Se cumplen 55 años de un episodio futbolero difícil de olvidar...

Aquel “Desastre de Suecia”

El fútbol argentino vivió una hecatombe cuando fue humillado por la selección de Checoslovaquia, que venció a nuestro equipo por 6 a 1 en el Mundial de 1958.

1.jpg

Así reflejó El Litoral el regreso de la selección argentina proveniente de Suecia, varios días después del partido ante los checos. Foto: Archivo El Litoral

 

Tomás Rodríguez

(Especial para El Litoral)

Pasaron 55 años del mayor fracaso del fútbol argentino en el concierto internacional, suceso acontecido el 15 de junio de 1958 cuando el representativo de Checoslovaquia aplastó en Suecia a nuestro equipo por 6 a 1 y lo envió de vuelta a Buenos Aires. Fue una hecatombe que nos hizo ver una realidad muy distinta a la que aspirábamos, el dolor llegó hasta lo más profundo de nuestro corazón.

El seleccionado argentino de fútbol había brillado en el campeonato sudamericano de Lima (Perú), en 1957, con los famosos “carasucias”, habiendo introducido el adiestrador Guillermo Stábile (El Filtrador) un sistema innovador de 4-2-4, con un volante suelto, que luego instrumentó Brasil un año después para adjudicarse en forma estupenda y espectacular el certamen por primera vez, donde el representativo blanquiceleste tuvo su peor desempeño en la historia mundialista.

El plantel argentino que regresaba a los mundiales tras 24 años de ausencia, estaba compuesto mayoritariamente por jugadores de River Plate, que había aportado ocho futbolistas. La desastrosa labor ante los checos causó asombros y cuestionamientos colectivos.

El director técnico argentino, Guillermo Stábile, estuvo vinculado a épocas gloriosas del fútbol argentino. Fue goleador del primer Mundial de Uruguay, en 1930 (ocho tantos, siendo suplente de Roberto Cherro) y uno de los primeros en ser transferido a Europa (al Genoa de Italia).

Ángel Labruna, el segundo goleador de la historia del fútbol argentino (detrás del astro paraguayo Arsenio Pastor Erico), tiempo después del fracaso reveló a la prensa: “Fuimos al Campeonato Mundial de 1958 con los ojos vendados. No estábamos preparados ni física ni técnicamente para afrontar tres partidos en una semana; cuando llegamos a Suecia creíamos que éramos los mejores del universo”.

Aquel regreso...

Amadeo Carrizo, el arquero nacional, reveló que “cuando llegamos al país, después de la eliminación, el avión tuvo que aterrizar en una chacra de Monte Grande para que no nos mataran. Algunos periodistas argentinos que estaban en Suecia le habían pedido a la gente que nos fueran a buscar a la estación aérea con palos y piedras, había mucha bronca, nos querían matar, decían que éramos vendepatria. Nadie nos iba a creer que la Argentina carecía de organización y que ninguno de nosotros cobró un solo peso para jugar ese mundial”.

El polémico arquero con mucho dolor había afirmado que “a la Argentina le faltó organización; Brasil fue en avión privado y previamente disputó varios amistosos en Europa adaptando su juego, táctica y estrategia; en cambio, nosotros viajamos en una máquina comercial que tardó 40 horas y no conocíamos a los rivales. Después, durante años, las hinchadas rivales me cargaban y recién en 1964 volví a la selección en la Copa de las Naciones, en Brasil, que ganó Argentina”.

El fracaso del fútbol nacional se trasladó a distintos sectores de la sociedad. El presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Raúl Horacio Colombo, pudo superar el difícil momento debido a que fue compañero de estudios, en el Colegio Nacional Mariano Moreno, amigo y admirador de un futbolista de las inferiores de Almagro, llamado Arturo Frondizi, quien llegó en ese año (1958) a la primera magistratura de la Nación, ambos militantes del desarrollismo (Ucri).

Plantel argentino

Arqueros: Amadeo Raúl Carrizo (River Plate) y Julio Elías Musimessi (Boca Juniors).

Defensores: Pedro Dellacha (Racing Club), Alfredo Pérez (River Plate), Federico Vairo (River Plate) y Federico Edwards (Boca Jrs.).

Medios: Francisco Lombardo (Boca Jrs.), David Acevedo (Independiente), Néstor Raúl Rossi (River Plate), Eliseo Víctor Mouriño (Boca Juniors), José Varacka (River Plate) y José Manuel Ramos Delgado (Lanús).

Delanteros: Omar Oreste Corbata (Racing Club), Eliseo Prado (River Plate), Ludovico Avio (Vélez Sarsfield), Norberto Menéndez (River Plate), Alfredo Rojas (Lanús), Ricardo Infante (Estudiantes de La Plata), Ángel Amadeo Labruna (River Plate), José Francisco Sanfilippo (San Lorenzo de Almagro), Osvaldo Cruz (Independiente) y Norberto Boggio (San Lorenzo de Almagro).

Clasificación

1º) Brasil (campeón invicto); 2º) Suecia; 3º) Francia; 4º) Alemania Federal; 5º) Yugoslavia; 6º) Gales, 7º) Unión Soviética, 8º) Irlanda del Norte, 9º) Checoslovaquia, 10º) Hungría, 11º) Inglaterra, 12º) Paraguay, 13º) Argentina, 14º) Escocia, 15º) Austria y 16º) México.

Pelé y Fontaine

Ese Mundial fue el primero de Pelé, que se consagró a los 17 años y también marcó el inicio de su trilogía, que continuó en 1962 en Chile y en 1970 en México. Por su parte, el francés Fontaine, con 13 goles, fue el goleador del torneo.