Después de Once, otra vez la línea Sarmiento

Al menos 3 muertos y 155 heridos en un nuevo accidente ferroviario

  • El impacto fue a las 7 de la mañana, entre dos formaciones. El gremio denunció deterioro de las máquinas. El gobierno y la empresa responsabilizan al conductor de uno de los trenes.
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“Los trenes quedaron aplastados como una latita de gaseosa”, graficó Lucas, un joven pasajero que resultó ileso. Foto: DyN

 

De la redacción de El Litoral

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DyN

Un nuevo accidente tuvo lugar en el ferrocarril Sarmiento, esta vez a la altura de Castelar. Dos formaciones que circulaban sentido a Moreno colisionaron pasadas las 7, en el cruce Zapiola. Hasta el cierre de esta edición se habían confirmado tres muertos y 155 heridos.

Las víctimas fatales son dos hombres y una mujer, según informaron fuentes de la policía ferroviaria. Los heridos fueron trasladados a distintos hospitales de la zona, como el de Ituzaingó, Güemes y Haedo, y los centros de salud pediátricos de Posadas y Morón. También fueron puestos a disposición varios centros de salud porteños.

Desde la Unidad de Gestión Operativa Mitre Sarmiento (Ugoms) se informó que el siniestro fue a las 7.07, cuando uno de los trenes, que iba hacia los talleres de Castelar, fue embestido por causas indeterminadas por otra formación que circulaba en el mismo sentido.

El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, brindó cerca del mediodía una conferencia de prensa en la que dio detalles sobre la cantidad y el paradero de los heridos.

“La situación es grave. Tenemos una cantidad importante de heridos. Se está trabajando con el operativo de emergencia sacando a las personas”, señaló por su parte Lucas Ghi, intendente de Morón, en comunicación con radio Mitre. “Todos los recursos están afectados. El Same Morón está plenamente afectado a la tarea de emergencia”, agregó el funcionario.

Mientras los delegados de la línea Sarmiento aseguran que el tren que impactó tenía problemas en su sistema de frenos hace meses, desde el gobierno nacional y la empresa concesionaria aseguran que la formación funcionaba con normalidad.

Según informó el secretario de prensa del gremio La Fraternidad, Horacio Caminos, el maquinista, que conducía la formación que se dirigía con destino a Moreno, aseguró que el tren “no frenó”.

“Le fallaron los frenos. Está en estado de shock. Trato de frenar y nada, no andaban”, afirmó Caminos en declaraciones radiales. El hombre, quien está fuera de peligro, fue encontrado por el otro motorman y trasladado hasta Castelar para ser atendido. Sin embargo, durante su conferencia Randazzo aseguró que el tren “tenía frenos nuevos”.

A su vez, desde la concesión del Sarmiento apuntaron directamente contra el motorman. “La formación cruzó una primera señal a ‘precaución’ (lo que determina que debe bajar la velocidad) y las siguientes tres señales a ‘peligro’. De acuerdo al reglamento operativo, ante una señal de peligro el conductor debe detener completamente la formación, situación que no ocurrió”, dijo la empresa en un comunicado.

El dato

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El dirigente kirchnerista Luis D’Elía provocó hoy una polémica en Twitter, al afirmar que el choque de trenes en Castelar se produjo “en momentos en que se insinúa” que el ministro de Interior y Transportes, Florencio Randazzo, será candidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria. En un tuit que después borró, pero que fue reenviado por otros usuarios de la red social, D’Elía también aludió al diputado Fernando “Pino” Solanas y al dirigente ferroviario de la línea Sarmiento, Rubén “Pollo” Sobrero, con un signo de pregunta.

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La mayoría de los heridos lo estaban en grado leve, pero había numerosos casos de fracturas expuestas o de cadera, informaron los médicos. Foto: DyN

opinión

La cara trágica del despilfarro

Marcelo Bátiz (DyN)

En un mundo con países que invierten para mejorar su infraestructura y otros que se ajustan al precio de retroceder en ese aspecto, la Argentina encierra una paradoja inconcebible: debe ser el único caso del planeta que destina dinero para descapitalizarse.

El sector ferroviario muestra como ningún otro las consecuencias nefastas del barril sin fondo de los subsidios que el kirchnerismo otorgó a diferentes sectores económicos en el transcurso de la “década ganada”.

En los últimos seis años y medio, los servicios de pasajeros y de carga fueron destinatarios de casi 24 mil millones de pesos a valores corrientes que, en caso de ser actualizados por el coeficiente que se desee, llegarían a un monto que no guarda relación con el calamitoso estado de los ferrocarriles, con un nuevo accidente que se suma a la catástrofe de Once, en la misma línea.

La situación de los ferrocarriles no se debe, como podría suponerse, a un recorte en las erogaciones que se tendrían que destinar al sector. Por el contrario, pasó y sigue pasando mucho dinero por las vías.

La mejor prueba de ello está en el detalle de los subsidios que se le otorgaron al sector ferroviario desde por lo menos 2007: $ 23.754,4 millones, según relevó la Asap. Este año, hasta fin de abril, ya se habían transferido al sistema de ferrocarriles 1.223,3 millones, con una proyección lineal que ubica la suma para 2013 en unos $ 3.600 millones, casi 23% por encima del gasto del año pasado. En 2011, los subsidios habían subido con respecto al año anterior 40% y, pese al salto, igualmente se produjo la tragedia de Once, el 22 de febrero de 2012.

Quedan abiertas todas las hipótesis acerca de qué se hubiera podido hacer con todos esos recursos. Y más de un funcionario podría aclarar ante la Justicia si todo se debió nada más que a la ineficiencia.