Falsificación de documento público

Tres escribanos procesados por confeccionar escrituras truchas

  • Los profesionales son Martín Oscar Peón, Claudia María del Huerto Dechanzi y Pablo Galván. En total, la Justicia halló 19 casos irregulares.
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La maniobra delictiva consistía en la alteración de “asientos” o “fichas” en el Registro de la Propiedad.

Foto: Archivo El Litoral

 

De la Redacción de El Litoral

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Tres escribanos santafesinos fueron procesados, el último viernes, por la Justicia local, acusados por el delito de “falsificación de documento público reiterado” en 19 oportunidades. La medida fue dictada por el juez de Instrucción Primera, Jorge Pegassano, y alcanza a los escribanos Martín Oscar Peón, Claudia María del Huerto Dechanzi y Pablo Galván. Asimismo el juez optó por confirmar la libertad para todos ellos, por lo que atravesarán el proceso en esa condición.

La investigación, que llevó casi un año y medio de labor judicial, comenzó el 21 de diciembre de 2011 con la denuncia radicada por el secretario de Justicia de la provincia, Roberto Vicente, y la directora del Registro General de Santa Fe, Nora Mauro.

Ambos se presentaron en el subsuelo de Tribunales para informar que en base a un reclamo administrativo hecho por una damnificada se detectaron “alteraciones de asientos o fichas en el Registro de la Propiedad”.

Primer caso

En apretada síntesis, la maniobra que puso al descubierto una de las víctimas surge con el reclamo de un inmueble que figuraba vendido en 1984 al señor Juan Pablo P. por el señor Juan Carlos G. (abuelo de la damnificada) que estaba fallecido a esa fecha; sumado a eso se produce la intervención de un escribano, también fallecido antes de la fecha indicada (en 1970).

Con las primeras actuaciones, iniciadas tras el requerimiento de instrucción del fiscal Nº 6, Rubén Díaz, el juez Pegassano ordenó citar a declaración testimonial a aquellas personas nombradas en los documentos supuestamente apócrifos y detectó que una sobrina del tal Juan Pablo P. -comprador del inmueble- negó que su tío haya escriturado nunca, porque padece una discapacidad mental que lo imposibilita por completo. Es más, totalmente desconcertada, la mujer aseguró que su tío era casi un indigente a la fecha del supuesto trato; que hace una década que vive con ella y que actualmente cobra la jubilación mínima.

Entre los inmuebles cuestionados hay un pedazo de tierra de 3,5 hs en Rincón, lotes en Sauce Viejo y otras propiedades diseminadas en la ciudad capital, cuyas medidas y valores oscilan entre pequeñas fracciones y grandes extensiones urbanas.

“Falsos propietarios”

Una vez descubierto el presunto accionar delictivo, las autoridades del Registro comenzaron a aportar más y más casos, hasta alcanzar el número de 19 hechos de “falsificación de documento público” en ampliación de denuncia de mayo de 2012. A tal punto que para el juez “las pruebas de cargo incorporadas al proceso son sobreabundantes, categóricas e indubitables”.

Respecto del escribano Martín Oscar Peón “se ha probado que en 10 oportunidades él autoriza escrituras traslativas de dominio, donde los vendedores carecen de título, esto es que no existen las escrituras matrices que reflejen la adquisición de la propiedad que venden”. Es más, “se encuentra documentado que todas estas transferencias fueron realizadas por personas que en realidad no eran los propietarios de los inmuebles y que los datos de las escrituras de los que ‘supuestamente adquieren’ y luego venden con la intervención de Peón pertenecen a otros actos que nada tienen que ver con lo informado por el archivo de Protocolos”, dice la resolución que alcanza holgadamente las 80 fojas. A propósito del notario Pablo Galván, el juez Pegassano llegó a la conclusión -en grado probable- de que pedía certificado de ventas para “falsos propietarios” y que no se trataba de una operación guiada por la ingenuidad sino por la mala fe. Si bien son pocos los casos que se atribuyen, entre ellos figura el antes mencionado del vendedor discapacitado.

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El secretario de Justicia de la provincia, Roberto Vicente, denunció el hecho en diciembre de 2011. Foto: Archivo El Litoral

Contradicciones

Por último, el magistrado se refirió especialmente a los seis casos de la escribana Claudia María del Huerto Dechanzi, sobre quien se constató la utilización de falsos propietarios por terrenos ubicados por ejemplo en Sauce Viejo y donde se repite el mismo domicilio en dos compras diferentes.

A propósito de su grado de compromiso, Pegassano hace mención de que mientras la escribana Dechanzi “en forma sorprendente insiste en que tuvo los títulos antecedentes ante su vista”, “sus clientes afirman que nunca existieron”, a lo que el juez agrega que es “todo muy sugestivo, sospechoso, injustificado, irregular y delictual”.

A punto tal llega el abuso de estos profesionales que por ejemplo en uno de los casos el cliente “ni siquiera sabía lo que estaba firmando”. “Entiendo que en este caso que me causa estupor, sin duda hubo un aprovechamiento de la escasa instrucción e ingenuidad” del cliente, sostiene el investigador. La referencia era para un hombre que en declaración informativa aseguró haber firmado porque a cambio de ello le prometieron trabajo de albañilería.

El dato

Apelaciones.

El procesamiento por presunta “falsificación de documento público reiterado” fue notificado a las partes entre el viernes y el lunes de esta semana por lo que aún corren los plazos para que todos los imputados puedan recurrir a la segunda instancia para que revise la resolución en cuestión. Hasta hoy los únicos que recurrieron en apelación a la Cámara fueron los escribanos Peón y Galván a través de su abogado, el Dr. Néstor Oroño, confirmaron fuentes tribunalicias.