Concientizar a los niños

Una miniciudad para aprender educación vial

El gobierno provincial llevó a Santo Tomé las jornadas de prevención. Participaron más de 400 niños, que aprendieron de tránsito jugando.

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Como un juego. En la pista de manejo, los chicos tienen la posibilidad de aplicar “en serio” las reglas de tránsito y de comportamiento vial.

 

Ariel Durán-Sergio Ferrer

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La ciudad de Santo Tomé fue sede de la tercera etapa del programa de prevención y concientización vial denominado Mes de la Seguridad Vial, una iniciativa que cuenta con la coordinación general de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) y el acompañamiento de los municipios y comunas de la provincia que adhieren a la misma. Las actividades tuvieron epicentro en el camping municipal, donde más de 400 chicos se dieron cita para tomar parte de esta propuesta, la que está basada en la idea de que es posible y necesario incorporar desde chico nociones de educación y seguridad vial, para aprender sobre manejo responsable y cuestiones de tránsito.

“Para el gobierno de la provincia esta premisa es fundamental, y desde la APSV entendemos la necesidad de trabajar esta temática a partir de la prevención, sobre todo con los más pequeños”’, destacó Sebastián Kelman, director de Formación y Divulgación de la APSV. “Por eso, ya hace tiempo que apostamos a trabajar con el Ministerio de Educación en las escuelas o bien con actividades no formales como éstas, que sirven para crear conciencia, porque nuestra intención es que el día de mañana pueda generarse el cambio cultural que necesitamos”, acotó Kelman.

“Depositamos nuestra confianza en los chicos, para que cuando sean más grandes y les toque conducir, transiten de la forma correcta y adecuada por las calles y por las rutas de la provincia”, redondeó el concepto.

“El 10 de junio es una fecha importante para hablar de este tema porque se conmemora el Día de la Seguridad Vial (en honor al cambio de mano de circulación establecido en Argentina en 1945); pero no quisimos hacerlo como una celebración aislada y en un solo lugar, sino como parte de una acción global en todo el territorio provincial. Por eso implementamos este programa, que empezó el 4 de junio en Rosario, continuó el 5 en Villa Mugueta y seguirá durante todo este mes en otras localidades de la provincia”, agregó Kelman. “Queremos llevarles a los chicos un espacio donde puedan hablar de seguridad vial, de normas de tránsito y siniestros viales, en el que también aprendan el significado de las señales y sepan de la importancia del respeto por el otro, el peatón por ejemplo”, añadió después.

El circuito vial que utilizan para plasmar esta idea “es como una miniciudad, donde hay una senda peatonal, peatones, semáforos, indicadores y todo lo que tiene que ver con cuestiones que el chico debe resolver sobre la marcha... si tienen que frenar, ir despacio, rápido”. “Allí es donde el chico aprende lo que es la interacción en el tránsito; es decir, aprende jugando... se sube a un karting, se pone el casco y se abrocha el cinturón; la intención es que juegue, sí, pero con respeto y sentido de la responsabilidad, para poder tomar conciencia de lo que significa manejar y para que lo pueda hablar con los padres, en el seno de su familia. Por eso se llevan folletería con indicaciones)”, concluyó Kelman.

Para todos los niveles escolares

De la jornada participaron seis establecimientos educativos santotomesinos. Entre los más pequeños, estuvieron presentes los chiquitos del Jardín de Infantes Nº 25 José Gálvez y de los dos primeros grados del turno tarde de la Escuela Nº 579 José Jacinto Berrutti, así como alumnos de tercer y cuarto grado de la Escuela Nº 15 Juan de Garay. Fueron también estudiantes de cuarto y quinto año de las escuelas secundarias de Educación Técnica Nº 614 Enrique J. Muzzio, de Educación Técnica Nº 322 Obispo José María Gelabert y de Enseñanza Media Nº 340 República del Perú.

Gisela Cernotto, una de las docentes -junto a Claudia Strólogo- que acompañó a los chicos de la Escuela Berrutti, dijo que llevaron 54 alumnos de 6 y 7 años. “Quedaron muy entusiasmados con la actividad, que les va a servir para un proyecto anual que están haciendo y que van a presentar en la Feria Provincial de Artes, Ciencias y Tecnología”, describió Gisela. “Algunos de ellos participaron del juego de la oca gigante, en el que debían cumplir con determinadas reglas y conseguían avanzar o tenían que retroceder casilleros según los números que salían en los dados, que eran tirados por el resto de sus compañeritos”, detalló luego.

“A cada casilla le correspondía un premio o prenda, de acuerdo a si era bueno o malo lo que estaba dispuesto para cada sitio, siempre en relación a las normas de tránsito... no llevar el casco puesto, detenerse en las sendas peatonales”, amplió Gisela. “De todas maneras, lo que más le gustó fue la pista de manejo, porque en la escuela tuvieron como actividad complementaria la realización de un dibujo sobre lo que habían experimentado durante la visita al camping y la mayoría se inclinó por ilustrar la pista”, prosiguió. “Creo que se tomaron bastante en serio la clase de manejo, con mucha responsabilidad”, redondeó.