De “Esas ramas altas”

Por Jorge Isaías

XXXV

¿Qué son

esas ramas altas

subiéndose

al cielo?

¿Qué hacen

esas ramas

donde se posa

el gorrión

a pesar del frío

crepúsculo

de agosto?

Donde el mundo

parece

entregarse de a poco

a una declinante

vejez

que por no esperada

nos parece ajena.

Cómo será la

mañana

cuando ya no discurra

el metal seco

de su voz.

LX

En la vecindad

de aquel sol de Otoño

que reptaba

con molicie

en los flecos

del día

quedó prendida

como un abrojo

la mitad

de mi infancia.