El papel de los explicadores del poder

De la pornopolítica al pornoperiodismo

  • En su farragoso estilo, los “intelectuales” de Carta Abierta buscan invalidar las denuncias de corrupción. ¿Cómo llegamos a este punto?
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María Pía López, Ricardo Forster, Horacio González. Foto: Archivo El Litoral

 

Sergio Serrichio

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En septiembre de 2011 concurrí al Instituto de Altos Estudios Sociales (Idaes) de la Universidad Nacional de San Martín, a un debate sobre el kirchnerismo entre el constitucionalista Roberto Gargarella y la socióloga María Pía López, integrante del “espacio Carta Abierta”. Las primarias ya habían tenido lugar y la re-elección presidencial de Cristina Fernández de Kirchner estaba fuera de duda.

Pero no hubo debate. En ausencia de Gargarella, varado en un aeropuerto alemán, López discípula del director de la Biblioteca, Horacio González, funcionaria ella misma de la Biblioteca y orgullosa acuñadora de la expresión “espíritu destituyente” con la que Carta Abierta se presentó en 2008, en su primera epístola, durante la rebelión fiscal del campo- expuso a sus anchas.

En un momento, un alumno le preguntó por qué Carta no usaba su “influencia” para “corregir” las “desviaciones” del kirchnerismo. Ante un auditorio de admiradores, la socióloga se sinceró. En rigor, dijo, no tenemos ninguna influencia. Y para ilustrarlo, relató que en 2009, a pocas semanas de las elecciones legislativas, seis miembros del grupo lograron tras arduas gestiones- una audiencia con Cristina Fernández de Kirchner (CFK), a la que llevaron una breve lista de ideas previamente consensuadas. El primer punto era la creación de un “ingreso universal por hijo” o algo parecido. La crisis hace estragos, es necesario, dijeron. “No estamos para regalar plata”, los cortó la presidenta, y los derivó a la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, para que les “explique” la “política social” del gobierno. Los emisarios de Carta se fueron con las manos vacías y un reto presidencial.

Poco después, el gobierno perdió las elecciones y a fin de año creó por decreto la Asignación Universal por Hijo (AUH), ignorando seis proyectos legislativos de la oposición que había ninguneado por años y a partir de los cuales podría haberla creado por ley. Y empezó a hablar de la AUH como “la política social más importante de los últimos sesenta años”. ¿Hipocresía? No, respondió López. El gobierno “procesó” el resultado electoral y le dio “respuesta política”.

En lo que era ya una charla ante un grupo de fans, la socióloga confesó también una “pesadilla” política futurista: llega 2015, no hay reforma constitucional ni posibilidad de re-re de CFK, los candidatos con más chances son Scioli, por el oficialismo, y Macri, por la oposición. “Y nosotros dijo, por Carta Abierta- vamos a tener que decir que Scioli es bueno”.

Perros falderos

Cito esos pasajes de una charla de hace casi dos años, reveladores del rol de perros falderos del poder en los que se reconocen los propios “intelectuales” de Carta Abierta, a propósito de su más reciente epístola, la número 13.

Un pasaje del texto, dice: “Un lenguaje surgido de las letrinas amarillistas y de las gramáticas del golpismo histórico se despliega con virulencia insidiosa desde las usinas del poder mediático (à) para desencadenar, una tras otra, una batería de rumores, mitos urbanos de enriquecimientos olímpicos, denuncias indemostrables articuladas con una colección de personajes que van de los lúmpenes del jet set vernáculo a una ex secretaria despechada. Se funda entonces una maquinaria de horadar, que por supuesto no es nueva y que incluye muchos antecedentes en el pasado inmediato de la cultura social de Occidente, y especialmente de nuestro país. Indirectamente aludimos a la caída de la República de Weimar que dejó abierto el camino para el ascenso del nazismo al poder”.

En el párrafo hay de todo: golpismo, amarillismo, “mitos urbanos”, “lumpenes del jet set”, despecho femenino, acecho nazi. En ningún momento, sin embargo, los miembros de Carta Abierta se interrogan sobre la veracidad o no de las denuncias. Simplemente, les repugna su obscenidad.

Pornografía

El puritanismo de Carta Abierta es comprensible. Las denuncias de corrupción que cada domingo ventila el programa PPT, de Jorge Lanata, tienen aspectos pornográficos. La simulación de fajos de billetes, de valijas llenas, la reproducción (o las fotos) de bóvedas de caudales, se parecen a una película porno en el hecho de que no dejan nada librado a la imaginación. Hay que mostrar todo, si es posible en primer plano.

Pero más importantes que su aversión a la pornografía son las preguntas que Carta Abierta y los propagandistas del gobierno no se hacen y quiere que sus seguidores tampoco se hagan. La obscenidad de las denuncias tiene relación con la obscenidad de lo denunciado y el hecho de que previas denuncias no pornográficas- de lo mismo han sido largamente ignoradas.

¿Es necesario que la familia Kirchner tenga una bóveda de caudales en su casa para escandalizarse por su enriquecimiento patrimonial y su inverosímil “justificación”?

¿Es necesario que aparezcan personajes como Leonardo Fariña y Federico Elaskar hablando de aviones con valijas y bolsas de billetes para asombrarse porque Lázaro Báez, un ex cajero del Banco de Santa Cruz, sin título ni capacidad personal o empresarial digna de mención, se haya transformado de un día para otro en un ganador serial de concesiones petroleras y grandes contratos de obra pública?

¿Es aceptable que, a 77 meses de intervención del Indec, de la sistemática falsificación de las cifras de inflación y, por extensión, de casi todas las estadísticas socioeconómicas, del derrame de una gigantesca y corrupta bolsa de subsidios (este año, serán más de 100.000 millones de pesos) y de que el Banco Central emita dinero a tasas superiores al 30 % anual, nos digan que de combatir el alza de precios se ocuparán los chicos y chicas de La Cámpora?

Mirar para otro lado

La sociedad no es ajena al desarrollo de la pornopolítica y uno de sus consecuencias, el pornoperiodismo. La cultura visual se ha impuesto de tal modo, que para intentar contrarrestar los efectos de un programa político de TV, el gobierno recurre al fútbol por TV (los fondos que le dedica aparecen en el presupuesto bajo la finalidad “Educación y cultura” y le permiten, de paso, ufanarse de su esfuerzo por “educar al soberano”).

Antes que preocuparse por el rating, el gobierno debería recordar la historia, sin excentricidades ni hipótesis conspirativas al estilo Carta Abierta. La transmisión de fútbol por TV, con los partidos de los viernes, fue una creación de la dictadura de Juan Carlos Onganía, para descomprimir un clima social adverso.

Algo sabemos: no le alcanzó.

La cultura visual se ha impuesto de tal modo, que para intentar contrarrestar los efectos de un programa político de TV, el gobierno recurre al fútbol por TV.

El dato

Imputados

El financista Federico Elaskar y el contador Leonardo Fariña fueron citados a declaración indagatoria para el próximo lunes por el juez federal Sebastián Casanello, en la causa en la que se los investiga por presunto lavado de dinero junto al empresario kirchnerista Lázaro Báez y otros acusados. El fiscal federal Ramiro González había solicitado al inicio de la causa la indagatoria de Fariña y Elaskar por operaciones sospechosas de ambos por 20 millones de pesos que no podían justificar. Elaskar y Fariña revelaron en el programa “Periodismo Para Todos” que formaron parte de maniobras de lavado de dinero de unos 55 millones de euros de Báez que sacaban del país en aviones y que canalizaban en empresas off shore en el extranjero, y aunque después ambos se desdijeron de sus dichos, igualmente quedaron imputados.



Acusan a la prensa de golpismo, amarillismo, “mitos urbanos”, “lumpenes del jet set”, despecho femenino, acecho nazi. En ningún momento se interrogan sobre la veracidad o no de las denuncias.