Por la crecida del Paraná
El municipio ya prepara refugios y refuerza el bombeo en la costa
El intendente declaró la emergencia hídrica y planea evacuar a vecinos que están fuera del anillo del defensa. Hoy comenzaron a consolidar el terraplén de Colastiné Sur y a adecuar espacios para alojar familias.
Reunión. El intendente José Corral reunió ayer a su gabinete, conformó el Centro de Operaciones y tomó varias medidas en el marco de la emergencia hídrica. Foto: Gentileza Municipalidad
Lía Masjoan
El último reporte del INA, que advierte sobre una inesperada crecida del río Paraná, sorprendió a las autoridades municipales, que en una rápida reacción declararon la emergencia hídrica y dispusieron las medidas a su alcance para preparar las zonas más vulnerables de la ciudad.
“Hemos comenzado a tomar las medidas del caso, previendo siempre una situación de mayor gravedad y que pueda darse unos días antes, porque la crecida puede adelantarse y además hay diferentes escenarios que debemos ir afrontando antes de que se produzca el pico”, explicó el intendente.
Esta misma mañana empezaron a reforzar las defensas de Colastiné Sur, un terraplén precario que construyeron hace varias décadas los mismos vecinos. El objetivo allí es demorar cualquier posibilidad de evacuación.
Además, en las próximas horas, comenzarán a armar los refugios de chapa a la vera de la ruta nacional 168 para trasladar allí a las familias de La Vuelta del Paraguayo, una de las zonas más vulnerables porque directamente no tiene protección. Este lugar ya se ha utilizado en otras oportunidades por encontrase cerca del barrio de origen de los vecinos.
Otras zonas que están bajo la lupa en el este son los alrededores del Club Caza y Pesca, frente a Colastiné Sur, donde seguramente tendrán problemas; Bajada Distéfano y La Boca, en el extremo sur de Alto Verde. También existe un número menor de familias que están asentadas en el valle de inundación del río Salado fuera de las defensas, y otras que están ubicadas en torno de la Ruta 168, que seguramente deban ser trasladadas a lugares más altos.
Al norte, hay mucha preocupación por los anegamientos que pueda ocasionar el desborde del canal Las Mandarinas, que aunque no está en jurisdicción de la ciudad (sino un kilómetro más al norte) afecta notablemente a los barrios que circundan las avenidas Facundo Zuviría, Aristóbulo del Valle y Peñaloza porque reciben el agua de Recreo, Monte Vera y sus alrededores. El intendente confirmó que, junto con el Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, se tomó la decisión de cerrar el canal mientras dure la crecida y colocar bombas adicionales por el riesgo de nuevas lluvias.
Después de encabezar una reunión del Centro de Operaciones que se constituyó ayer para monitorear la crecida del Paraná, el intendente informó que se realizará diariamente un monitoreo del estado de las defensas y que ya se dispusieron las acciones para instalar las bombas en los puntos correspondientes. “Vamos a mantener el sistema de bombeo por si tuviéramos lluvias, e incluso por la posibilidad de que se produzcan filtraciones. Se trata de 5 puntos de bombeo en Colastiné; otros 3 en La Guardia; 1 en Colastiné Sur y 2 en Guadalupe Norte”, explicó José Corral y agregó: “Son puntos móviles que van a estar instalados de forma permanente las 24 horas, con refuerzo policial para evitar situaciones de vandalismo”. También contó que se solicitará a la EPE refuerzos de grupos electrógenos para actuar en caso de emergencia.
El municipio brindará información diaria sobre el estado de la crecida y las perspectivas para los sectores más problemáticos, y pidió a los ciudadanos que estén atentos a las comunicaciones oficiales.