Crece el peligroso robo de tensores metálicos

Reparar la torre de alta tensión costará $ 200 mil

El vandalismo sobre una torre de alta tensión puso en peligro a los pobladores de la Bajada Distéfano. La investigación policial no ha logrado avances significativos sobre los responsables.

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Los arcos de madera provisorios reemplazaron al gigante abatido, en el bañado del riacho Santa Fe, cerca de la Ruta Nacional Nº 168.

Fotos: Guillermo Di Salvatore y Gentileza EPE

 

De la redacción de El Litoral

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Una estructura provisoria -hecha con postes de madera- sostiene desde la semana pasada la línea de alta tensión, de 132 kV que une a Santa Fe con Paraná.

Los arcos reemplazan a una torre de alta tensión, que cayó en la madrugada del 15 de mayo. Fue en una zona que, con facilidad, inunda el riacho Santa Fe, más allá del terraplén de Bajada Distéfano, junto a la Ruta Nacional Nº 168.

La Empresa Provincial de la Energía demarcó el área y colocó letreros que advierten del peligro de electrocución. Mientras la torre estuvo caída (con las líneas en peligro latente) un móvil policial, ubicado sobre la defensa, se ocupó de evitar que cualquier desprevenido se acerque demasiado.

La EPE estima que poner en condiciones la estructura abatida costará unos $ 200 mil y sus técnicos del área de mantenimiento de líneas eléctricas dijeron a El Litoral que este tipo de robos “ya no son tan inusuales”. Más aún, como es mayor la frecuencia de este tipo de hurtos, la empresa ha previsto y dispone de tensores en stock para normalizar la situación, cada vez que -al término de recorridos de mantenimiento periódico- se advierte de algún faltante.

El hurto de esas piezas metálicas, a cargo de ladrones muy intrépidos o muy ignorantes (ver aparte), sólo por fortuna no ocasionó un accidente eléctrico grave.

Pudo ser fatal para los vándalos, pero también para quienes viven entre la ruta y el riacho Santa Fe, que quedaron expuestos a una situación de riesgo.

Además, la línea eléctrica, que en ese sector pertenece a la EPE, es clave para proveer de energía a Entre Ríos. La provincia vecina, en especial Paraná, no sufrió una crisis eléctrica debido a que el clima de mayo no produjo picos de consumo.

“Se da por épocas”

El ingeniero Daniel Cairol tiene a su cargo el mantenimiento de las líneas de alta tensión de la EPE, en la zona norte de la Provincia. Fue quien encabezó la cuadrilla que debió intervenir tras la caída de la torre hace 15 días.

“Cada vez que vemos robos como los de la torre en Bajada Distéfano nos preguntamos cómo pueden tomarse riesgos tan graves... Realmente no tienen conciencia del peligro que asumieron. Al debilitar una torre, al quitarle los tensores puede haber una caída y un desenlace fatal”, destacó en diálogo con El Litoral.

Sobre el caso en cuestión, explicó que no hubo un muerto porque la estructura quedó en pie luego del hurto, y cayó luego, con el viento, afortunadamente de madrugada cuando no había nadie cerca.

Subrayó que este tipo de robos no sólo ponen en peligro a quienes los ejecutan, sino que también pueden tener consecuencias fatales para la comunidad que vive cerca de las líneas eléctricas y transita por esa zona.

“No tienen conciencia del daño que hacen y del peligro al que se han expuesto”, insistió.

Cairol dijo que el área a su cargo dispone -en depósito- de tensores metálicos para reponerlos ante los robos, “que suceden de vez en cuando”. Ante otra pregunta sobre la frecuencia de este tipo de situaciones, explicó que “es algo que se da por épocas”.

Informó, asimismo, que “hacemos recorridos de mantenimiento periódicos, y también de modo aleatorio, para revisar las líneas y las torres. Además, cuando vemos que lo mismo le ha ocurrido a las instalaciones de Transener SA (la empresa que transporta energía a nivel nacional) les damos un aviso de inmediato, y lo mismo hacen sus técnicos con nosotros: darnos el alerta”.

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El dato

Denuncia

policial

  • La denuncia sobre el robo de perfiles de metal a una torre de una línea de alta tensión de la EPE, en Bajada Distéfano, se radicó en la Policía ante la subseccional 6ta del distrito La Guardia. Según se informó oficialmente, está en marcha una investigación, pero aún no hay novedades respecto de los autores.

Un experto advierte del enorme riesgo

  • El ingeniero Daniel Cairol, jefe de mantenimiento de las líneas de alta tensión de la zona norte de la EPE, habló con El Litoral sobre los riesgos de electrocución que afrontaron quienes robaron los tensores metálicos de la torre en la Bajada Distéfano.

“Si tuvieran un mínimo de conciencia sobre el peligro que lleva cometer estos actos de vandalismo, sin dudas no se animarían”, sintetizó.

Cairol dirige un equipo técnico en el que las tareas sobre las líneas eléctricas se desarrollan con tensión, para no cortar el servicio. Los operarios de dichas cuadrillas reciben una capacitación especial para poder trabajar en esas condiciones.

Tras recordar que las torres llevan cables con una tensión, en tres faces, de 132 mil voltios, subrayó que no es necesario tocarlos para sufrir una descarga mortal. Basta con quedar “a un metro de distancia, contra tierra”.

En otras palabras, de caer alguna de las seis líneas se produciría inmediatamente “un arco voltaico que, sin dudas, mata”.

Lo mismo cabe para quien se exponga, por ejemplo, con una vara metálica a esa distancia del cableado.