VIOLENCIA DE GÉNERO

La ciudad aún espera su refugio para mujeres víctimas de agresión

El edificio que destinará la Provincia todavía está en obra. Estiman inaugurarlo para fin de año. Mientras tanto, una ONG y una dependencia pública ofrecen 30 plazas para las víctimas, que están ocupadas permanentemente.

Agustina Mai

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A siete meses del anuncio oficial de la creación de la Red Provincial de Casas de Amparo para mujeres víctimas de la violencia, ya funcionan 12 refugios en la provincia: nueve gracias a convenios con municipios y comunas, y tres por acuerdos con ONG que trabajan en la problemática. Además, en el norte de la provincia se están construyendo dos refugios.

Pero la ciudad capital todavía espera -y necesita- con ansias la finalización del que será el primer refugio público específico para víctimas de la violencia. Se trata de un viejo reclamo de las organizaciones que atienden esta temática, que dará respuesta a las mujeres -con sus hijos- que requieren un cobijo temporario ante una situación de riesgo en el seno familiar. “Va a ser un lugar propio de la Provincia y muy importante”, aseguró la directora provincial de Políticas de Género, Mercedes Martorell.

En una primera etapa, la Provincia invirtió $ 227.084,88 para reforzar los cimientos y colocar una nueva cubierta en un edificio propio en desuso. En una segunda etapa, se construyó un nuevo techo y el patio. El futuro refugio tendrá capacidad para 20 mujeres, con sus hijos.

¿Qué está faltando para terminarlo? “Se demoró porque hubo algunos problemas legales. Estructuralmente, se hizo mucho, ya que es un edificio muy grande. Ya estaba para pintarse y equiparse, pero no nos parecía que la escalera fuera lo suficientemente segura. Así que nos están faltando los pliegos para construir otra escalera”, contestó la funcionaria.

Consultada acerca de cuándo se llamará a licitación para finalizar el refugio, Martorell no precisó la fecha, pero consideró que “va a estar inaugurado para fin de año”. De todas formas, reconoció: “Para nuestra necesidad y urgencia, este lugar se tendría que haber inaugurado a fines del año pasado”.

El Litoral solicitó recorrer el lugar, pero desde la Dirección de Políticas de Género argumentaron que hay que mantener en secreto su ubicación por la seguridad de las futuras refugiadas. “Tenemos a nuestro resguardo situaciones muy delicadas, no sólo de mujeres sino también de niños, por eso tenemos que ser muy cautelosos. Sabemos que la gente quiere ver para creer, pero estamos pensando cómo hacemos para mostrar el edificio sin que se filtre dónde está”, explicó.

Al tope

Pese a que esta casa de amparo todavía no está lista, Martorell aseguró que “ninguna mujer que solicitó ayuda en la Dirección de Políticas de Género quedó sin ser atendida”.

En la ciudad existen dos lugares para alojar a víctimas de la violencia familiar -mujeres y niños-. Uno de ellos pertenece a una ONG que trabaja en la problemática -la funcionaria mantuvo su nombre en reserva- y tiene capacidad para 20 personas. “Es un lugar con atención específica. Está completo casi permanentemente porque son situaciones que requieren mucho tiempo de atención, pueden ser meses, y las mujeres suelen estar con sus niños”, detalló.

El segundo refugio corresponde a una dependencia provincial, pero no es específico para mujeres, sino que aloja también a otras personas que necesitan un lugar temporario (desde personas en situación de calle hasta testigos protegidos). “En este lugar tenemos unas 10 plazas oscilantes porque no es específico para esta situación. Nosotros aspiramos a que todas las casas de amparo sean exclusivas para atender violencia de género”, precisó.

Estas 30 plazas disponibles en la ciudad suelen estar completas. ¿A dónde alojan entonces a una mujer que requiere un lugar transitoriamente? “Cuando estamos cubiertos, una alternativa es conseguirles una pensión, a través de las Ayudas Sociales de Urgencia (ASU). No es fácil porque, a veces, las pensiones no aceptan a las mujeres con niños”, respondió Miriam Urgorri, integrante del Equipo de Promoción de Derechos de la Dirección de Políticas de Género.

Como última alternativa, y si la persona acepta, se la lleva a un refugio en otra ciudad. Por eso es fundamental el trabajo en red, ya que si no hay lugar disponible en una localidad de la provincia, la víctima puede ser trasladada a otra. “El refugio es el último recurso porque no está bueno que una mujer se tenga que ir a vivir a una institución, aunque sea temporariamente. Aunque tenemos muchas mujeres de afuera que tienen que ir al refugio sí o sí porque cortaron con su círculo de vida”, sostuvo Miriam Urgorri.

¿Qué ayuda de la Provincia reciben los municipios y ONG que ofrecen refugios? Recursos económicos (ya se destinaron $1.440.000) y apoyo de los equipos territoriales y ministeriales (Salud, Educación, Seguridad). Además, se invirtieron cuatro millones de pesos para capacitar a los equipos municipales que trabajan con niñez y género, entre otras cuestiones. La Municipalidad de Santa Fe ya recibió $200.000.

Una sola persona, de guardia las 24 horas

Las dependencias públicas que atienden los casos de violencia trabajan de lunes a viernes, en horarios determinados (Ver Dónde acudir). ¿Qué pasa cuando las situaciones de violencia se dan por fuera del horario de atención? Se debe concurrir a las comisarías o a la Comisaría de la Mujer.

Cuando en una comisaría u hospital reciben una situación grave, que requiere alojar a la mujer en un refugio, el teléfono de urgencias está en manos de Mercedes Martorell, directora provincial de Género. “En este momento, el equipo de guardia soy yo. Pero esto es insostenible con una sola persona. Por eso definimos la necesidad de un equipo de guardia las 24 horas los 365 días del año”, explicó la funcionaria. El presupuesto ya está asignado y se está por llamar a concurso público para cinco cargos de profesionales, que atenderán las emergencias de gravedad.

La Dirección Provincial de Políticas de Género cuenta con dos equipos: uno de Violencia Familiar y otro de Promoción de Derechos, cada uno integrado por cuatro profesionales. El primero atiende unos 100 casos mensuales en San José 1701. “Las mujeres llegan desde distintos ámbitos: atendemos consultas en situaciones de crisis, derivadas por la escuela o del Tribunal de Familia, o mujeres que llegan con medidas de distancia o exclusión”, detalló Romina del Pozo, psicóloga del equipo de Violencia Familiar.

En la atención de la crisis es fundamental medir el riesgo: el tiempo en que se viene sosteniendo la situación y el grado de violencia. “Priorizamos la protección. El refugio es el último recurso en ese momento. Muchas personas tienen recursos a nivel familiar que pueden hacer de contención y acompañamiento y que son mucho mejores que un refugio”, concluyó.

El dato

Equipos territoriales

Desde agosto de 2012, mediante un convenio con la Provincia, los equipos multidisciplinarios de intervención territorial de la Municipalidad empezaron a trabajar en situaciones de violencia de género. Para capacitar al personal e incorporar más recursos humanos, la Provincia se comprometió a transferir al municipio 400 mil pesos anuales (ya aportó el 50 %). En total, los grupos de asistencia reúnen 40 profesionales (abogados, psicólogos, trabajadores sociales, terapistas ocupacionales y sociólogos). Estos equipos funcionan en los Centros de Distritos, de lunes a viernes, de 7 a 13.

La clave

Dónde acudir

Equipo de Violencia Familiar: San José 1701, Tel. 4572888, de lunes a viernes de 7 a 13.

Centro de Asistencia a la Víctima de la Defensoría del Pueblo de la provincia: Eva Perón 2726, Tel. 4573904, 4573347, de lunes a viernes de 8 a 18.

Comisaría de la Mujer: Zavalla y Tucumán, Tel. 4831575. Santo Tomé: Córdoba 2035, tel. 4830709.

Unidad de atención de víctimas del Poder Judicial: Gral. López 2771, Tel. 4572700 int. 2646, 2647 y 2650. De lunes a viernes de 7:15 a 12: 45 y de 14:15 a 19:45.

Centro de Asistencia Judicial: Salta 2483, Tel. 4619911, línea gratuita: 0800-555-8632.