Ayer a la tarde

Tres ladrones audaces

A plena luz, entraron por el frente en una casa. Todo ocurrió cerca de las 16, en Aristóbulo del Valle al 7500. Huyeron con un importante botín de dinero y joyas, caminando muy tranquilos, cuando se activó la alarma de la vivienda.

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“La policía demoró una hora y media en llegar. Esto es indignante”, se quejaron esta mañana los propietarios del inmueble atacado.

Foto: Danilo Chiapello

Joaquín Fidalgo

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María festejaba ayer sus 60 años, junto a su esposo, en la casaquinta de su hijo, pero la alegría se cortó abruptamente cerca de las 16, cuando le avisaron que su vivienda había sido víctima de un audaz golpe.

La mujer y su marido, José Luis, son comerciantes desde hace muchos años y ya habían sufrido cuatro robos en sus locales, pero por primera vez su hogar también había sido vulnerado.

El hogar de ambos está ubicado en la cuadra de la avenida Aristóbulo del Valle al 7500, casi en la esquina de calle Regimiento 12 de Infantería. Los tres malvivientes llegaron caminando hasta el frente de la casa y trabajaron muy tranquilos, gracias a que sus moradores no estaban. Primero, rompieron la cerradura de un portón del frente que permite el ingreso al garaje. Luego, quitaron de la pared un acondicionador de aire y por ese hueco ingresaron a uno de los dormitorios.

En busca de cosas valiosas, dieron vuelta la habitación y cargaron en sus bolsillos una cantidad de dinero que no fue precisada y varias joyas. Probablemente, el botín hubiese sido mayor, pero cuando los delincuentes ingresaron al living activaron los sensores y la alarma comenzó a sonar.

Trataron de anular el sistema, pero no tuvieron suerte al intentar cortar los cables. Ello apresuró el escape de los asaltantes, que debieron dejar en el inmueble las herramientas con las que habían llegado. Los tres salieron del lugar como habían llegado, caminando muy tranquilos. “Cómo será que mi vecina, que los vio abandonar la casa, pensó que se trataba de invitados. Eran tipos grandes y de buena presencia”, relató María.

“A nosotros nos avisaron los vecinos y de la empresa de la alarma. La policía demoró una hora y media en llegar. No se puede más así. Nosotros tenemos una agencia de quiniela y dos perfumerías. Los tres negocios fueron blanco de ladrones, pero ahora también nos pasó esto en la casa. No damos más. Estamos cansados. Salimos a caminar todos los días por la avenida y siempre hay algún blíndex roto”, aseguró José Luis.