Música en las venas

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Cristian Garreffa

Santafesino y flautista, la música para él es una pasión que aprendió de sus padres, tíos y abuelo. Se perfeccionó con grandes figuras internacionales, pero volvió a su ciudad natal. Integra las Orquestas Sinfónicas de Santa Fe y Entre Ríos. El 5 de julio dará un concierto como solista, en la Iglesia de los Milagros.

TEXTOS. AGUSTINA MAI. FOTO. OSCAR DECHIARA.

FAMILIA DE MÚSICOS. “Mis padres son músicos. Ahora ya están jubilados, pero formaban parte de las Orquestas Sinfónicas de Santa Fe y de Entre Ríos: mi padre era solista de oboe y mi madre, de flauta. Se conocieron en la orquesta y se casaron. Nosotros somos tres hermanos: Marcelina, Hernán -que es mi mellizo- y yo. Los tres somos músicos. La influencia de los padres es muy grande: ellos nos dieron el puntapié inicial y nos inculcaron el amor por la música y por el instrumento, pero nunca nos obligaron. Mi abuelo paterno, que llegó de Italia, era músico y tocaba la tuba. Los hermanos de mi mamá también son músicos”.

LOS COMIENZOS. “Mi mamá es docente de flauta. Ella tenía un grupo de alumnos en casa y a mí me gustaba mucho escucharlos tocar. A los 7 años empecé a tocar la flauta y mi primera experiencia en la orquesta la tuve a los 11. En realidad, mi mamá no quería que yo tocara la flauta, sino el oboe, porque decía que iba a ser difícil que consiguiera trabajo. Pero le insistí tanto que al final accedió. A los 9, empecé estudiando con ella en el Liceo Municipal y después cursé la carrera de músico en la UNL”.

LAS ORQUESTAS. “A los 18 años entré por concurso de oposición a la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos y al año siguiente entré a la de Santa Fe. A los 27 años gané una beca de la Fundación Antorchas y me fui a Bélgica por dos años. Allá hice una maestría con el profesor Carlos Bruneel, que es solista del Teatro de Ópera de la Moneda en Bélgica”.

VIVIR AFUERA. “Ya había viajado a Europa varias veces con mi familia. Además tengo familiares afuera del país, así que los viajes fueron frecuentes desde muy chico. También tuve la posibilidad de tomar cursos internacionales con muchos profesores. Eso marca un poco mi recorrido en la actualidad: no me gustarían que me encasillen como músico de orquesta, músico solista o de cámara. Toco la flauta, pero trato de abrazar todos los estilos y todas las maneras de hacer música. En la música clásica, uno es un nexo entre lo que escribió el compositor y el oyente. No somos músicos populares o cantautores, sino que somos intérpretes. La parte más importante es atrapar al público. Tuve la suerte de tener profesores que amaban mucho la música y la profesión, y me inculcaron eso. Tenés que amar la música por sobre la parte técnica. Es verdad que para vivir de esto tenés que ser muy bueno en lo técnico, pero de lo que se trata es de hacer música. Uno quiere vivir de esto porque se enamoró de la música, antes que nada, escuchándola”.

EL REGRESO. “Tenía la posibilidad de quedarme en Bélgica, donde me ofrecieron la ayudantía de cátedra del Conservatorio. Finalmente decidí volver porque considero que al lugar lo hace uno. Además, acá tenía dos puestos de trabajo en las dos orquestas, que los había ganado por concurso. De todas formas, mi vida musical no pasa únicamente por la orquesta; me gusta mucho tocar como solista y grabar. Tengo cuatro cd editados como solista”.

ACTUALIDAD. “Mi vida profesional hoy transcurre entre las dos Orquestas Sinfónicas de Santa Fe y de Entre Ríos, y enseñando en la Escuela de Música ‘Constancio Carminio’, que depende de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader). A futuro, me están surgiendo algunas posibilidades para ir a tocar el año que viene en Sudamérica y Estados Unidos. En Santa Fe toco como solista, una o dos veces al año, cuando el director de la Sinfónica, Roberto Montenegro, me lo propone. El 5 de julio voy a tocar como solista en el marco de un ciclo de tres conciertos en la Iglesia de los Milagros. Se trata de la Suite en sí menor de Bach y el Concierto en mi menor de Mercadante”.

EL PÚBLICO. “ Disfruto mucho de tocar en mi ciudad, en comparación con otros lugares, incluso Estados Unidos y Europa. El público de Santa Fe tiene sus ‘habitués’, esas caras conocidas; es un público muy respetuoso y que conoce bastante, que lo tenés que sorprender y atrapar. Cuando hablamos de música clásica, existe el prejuicio de que es música culta o para gente grande. Pero también hay un acercamiento de mucha gente joven, por las carreras de música y la Universidad. Cuando tocamos para las fechas patrias, vemos el teatro lleno, con gente de todas las edades”.

EXIGENCIAS. “La música es un arte temporal. No es como en la pintura, donde el artista primero hace un esbozo y si no le gusta, lo puede corregir. La música es tocar en el momento. Por eso es un trabajo que a algunos les provoca muchos nervios. No es mi caso, por el entrenamiento que tengo desde chico. Me puse nervioso cuando fue mi primer concierto, a los 16 años, pero después supe manejarlo. El entrenamiento de un músico es casi como el de un deportista. Hoy disfruto muchísimo tocando”.

TÍTULOS

Comenzó sus estudios de flauta con su madre, la profesora María Cristina Salsano Alzueta de Garreffa, reconocida flautista en Argentina. Obtuvo sus diplomas de Profesor de Flauta Traversa, de Flauta Dulce (1989) y de Oboe (1991) en el Liceo Municipal “Antonio Fuentes del Arco” de Santa Fe. De 2001 a 2004 realizó su Maestría en Música en el Conservatorio Real Superior de Bruselas (Bélgica) y obtuvo el “premier prix”.

PROFESORES

Se perfeccionó con renombrados flautistas como Anne Dinner Giles (Los Angeles Philarmonic), Carol Wincenc, Jeanne Baxtresser (New York Philarmonic), Carlos Bruneel (Muntopera te Brussel), Alain Marion, Peter Lukas Graf, William Bennet, Emmanuel Pahud (Berlín) y James Galway.

CONCIERTOS

Integró la “Muntopera de Brussel” (Bélgica) y ofreció recitales en Francia, Canadá, Estados Unidos, Holanda, México, Italia y Bélgica.

RECONOCIMIENTOS

Obtuvo el 1º Premio “Mozarteum Salzburgo” (Filial Santa Fe, 1989) y el 1º Premio “Franz Lizt” (categoría Vientos Madera, 1994). Mención especial en categoría Maderas (La Plata, 1994) y en la Selección de Jóvenes Instrumentistas (UNESCO Chernovil, 1996) para el programa “Música Esperanza”, entre otros.

DISCOS

Grabó “Piazzolla”, “José Cristian Garreffa plays Mozart”, “Flute and percussion concertos” y “Mozart & Ginastera, duos for flute and oboe”. Está terminando su último trabajo, “Bach complete sonatas”.