El Tate lo justificó en el segundo tiempo...

La mejor prueba de cómo morir de pie

La mejor prueba de cómo morir de pie

El grito mayor fue tatengue. Lizio lo pateó como los que saben. Se paró delante del balón el refuerzo llegado desde Bolivia, miró fijamente y posicionó el cuerpo como si fuera a darle a la derecha de Pozo, y tocó con suavidad a la izquierda del arquero. La diferencia en la red llegó a través del punto penal.

Foto: Flavio Raina

Unión cortó la racha de más de un año sin ganar en su cancha y se quedó con el partido más importante en el momento más doloroso: una semana después de consumar su descenso.

 

Enrique Cruz (h)

Se festejó como si se hubiese ganado un campeonato o un partido con tres puntos clave para salvar la categoría. Pareció el desahogo de un grupo de jugadores heridos en su orgullo, en su corazón y en su amor propio. Lo jugaron así. Con dientes apretados, equivocándose en el primer tiempo en muchos aspectos, pero jugando un segundo tiempo en el que planteó superioridad sobre el clásico rival y, por ende, justicia en el resultado final. Lo festejaron como nunca. Sin su gente, a pesar de que enseguida se escucharon las bombas y bocinazos que siguieron al pitazo final de Delfino.

En el juego táctico, la idea de Sava fue la de apretar con Galván y Sarmiento sobre los dos volantes centrales sabaleros. A Unión le costó acomodarse en defensa al principio y a esto lo aprovechó Gigliotti con un mano a mano que tapó Limia. Posicionalmente, Colón le cedió la iniciativa a Unión, que manejó más la pelota pero sin claridad.

Más todavía, teniendo menos la pelota, Colón fue más. Y en ese aspecto, Gigliotti tuvo tres opciones en menos de 15 minutos: la que le tapó Limia, un gol mal anulado por inexistente posición adelantada y una pelota que le tapó Britez después de una gran jugada entre Mugni y Graciani.

Después de un buen comienzo, Colón pareció tener una sola fórmula de ataque: el pelotazo a Gigliotti. Por eso, la necesidad de que Mugni, Prediger y los volantes laterales participaran más del juego. Aún así, siempre Colón dio la impresión de estar mejor parado en lo táctico, ordenado en la marca y creando problemas por los laterales cuando se decidió a atacar por allí.

En definitiva, salió más o menos el partido que pensaba Sava, con Unión más adelantado y con Colón achicando espacios del medio hacia atrás y sacando rápidamente la pelota hacia un Gigliotti incansable a la hora de picar. Unión eligió mucho el sector izquierdo, donde alternadamente -y a veces en forma conjunta- se volcaron Lizio y Cavallaro. De todos modos, hubo una sola intervención de Pozo en el primer tiempo, ante un remate desde lejos de Galván. Poco y nada para un equipo (Unión) que asumió más riesgos que el rival, pero que atacó con menos claridad y no tuvo la misma solidez en defensa que su oponente.

Ese buen trabajo defensivo de Colón en el primer tiempo tuvo su primer sobresalto cuando Magnín recibió una pelota, encaró y fue derribado desde atrás por Romero cuando se aprestaba a definir. Penal bien ejecutado por Lizio y ventaja parcial para un Unión que había hecho un poco menos que Colón en el primer tiempo, pero que capitalizaba mejor una de las pocas situaciones a su favor.

Colón lo sintió. Pretendió asumir mayores riesgos pero se encontró con el crecimiento defensivo de Unión. Morant empezó a mover el banco. Primero fue Curuchet y luego Luque los que ingresaron para armar un 4-2-1-3, a pesar de que los dos ingresados retrocedieron casi hasta la mitad de la cancha cuando el equipo debió recuperar la pelota. En Unión, Cavallaro y Lizio asumieron el protagonismo en el control de la pelota que complicaba a Colón, ya que ambos se estacionaban por los laterales para evitar la marca de Bernardello y Prediger en el sector central.

Sava entendió que el problema podía ser Luque y apenas lo desbordó una vez a Zurbriggen resolvió poner a alguien fresco como el de Colón y por eso entró Tarrito Pérez. Lo propio buscó el técnico tatengue por el otro costado, donde puso a Moreno para que le de una mano a Maidana ante el permanente 2-1 de Graciani-Curuchet.

Colón terminó confundido y Unión se agigantó en la figura de un Emanuel Brítez que junto con Correa se cansaron de despejar todo lo que llegó sobre el área de Limia. Unión, así, acabó justificando por lo que hizo en el segundo tiempo, una victoria que fue tremendamente festejada por los jugadores en el campo de juego.

 
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Y el “Puma” había picado habilitado... El gol mal anulado pudo haber cambiado la historia. Apenas habían pasado 12 minutos de juego cuando picó por la derecha con comodidad Gigliotti (Colón aprovechaba las falencias rojiblancas por ese sector) y definió de forma excelente ante la salida de Limia. Era la apertura del marcador, pero el juez de línea Ezequiel Brailovski marcó off-side. El artillero había partido en posición válida.

Foto: Flavio Raina

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Clara falta de Romero a Magnín. La secuencia gráfica de nuestro reportero no admite discusiones: Pablo Magnín ganó la posición y puso bien el cuerpo, mientras que Mauricio Romero fue abajo a destiempo y lo barrió. Clara falta y la sanción que sería definitoria para el partido.

Foto: Pablo Aguirre

Quejas para la terna arbitral

  • Hubo una jugada en el primer tiempo que despertó la polémica en el estadio. Pelotazo para Gigliotti y definición del goleador sabalero, en una jugada que fue invalidada por Delfino a instancias de su asistente 1, Ezequiel Brailovski, por supuesta posición adelantada.

Las imágenes televisivas, de inmediato, despejaron cualquier tipo de duda y marcaron el error del asistente. “Por lo menos 70 centímetros habilitado”, señaló a El Litoral un productor de “Fútbol para todos”. Cuando finalizó el primer tiempo, desde la parte superior de los palcos del 15 de Abril, donde se encontraban los dirigentes de Colón, se escuchó una voz potente: “¡Ey, línea, mirá que te comiste un offside, eh!”.

En la jugada del penal de Romero a Magnín, se invirtieron los roles: en el banco de Unión se pidió la expulsión del defensor sabalero.

En el final, las protestas fueron por una maniobra en la cual Curuchet cayó adentro del área y Delfino no vio infracción, bastante lejos de la jugada. Luego de la expulsión de Alcoba llegaron más protestas hacia un Germán Delfino que terminó dirigiendo en medio de las permanentes voces de reclamo de los jugadores sabaleros.

Síntesis

Unión 1

Colón 0

Cancha: Unión.

Árbitro: Germán Delfino.

Unión: Limia; Zurbriggen, Brítez, Correa y Maidana; Galván, Bruna y Sarmiento; Cavallaro, Magnín y Lizio. A.S.: Perafán. D.T.: Facundo Sava.

Colón: Pozo; Castillo, Romero, Alcoba y Caire; Graciani, Prediger, Bernardello y Gómez; Mugni y Gigliotti. A.S.: Bailo. D.T.: Pablo Morant.

Gol: en el segundo tiempo, a los 7 min Lizio (U) de penal.

Cambios: en el segundo tiempo, a los 17 min Curuchet (C) por Castillo; a los 23 min Montero (U) por Galván; a los 25 min Luque (C) por Gómez; a los 30 min Moreno y Fabianesi (C) por Mugni; a los 34 min Alejandro Pérez (U) por Zurbriggen y a los 38 min Moreno (U) por Cavallaro.

Amonestados: Bernardello, Romero, Gómez, Brítez, Zurbriggen, Magnín, Pozo.

Incidencias: a los 42 min del segundo tiempo fue expulsado Alcoba (C) por foul a Montero, y Pablo Morant, entrenador sabalero, por protestar. Al terminar el partido, fue expulsado Curuchet por protestar.