesia constituyen su gesto de “cercanía, de confort y de apoyo a la esperanza”.

Ayer, el papa Francisco dijo que para seguir a Jesús hay que “despojarse de la cultura del bienestar y de la fascinación por lo provisional” y aseguró que las riquezas son un “impedimento en el camino hacia el Reino de Dios”.

“Las riquezas son un impedimento que no facilitan el camino hacia el Reino de Dios”, afirmó el papa Bergoglio, que señaló que cada uno tiene que hacer un examen de conciencia sobre sus riquezas y que es lo que le impide seguir a Jesús.

El Obispo de Roma se refirió a dos tipos de riquezas: las culturales y las de la fascinación por las cosas temporales.

De la primeras, destacó la “cultura del bienestar”, que dijo, “nos hace poco valientes, vagos y egoístas”.

“El bienestar nos anestesia, es una anestesia”, subrayó el papa, que criticó a aquellos que dicen: “no, no, más de un hijo no, ya que no podemos ir de vacaciones, no podemos ir allá, no podemos comprar la casa...”.

Sobre la fascinación por las cosas temporales, el pontífice denunció que los hombres “estamos enamorados de lo provisional”.

“Las propuestas definitivas que nos hace Jesús no nos interesan. Lo provisional, por el contrario, nos gusta, ya que tenemos miedo del tiempo de Dios, que es definitivo”, destacó.